Los datos son reveladores. El propio Delegado del Gobierno para la llamada violencia “de género” reconoce que el 60% de las llamadas al 016 son de hombres que se quejan de “lo que están sufriendo” y, que según este servicio, son “maliciosas”, de “insultos” y de “amenazas”.
En total han sido 103.486 llamadas de quejas, supuestamente efectuadas por hombres humillados e impotentes ante la injusticia y la desigualdad ante la Ley. Y los partidos políticos siguen mirando para otro lado…
Es sorprendente que este Delegado “de género”, ante más de 100.000 llamadas manifestando quejas y abusos (tan sólo en el año 2010), califique absolutamente a todas ellas como “maliciosas”, y no considere que puedan deberse a la situación de injusticia y desigualdad ante la Ley que, de forma generalizada, sufre el hombre por el mero hecho de serlo.
Esto recuerda a la tendenciosa teoría de que, también la totalidad del millón de denuncias “de género” son -todas- ciertas sin excepción, que a la persona denunciante (si es mujer), hay que llamarla directamente “víctima”, y hay que otorgarle servicios gratuitos, rentas de subsistencia y otras prebendas, y que a la persona denunciada (si es hombre) hay que llamarla directamente “agresor”, echarlo de su casa, separarlo de sus hijos, incluirlo en registros de “maltratadores”, impedirle circular por la ciudad donde vive, y estigmatizarlo con un procedimiento penal, y todo ello tan sólo con el simple “indicio” de la declaración de su pareja, nacida mujer.
Esto recuerda que, para el adoctrinamiento oficial de la ideología ”de género”, siempre que un hombre y una mujer discuten, de forma más o menos acalorada, el hombre ejerce -siempre- una posición de dominio sobre la mujer que lo convierte -siempre- en delincuente, lo que nos llevaría a que, de acuerdo con información publicada desde su entorno más inmmediato, el actual Presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, será también, al igual que el resto de españoles, un criminal machista maltratador, ya que discute con Doña Sonsoles a causa de los hijos y, según nuestros gobernantes, es muy probable que la Sra. Espinosa no se atreva a denunciar por miedo a su maltratador.
Esto recuerda que, los mismos que proclaman que una discusión de pareja con insultos mutuos, supone que el varón es -siempre- un delincuente maltratador, también promueven que, esos hombres, nunca puedan ser custodios de los hijos comunes, independientemente del interés superior de los mismos, así como que la madre pueda privar al menor, a mera voluntad, del apellido paterno, robándole -además- también su propia identidad.
Esto recuerda a que, de acuerdo con la ideología “de género” actualmente en el poder, toda mujer que presenta una denuncia contra un hombre es directamente una “víctima”, sin necesidad de más evidencia ni prueba que su mera declaración. Y sin embargo, cuando esas mismas mujeres denuncian que son maltratadas por un centro de acogida de la Junta de Andalucía, ya no son “víctimas” sino “denunciantes”, y ya no ha habido “maltrato” sino “presunción” del mismo, y las responsables de dichos centros las pueden calificar directamente como “son mujeres muy complicadas, acostumbradas a recibir cosas gratis“… ¿Las mismas mujeres, denominadas ”maltratadas” cuando denuncian a un hombre, ya son sólo ”mujeres complicadas” cuando denuncian por humillaciones, amenazas y maltrato a la Junta de Andalucía? (http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/17/andalucia_malaga/1292570582.html).
Esto recuerda a tantas injusticias… Y los partidos políticos siguen mirando para otro lado.
Fernando Otero, Secretario de la Plataforma Ciudadana por la Igualdad
http://plataformaporlaigualdad.es/
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