Propuestas e ideologías. Lejos ya los años en que la sociedad se alineaba tras los postulados de los partidos, las formaciones salen ahora a la calle para pulsar las demandas y peticiones de agentes sociales y económicos. Esa es la base de la elaboración de los programas, que cada redactor pasa por el filtro de sus coordenadas ideológicas.
Jueves, 12 de Mayo, 2011
JOSÉ LUIS GARCÍA VALENCIA
Dos décadas después de la caída del muro y con una realidad marcada por las urgencias que impone la crisis, la ideología ocupa un espacio cada vez menor entre las prioridades de los partidos. Un vistazo a los planteamientos de PP, PSPV, Compromís y EU para el 22-M confirma que hoy, en esencia, se trata de adaptarse al mercado, de escuchar y "comprar" las propuestas de entidades y organizaciones sociales, de presentarse como el partido que mejor defiende los intereses de los valencianos.
En el caso del PPCV, el foco de suministro de ideas está fijado en la conselleria de Rafael Blasco, director del programa electoral. Blasco -referente estratégico del PP, para unos; personaje sobredimensionado, según otros- lleva desde 1995, cuando lo fichó Zaplana, como coordinador o director del programa popular. En esta ocasión, lo ha cocinado casi en solitario, junto a sus más estrechos colaboradores en la conselleria, como Josep Maria Felip (director general) o Alexandre Catalá (subsecretario).
Su elaboración ha tenido dos fases: primero, un balance de gestión de la Generalitat (se incorpora el apartado de "logros y cumplimientos"); por otro lado, un proceso de captación de ideas, tanto interno (conselleries, partido) como externo. En este punto, desde el PP: cifran en más de un centenar las entidades consultadas (patronales, cámaras de comercio, sindicatos, colegios oficiales, gremios, asociaciones de vecinos, inmigrantes...). Promesas populares como el parque empresarial agroalimentario o la financiación para comprar camiones más eficientes medioambientalmente, por ejemplo, proceden literalmente de la sociedad civil, apuntan.
En lo que respecta al PSPV, Jorge Alarte ha recurrido para preparar su programa a un referente del lermismo de sólida formación intelectual como Joan Calabuig. Aunque el alcalde de Elx, Alejandro Soler, es formalmente el coordinador, Calabuig ha supervisado el "Foro del Cambio", un órgano que se ha convertido en el particular laboratorio de ideas socialista. Calabuig ha rescatado a históricos del partido, como el exprofesor de Economía en la UV, Víctor Fuentes; y ha contado con referentes socialistas como Rodríguez Piñero, número dos del Ministerio de Fomento; o el actual presidente de Turespaña, Antoni Bernabé, para dirigir algunas de las diferentes áreas del foro.
Con este trabajo como base, desde Blanqueries destacan como esencial la aportación intelectual en materia económica de dos nombres del ámbito académico: el exrector de la UJI, Francisco Toledo, y el profesor de Economía en la Universidad de Alicante, Julián López, fichajes estrella para las listas a las Corts por Castelló y Alicante.
Menos ortodoxo es el caso de Compromís. Tras la ruptura del primer Compromís (Bloc+EU) en 2007, la nueva versión de esta coalición (suma de Bloc y los escindidos de EU agrupados ahora en Iniciativa) ha tenido que armarse ideológicamente en estos cuatro años.
Así, desde Compromís apuntan que al proyecto de Enric Morera para crear un "espai valencià de progrés", la alternativa nacionalista y ecologista a la izquierda del PSPV, se suma el trabajo del grupo parlamentario. Es decir, que las propuestas lanzadas en las Corts en estos cuatro años "se han convertido en programa". Más que una convención, han sido las reuniones de sus cuatro diputados en las Corts con sindicatos como el STE, UGT, CC OO, las pymes, Xúquer Viu o Escola Valenciana (su expresidente, Diego Gómez, ha fichado por Compromís) las que han ido completando el ideario de Compromís, dicen.
Más clásico es el modelo de Esquerra Unida. El partido de Marga Sanz pasó el primer semestre de 2010 de reunión en reunión con su Convocatoria Ciudadana, una presentación en sociedad para relanzar la marca tras el fracaso de Compromís. En total, nueve foros sectoriales sobre Economía, Cultura, Mujer, Sanidad..., que contó con la aportación de sindicatos docentes, Plataforma por la Mobilitat Sostenible, movimientos feministas y LGTB, Asociación en Defensa de la Sanidad Pública, Plataforma por la Dependencia, Salud mental o expertos en Economía como Clemente Hernández (UA).
Desde ese "diagnóstico de la realidad", Rafa Úbeda y María Ángeles Llorente coordinaron las áreas de trabajo (formadas por militantes y agentes sociales), de donde salió el programa aprobado en noviembre pasado. CC OO, UGT, Intersindical, Escola Valenciana, ACPV, la Unió de Llauradors, Asociació Actors i Actrius, Govern obert, Xuquer Viu... continuaban aportando ideas al texto hasta escasos días de la campaña.
Las "causas perdidas" de Mònica Oltra
Uno de los casos más fértiles de "recolección de ideas" para incorporarlas a un proyecto es el de Mònica Oltra, de Compromís. Su imagen de diputada "antisistema" en el hemiciclo con la camiseta de "Wanted Camps" hizo que muchas "causas perdidas" vieran a través de Oltra una vía de acceso a la agenda de las Corts, explican gráficamente fuentes de Compromís. Así, grupos como los apóstatas, los defensores de la custodia compartida o incluso afectados de enfermedades como la sensibilidad química múltiple (SQM) pasaron por su despacho. Batallas sociales o incluso personas que se sumaron al proyecto Compromís. Como Isabel Ariño, afectada por SQM y fichada como independiente para la lista a las Corts.
http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2011/05/10/materia-gris-partidos/805633.html
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