19-07-2011
Sopeña, que ha participado hoy en el curso de verano de la Universidad de Málaga "Stultitiae virtus: la inteligencia y la estupidez en el comportamiento humano y animal", que tiene lugar en Vélez-Málaga, ha mostrado su perplejidad por el "adoctrinamiento que perseguía la enseñanza franquista".
"La meta principal de un sector dominante de la población tras la Guerra Civil era adoctrinar, convencer y evitar que una situación semejante volviese a repetirse, y para ello utilizó los valores que le eran propios, pero que resultaron estúpidos", ha explicado el catedrático.
Ha asegurado que la estupidez es congénita a los sistemas totalitarios y fascistas y se produce como consecuencia de la falta de sentido crítico "y la imposibilidad de seleccionar a los mejores".
Según Sopeña, el machismo es un producto de los sistemas totalitarios, "que intentan distinguir entre hombres y mujeres y no deja terreno a éstas para su desarrollo personal".
Además, ha lamentado la educación que se ha dado a las mujeres, a las que se ha inculcado un sentimiento de inferioridad que hace que el machismo siga imperando en la sociedad actual.
El catedrático ha declarado que otros valores estúpidos son la superioridad o la distinción de razas, y ha argumentado que "el propio sistema autoritario es ridículo".
Con respecto al actual sistema democrático, considera que "hace tiempo que se ha perdido el norte, que tenemos una democracia en la que no participa nadie y en la que los mangantes de cierto nivel no van a la cárcel, y además, vuelven a recibir el apoyo de los ciudadanos en las urnas".
"La meta principal de un sector dominante de la población tras la Guerra Civil era adoctrinar, convencer y evitar que una situación semejante volviese a repetirse, y para ello utilizó los valores que le eran propios, pero que resultaron estúpidos", ha explicado el catedrático.
Ha asegurado que la estupidez es congénita a los sistemas totalitarios y fascistas y se produce como consecuencia de la falta de sentido crítico "y la imposibilidad de seleccionar a los mejores".
Según Sopeña, el machismo es un producto de los sistemas totalitarios, "que intentan distinguir entre hombres y mujeres y no deja terreno a éstas para su desarrollo personal".
Además, ha lamentado la educación que se ha dado a las mujeres, a las que se ha inculcado un sentimiento de inferioridad que hace que el machismo siga imperando en la sociedad actual.
El catedrático ha declarado que otros valores estúpidos son la superioridad o la distinción de razas, y ha argumentado que "el propio sistema autoritario es ridículo".
Con respecto al actual sistema democrático, considera que "hace tiempo que se ha perdido el norte, que tenemos una democracia en la que no participa nadie y en la que los mangantes de cierto nivel no van a la cárcel, y además, vuelven a recibir el apoyo de los ciudadanos en las urnas".
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