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miércoles, 16 de febrero de 2011

La boda civil gana a la canónica

La Iglesia leonesa coincide con la Sociología en achacar el aumento del matrimonio exclusivamente civil hasta el 51,5% al «descenso de creyentes» y al incremento de las bodas de personas divorciadas
Una boda en la localidad leonesa de Lucillo alusiva a los tradicionales casamientos maragatos
15/02/2011 ana gaitero, león
León se casa menos y cada vez opta más por el matriminio exclusivamente civil. En los últimos quince años el número de matrimonios se ha reducido un 25% en la provincia, algo que los expertos achacan tanto al envejecimiento de la población como al descenso general de la nupcialidad en España.
Además, el número de bodas bodas civiles superó por primera vez a las canónicas en León en 2009. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) durante el año 2009 se celebraron en la provincia un total de 1.517 matrimonios de los cuales 782 fueron civiles y 733 religiosos católicos.
En los últimos quince años las bodas canónicas han pasado de representar el 78,7% de las formalizadas en León al 48,3% en el 2009, mientras que las civiles suponían el 21,2% en 1996 y alcanzaron el 51,5% en el último año.
El primer semestre del 2010 confirma la tendencia al alza de los matrimonios civiles en la provincia, al alcanzar el 63,9 de todas las bodas celebradas hasta junio. Sin embargo, el componente de la estacionalidad -"los meses de julio y agosto son muy propicios para las bodas-" podría hacer que esta distancia se acorte cuando se cierre el período completo.
Para el Obispado de León el retroceso de las bodas canónicas es el reflejo de la sociedad. «Vivimos en una sociedad con menos creyentes y menos practicantes», señala el vicario judicial, Mario González. El delegado del obispo considera «una postura coherente que quienes no son creyentes opten por la boda civil».
La Diócesis leonesa cree que ya se ha tocado techo en esta tendencia a la laicidad del matrimonio y achaca el notorio aumento de las bodas civiles a otros factores añadidos. «Muchas de esas bodas civiles son de personas que se casan por segunda o tercera vez , que se han divorciado pero no pueden volver a celebrar matrimonio canónico», agrega González.
Según se desprende del último informe sobre Movimiento Natural de Población, en torno al 10 por ciento de las personas que contrajeron matrimonio en León en el 2009 estaban divorciadas (315), de los cuales 174 son hombres y 141 mujeres.
Ambos factores están contemplados también por la Sociología. Así, la catedrática de la Universidad de León, Ana Isabel Blanco, apunta que detrás del aumento de las bodas civiles está «el progresivo avance de la secularización en la sociedad española», pero también «la mayor influencia de valores que preconizan el individualismo y la autorrealización personal».
La socióloga considera también la influencia del aumento de matrimonios de personas divorciadas, que tienen más facilidades para contraer matrimonio civil que casarse de nuevo por la iglesia. Pese a que en los últimos años el aumento de nulidades matrimoniales en la provincia es notorio, apenas hay un medio centenar de expedientes en trámite.
El matrimonio, añade, «ha pasado de ser el inicio de una unión en pareja a ser su confirmación». Por otro lado, subraya la influencia de la «mayor aceptación social de las uniones consensuales y la cohabitación como alternativa al matrimonio, al menos mientras no haya descendencia en cuyo caso se tiende a formalizar la relación pero en términos civiles». Algo más del diez por ciento de los nacimientos que se registraron en la provincia de León durante el año 2009 fueron de madres no casadas.
La socióloga contempla el retroceso del matrimonio canónico dentro del descenso general de la nupcionalidad. «España ha seguido una evolución similar a la del conjunto de la UE. Comienza a descender en los 60, aunque la caída más brusca se produce en 1980», añade.
Según datos recogidos por Mª Ángeles Cea D-™Ancona en su libro La deriva del cambio familiar (Madrid.CIS.2007) se ha pasado de una tasa de 7,7 matrimonios por mil habitantes en 1960, a 4,8 en 2003 (la misma que en la Europa de los quince o la de los veinticinco).
La misma autora señala que en las encuestas realizadas a finales de los 90 la probabilidad de ser favorable al matrimonio eclesiástivo crece conforme desciende el nivel de estudios.
Amor líquido. Para la catedrática leonesa, otro dato relevante es que «hay un cambio en la apreciación del matrimonio como institución, un declinar en su imagen social, incluso, aunque más leve, en aquellos grupos más conservadores como las personas mayores o creyentes y practicantes, políticamente de derechas, residentes en hábitats rurales, con bajo nivel educativo y de especialización profesional».
El matrimonio, en suma, ha pasado de ser una institución sólida a ser considerado como un vínculo frágil en las sociedades postmodernas, lo que «ha llevado llevado por ejemplo a Zigma Baum a hablar del «amor líquido».
Si históricamente el matrimonio fue una «institución supraindividual», ahora se entiende como «subordinada a la voluntad de sus componentes». El matrimonio religioso se entiende que es «para toda la vida», mientras que el civil concuerda mejor con esta nueva conceptualización del mismo.
Otro factor que se tiene en cuenta en la radiografía de la nupcialidad es la cada vez mayor independencia de las mujeres, a través de su incorporación al trabajo productivo. «Esto influye en el retraso de en la edad de contraer matrimonio así como en la elección de la unión civil considerada como más suave y fácil de disolver si no se cumple con las expectativas individuales», agrega la catedrática.
Un tercio de los matrimonios se producen entre los 29 y los 31 años de las personas contrayentes. Las mujeres se casan más jóvenes que los hombres. Entre los hombres, el mayor número de bodas se celebra al cumplir los 30 años (109), mientras que la edad a la que se casan más mujeres (131) es a los 29 años.
En León sólo se produjo un matrimonio con una menor de edad (17 años) y hubo un total de 410 mujeres que se casaron entre los 17 y los 28 años, mientras que fueron 271 los hombres que se casaron con estas edades. Asimismo, un total de 47 hombres y 12 mujeresse casaron con 60 o más años. Entre ellos, 27 eran divorciados y 11 viudos; y entre las mujeres, había tres divorciadas y cinco viudas.
Un tercio, en la capital. La capital leonesa acaparó en el 2009 un total de 431 matrimonios, casi el 30% de todas las bodas celebradas en la provincia en dicho año. De los 1.517 casamientos que se realizaron en la provincia en un total de 207 uno de los cónyuges tenía nacionalidad extranjera, más del 13%.
http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=585046

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