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viernes, 18 de febrero de 2011

La verdadera historia de mi madre

18/2/2011 Richard Solé
Hubo un tiempo en que darle unos azotes a una mujer, estaba tan bien visto que se consideraba como necesario para mantener una relación conyugal fluida. Así lo hacían saber jueces y autoridades competentes. Hoy, cuando nuestra sociedad ha erradicado toda esta aberración, aparecen los salvadores para liberarnos de ella, son los mosqueteros del género, que con sus delirios, nos quieren hacer cambiar, no se sabe muy bien qué.
Ahora las madres son unas víctimas y los padres unos maltratadores. Es lo que da votos y es lo que se esfuerzan en hacernos creer.
María es una hija maltratada por su madre y nos cuenta la verdadera historia de su madre.
¡OJO!, que esta historia tiene más historia de lo que se dice, también está la historia de una juez ante la que la propia hija denunció a su madre por maltrato, cuando era una niña, y le dijo: ¡¡niña, si seguimos adelante tendrás que ir a un orfanato!!, ¿es eso lo que quieres?
Mientras en España informes oficiales nos niegan esta realidad, en Colombia, los medios de información que según parece si pueden tratar estos temas, nos cuenta este desgarrador testimonio de falsa denuncia, que según la Santa Orden Fundamentalista de Género española, ni existe, ni ha existido ni existirá. Colombia entera aguarda con paciencia a que la Vogue Vega y su séquito, con la Aido y el predicador Lorente Acosta (ver efecto Lucifer) como estrellas invitadas, vayan y pongan orden en la percepción ciudadana sobre estas cuestiones, pues semejantes pensamientos no deberían circular tan libremente en países cuya justicia parece que tiene que aprender de la española, razones por las que este séquito se revela tan necesario en Colombia y poder aprender así a negar la realidad de una forma eficaz y contundente.
Ahora, esa niña española, que ya ha dejado de ser niña en una cuna de maltrato materno, nos cuenta su verdadera historia de alienación parental, la que niegan la Aido y el Acosta. Esta niña ya mujer, se ha convertido en una activista social más contra la injusticia de género. No dejéis de leerlo. Como podéis ver somos pocos, pero cada vez más y mejores. La batalla de la verdad y la justicia la tenemos ganada, sólo queda por fijar cuando. De momento cada vez hay más voces que se alzan como si de una epidemia se tratara.
Apelamos aquí para que más testimonios como el de María alcen su voz, sin miedo y sin complejos y se hagan oír. Sus historias tienen que convertirse en la pesadilla de políticos, jueces y fiscales, que desde su poltronas hacen lo que pueden para que este maltrato siga extendiéndose a lo largo y ancho de este país, recordándoles que su ignorancia no les exime de nuestra condena.
Estas son algunas de las “verdades” que le hacían creer, y su propia verdad:
* “Tu madre sufrió mucho por vosotros”… Si, claro, por nosotros por eso nos hacia lo que nos hacia…sufrió por sus trastornos!!
* “Tu madre lo paso muy mal cuando estuviste enferma”. No dudo que lo pasase mal pero entonces…¿porque me pegaba (recordando lo que me pegaba con 6 años no quiero ni pensar lo que me hacia siendo un bebe), me bañaba con agua fría, se le olvidaba darme de comer y ese largo ecetera…?
* “Tu madre os quiere mucho”. Si claro, nos quiere un montooooooooon. Algunos comentarios sobre sus mentiras,
* “que lástima me da tu madre, después de que tu hermano la haya abandonado ¿porque no hablas con el para que vuelva a casa?”… eso mientras tenia una orden de alejamiento por la falsa denuncia, a saber lo que contaba por ahí la señora. Y la que más me molesta,
* “Tu madre está enferma y por eso actúa así” añadiendo el “ella os quiere mucho, en realidad ella no os quiere hacer daño”… esto es para hacer un ensayo solo discutiendo esto.

En resumen (sigue diciendo)
El Trastorno Paranoide de la Personalidad no contempla como síntomas el maltrato (que cosas tiene la gente por Dios). Este trastorno consiste en que quien lo sufre tiene una interpretación de la realidad delirante y errónea que lo puede llevar a desconfiar de todo el mundo y a depresiones. Aunque esto pueda explicar la peculiar manera que tenia de ver la realidad, sus depresiones y sus adicciones, no explica (y mucho menos justifica) que quien lo sufra pegue, humille, “abuse sexualmente”, eche de casa, amenace, acose y denuncie falsamente (ella reconoció que denuncio a mi hermano para “darle una lección y que espabilase” lo cual demuestra que no fue una de sus paranoias) a nadie, mucho menos a sus hijos.
Estas son las palabras de lo que creemos firmemente es una hija muy maltratada, que tiene un padre también muy maltratado por el mismo personaje, por una presunta delincuente, su madre, que gracias al fundamentalismo de género puede seguir haciendo de las suyas. ¡¡Pobrecita ella!!, hasta el aire que respire le amenaza. No tardará el día en el que, en este país de locos, se publique un edicto de apoyo a las mujeres maltratadas por los personajes de sus paranoias. Esto es de locos y mientras tanto dando alas a los delincuentes.
¿Cuántos quedan que piensen que a estos políticos les interesa rescatar del maltrato a las víctimas de esta lacra?. ¡¡Estos sólo buscan votos y no dudan de usar políticamente, en su beneficio electoral, el sufrimiento humano venga de donde venga y lo padezca quien lo padezca!!. Son unos auténticos políticos, de los que más.
Como decíamos, anda ya lejos aquellos tiempos en los que pegar a la mujer, venía bien para lubricar las siempre complicadas relaciones familiares, pero no andan tan lejos los tiempos en los que una mujer no sólo puede maltratar impunemente, sino que parece contar con el apoyo decidido de la Administración Pública.
Es la historia de una madre vista por su hija maltratada. Lo que la Aido, el predicador Lorente Acosta (ver efecto Lucifer) y toda la saga de género, parecen querer hacernos creer que no existe, y que en realidad se fomenta gracias a su falta de persecución.
http://www.alertadigital.com/2011/02/18/la-verdadera-historia-de-mi-madre/

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