El IMAS acude a los juzgados contra la familia de acogida por no entregar el jueves a la pequeña
Sábado 02 de julio de 2011
Un momento de la frustrada entrega de Margarita al IMAS el jueves.
I. OLAIZOLA. PALMA Para Manuel y Silvia, los padres de acogida de la pequeña Margarita, comienza un largo calvario. Tras no haber entregado el pasado jueves al Institut Mallorquí de Afers Socials (IMAS) a la menor que convive con ellos desde hace más de 4 años para que fuera devuelta a su padre biológico, un británico al que la menor no ha visto más que un par de veces y al que apenas conoce, la institución social les ha denunciado ante los juzgados.
Pero antes, a última hora de la tarde del jueves, en el móvil de la madre se recibieron dos sms en inglés con amenazas de muerte, dirigidas tanto a los progenitores como a sus hijos, al parecer desde un teléfono con prefijo británico. La pareja acudió a la comisaría de la Policía Nacional e interpuso la correspondiente denuncia.
Los agentes policiales aclararon a la familia que no podían facilitarles vigilancia policial pero les aconsejaron que no pernoctaran en su domicilio en los próximos días.
La madre de acogida recalcó que el pasado jueves no se negaron a entregar a una pequeña que hoy cuenta con 4,5 años de edad y vive con ellos desde que tenía tres meses. "Simplemente nos negamos a entregarla en el interior del IMAS y esperamos a que los funcionarios vinieran a recogerla en el jardincito de fuera. Como no lo hicieron, nos fuimos a casa tras estar esperando más de tres cuartos de hora, en torno a las tres de la tarde", contaba ayer Silvia su versión de los hechos.
Por su parte, al parecer los funcionarios del IMAS se negaron a recoger a la niña en el exterior de la institución por la presencia agresiva de más de un centenar de familiares y amigos de la familia canguro que se oponían a su devolución.
"Pasamos toda la tarde en casa y la niña estuvo muy contenta", continuó su relato de los hechos Silvia, que ahora, aparte de Margarita, tiene un hijo de año y medio y está embarazada de tres meses. Pero todo se torció cuando a las 20:21 horas del pasado jueves, según se especifica en la denuncia que interpuso más tarde ante la Policía Nacional, recibió un mensaje en inglés en su móvil que decía, literalmente, lo siguiente: "Os habéis encontrado con la persona equivocada. Váis a ser mi prioridad número uno para arruinar vuestras vidas y la de vuestros hijos. Sé dónde vivís e iré a por vosotros en... (el domicilio de la familia de acogida). Sois unas personas despreciables y voy a arruinaros vuestras vidas, os lo prometo. Estáis avisados".
Un segundo mensaje amenazante, reproducido arriba a la derecha, fue recibido mientras la familia presentaba la denuncia ante la Policía, contó Silvia, que no albergaba dudas sobre quién es el autor de unos mensajes de móvil tan violentos.
"¿Cómo van a entregar a la niña a esa persona? La madre biológica de Margarita ha denunciado hace unos días que ha recibido amenazas del británico en su lugar de trabajo y también dijo que cuando se quedó embarazada de Margarita y se lo comunicó a su pareja, éste le instó a que abortara y respondió a la negativa de la madre con una paliza. En el IMAS se han limitado a decirme que han evaluado al británico y que tenía buen aspecto y dinero y que con eso bastaba. No estoy pidiendo que me dejen a la niña sino tan sólo que sean más cautos a la hora de entregársela a su padre", todavía se mostraba indignada ayer Silvia, que buscaba un alojamiento "seguro" para este fin de semana antes de partir el próximo domingo a Madrid para explicar su caso en un programa televisivo.
El IMAS, por su parte, explicó en un comunicado que la familia aceptó acoger a la menor dentro del programa de familia canguro del año 2007 que, recalcó, supone un acogimiento temporal y la renuncia a la adopción por parte de la familia de acogida. En el momento de la adopción la pequeña sólo tenía madre reconocida.
En 2009, el IMAS determina que la madre biológica no está capacitada para recuperar a la menor e inicia un proceso de adopción. En ese momento, la progenitora comunica la existencia de un padre biológico que reclama la tutela. Tras un proceso judicial que reconoce la paternidad del británico, el Institut también determina que el hombre es apto para obtener la custodia de su hija.
Según el comunicado del IMAS, desde entonces se inició un proceso de adaptación de la menor con un régimen de visitas de su progenitor en el que, según la institución, la familia de acogida se negó a colaborar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario