Elisabeht G.H., escondida entre periódicos, entra en el juicio, celebrado a puerta cerrada, en la Audiencia Provincial. PABLO LORENZANA
17/02/2011 C. García Oviedo
Elisabeth G.H. y su pareja, Javier H.J., llegaron ayer tranquilos a la Audiencia Provincial donde se les juzgaba de un delito de lesiones contra sus tres hijos (dos gemelas de tres meses y un tercero de 17 meses) y de un segundo delito de violencia habitual. La acusación particular (la Consejería de Bienestar Social que tiene la tutela de los menores) y la Fiscalía solicitan 28 años de prisión para cada uno de ellos además de una indemnización para cada hijo.
Durante casi tres cuartos de hora, Elisabeth G.H. respondió (a puerta cerrada) a las preguntas de los letrados, de la fiscal y de la acusación particular. De forma muy clara se refirió a los hechos que se le acusaban --ocurrieron en 2008 en Soto del Barco-- y aseguró que “fue en un momento de debilidad , desesperación y ofuscación cuando zarandeé a Rossana”. Y exculpó a su pareja porque “trabajaba todo el día”. Su abogado, Juan Carlos Botas, pide para su defendida que se le juzgue por un delito por imprudencia que traería consigo penas de dos años y seis meses. Las pequeñas presentan lesiones graves y una de ellas, muy graves. De hecho ésta última, presenta secuelas irreversibles como parálisis cerebral, encefalopatía grave postraumática, así como gran invalidez irreversible, entre otras secuelas, y todo ello pese a que había nacido sin evidencia del alteración cerebral alguna. El 4 de enero de 2008, según la fiscalía, una de las gemelas ingresó en el Hospital Central de Asturias (HUCA) por bronquiolitis, anemia y un golpe en la mejilla derecha. El 12 de febrero de 2008 ingresó otra vez presentando contusiones cerebrales, fracturas esqueléticas y déficit de desarrollo motor.
Su hermana gemela, el 13 de febrero de 2008, ingresó también en el Hospital Central de Asturias con varios hematomas y heridas en la cara y con dos lesiones en la región inferior de las nalgas compatibles con quemaduras; además sufría factura de tres costillas, entre otras lesiones. Según el Fiscal, desde los dos meses no sujetaba adecuadamente la cabeza y no sonreía estando irritable presentando en consecuencia déficit psicomotor. En la actualidad, ha recuperado parte del retraso psicomotor si bien, según la fiscalía, continúa con movimientos anómalos de cabeza.
El tercer hijo de la pareja, de 17 meses de edad cuando ocurrieron los hechos, ingresó en el centro hospitalario con hematomas y heridas en varias zonas del cuerpo. Según los médicos forenses que ayer declararon en la vista, sufre el “síndrome de niño maltratado”. Es la misma tesis que defiende la fiscalía que asegura que “la totalidad de las lesiones causadas a los menores son compatibles con síndrome de niño maltratado y han sido causadas por su progenitores de forma dolosa en fecha no concretada si bien próxima al ingreso hospitalario”.
Durante el juicio también se tomó declaración a su pareja, Javier H.J. que se limitó a responder a las preguntas de su abogado, Pedro Paulino Sánchez de AsturlexAbogados. Durante su declaración reconoció que quien se ocupaba de los niños era su mujer “ya que él marchaba por la mañana de casa a trabajar y no volvía hasta la noche”. Su abogado pide para él la libre absolución. Según fuentes cercanas al caso, una capacidad educativa e intelectiva “limitada” habrían impedido a Javier detectar los malos tratos que estaban sufriendo las niñas. Tras su intervención, la fiscal modificó el escrito y entiende que si no se le puede acusar de forma subsidiaria, cabe la acción por omisión.
Los médicos forenses relataron sus informes y aseguraron que “de no ser por una TAC no se podrían ver las lesiones a simple vista” de las pequeñas. En cuanto a una de las gemelas aseguran que no le quedarán secuelas. De hecho, según pudo saber este periódico, los controles médicos y los de la consejería nunca detectaron ningún síntoma de maltrato por parte de los padres a los menores.
El juicio se celebró en la sección segunda de la Audiencia Provincial y declararon los dos acusados, cinco médicos forenses, una asistente social, una concejala y dos psicólogos. Los informes psicológicos ponen de manifiesto que es una persona “impulsiva, agresiva, manipuladora y con poca capacidad de frustración”.
La fiscalía pide para cada uno de los acusados tres años por el delito de violencia habitual; 24 años por dos delitos de lesiones a las gemelas del artículo 149 del Código Penal y un año por el delito de lesiones al menor de 17 meses del artículo 153 del Código Penal y tres años por un delito de violencia habitual. Y reclama una indemnización para sus hijos.
http://www.lavozdeasturias.es/asturias/zarandee-ofuscacion_0_428957138.html
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