15.10.09 - A. PÉREZ | MURCIA
Santiago Fernández
La asociación Hombres por el Encuentro, que pretende contribuir a una efectiva igualdad de género, se presentó ayer en el campus de la Merced de Murcia. Su presidente, el trabajador social Santiago Fernández, convoca a todos los varones a concentrarse contra la violencia machista en Santo Domingo el miércoles 21, a las 20 horas.
- ¿Cómo surge la asociación?
- Nace entre los profesionales que trabajamos en el proyecto de sensibilización contra la violencia de género de la CAM. Y en sintonía con la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE) de ámbito nacional.
- ¿Persiste aún hoy desigualdad entre sexos?
- Evidentemente. A pesar de los avances de los últimos años, se mantienen interiorizadas formas patriarcales de relación con las mujeres. Desde el cómo te miro, al cómo se toman las decisiones, los hombres retienen una posición de control que, lejos de aportarles una ventaja, les hace caer en la esclavitud de autocensurar sus sentimientos de respeto hacia la mujer.
- ¿Comparten la necesidad de discriminación positiva?
- Plenamente. El marco regulador responde a la apuesta por alcanzar la igualdad real.
- ¿Existe suficiente condena social hacia las agresiones machistas?
- Los hombres debemos dar un paso más. Hay que ponerse delante de las situaciones de abuso, la violencia no puede ser un mecanismo de relación con las mujeres, no aporta ninguna felicidad. Ser hombre es otra cosa, no dominar sino compartir.
- ¿Tienen todos los hombres responsabilidad en la lacra de la violencia de género?
- Detrás de cada machista creado por el ideal patriarcal hay un maltratador en potencia. La semilla la tenemos todos.
- ¿El machismo es sólo cosa de hombres?
- No. Es una filosofía también transmitida por mujeres desde su posición de sumisión.
- Piden una vía igualitaria hacia la custodia compartida. ¿Cómo sin colisión con las mujeres?
- La custodia compartida debe ser una solución para los conflictos de pareja siempre y cuando el hombre tenga una probada responsabilización en el cuidado y educación de sus hijos. No puede ser un arma de control hacia sus ex parejas.
- Y exigen más implicación en las tareas del hogar.
- El hombre debe participar de forma consciente, no por exigencias del horario laboral, en las necesidades del espacio familiar.
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