17/07/2011 MARIBEL AMORIZA
Más del 55% de las parejas divorciadas en la provincia en el 2010 tienen hijos, la mayoría, menores
Esta semana la Confederación Estatal de Padres y Madres Separados ha expresado ante el Congreso de los Diputados la urgencia de hacer preferente la custodia compartida en toda España y no solo en Castellón, Valencia y Alicante, donde rige desde mayo una ley que así lo establece, y que ha sido recurrida por el Gobierno estatal ante el Tribunal Constitucional.A la espera de ver cómo acaba el proceso en los tribunales, son hechos que afectan a una proporción de la población castellonense que crece a un ritmo elevado, como parte de un cambio social que todavía se está gestando.
Los datos que revela la última Encuesta de Población Activa (EPA), la foto fija realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) al término del primer trimestre de este año, destacan que 23.300 adultos de la provincia son separados o divorciados, lo que representa el 4,7% del total de los mayores de 16 años.
Quienes cuentan con este estado civil son, además, 7.800 más que hace cinco años, cifra que supone un incremento del 50,3% sobre los guarismos del 2006.
En términos proporcionales, esta subida contrasta con la registrada en el número global de residentes castellonenses de la misma franja de edad, que es del 8,9%. Una aportación más de las estadísticas llega desde el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuyo balance del 2010 indica que en ese ejercicio en más de la mitad, en el 55,3%, de las parejas que se divorciaron hay hijos implicados, en su mayor parte menores. En el 4% de estas causas, la custodia fue para el padre; en el 88%, para la madre y, en el 8% restante, la decisión judicial fue de responsabilidad compartida.
Durante estos últimos años de crisis, el número de procesos judiciales de este tipo ha vivido una evolución inicial a la baja, para estabilizarse después. No obstante, los expertos estiman que la situación de recesión general afecta, para mal, a las parejas.
economía y crispación // El psicólogo y perito judicial castellonense Carlos Hidalgo señala a este diario que “la crisis está afectando mucho en los hogares, porque los crecientes apuros económicos hacen que haya también mucha más crispación”.
Hidalgo puntualiza que “en la Audiencia Provincial hay cientos de sentencias de pisos embargados que salen a subasta y situaciones como perder la casa o que los dos miembros del matrimonio estén en el paro envenena la relación”. En todo caso y una vez alcanzado este límite, el experto tiene claro que la separación tiene consecuencias negativas serias para los dos implicados adultos, independientemente de que, cuando hay hijos, los menores deben ser la prioridad.
Según Carlos Hidalgo, “los dos sufren, el que inicia la separación, porque a menudo tiene dudas y sentimientos de culpa; y el otro, que es a quien han dejado, cuya autoestima se resiente y, si ha sido por otra persona, lo lleva todavía mucho peor”.
En cuanto a cómo encaja la sociedad provincial en general este modelo de familia, este especialista señala que, en los últimos años, “la reacción se ha normalizado mucho”. Añade que “hace no tanto, el separado estaba estigmatizado, marcado de forma negativa y, ahora, su situación se percibe como mucho más normal”. Pone el ejemplo de un aula en la que seis de cada cuatro niños son hijos de padres separados”.
http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/noticia.asp?pkid=672666
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