Martes, 3 de Enero de 2012
¿Cuándo una mujer permite que su agresor se acerque a ella por propia voluntad y cuándo lo hace atenazada por el miedo? Éste es el permanente dilema al que se enfrentan los jueces cuando dirimen en casos de quebrantamiento de condena. Desde la Fiscalía de Cádiz ya han alertado en más de una ocasión que las absoluciones que se dictan en asuntos de estas características hacen un flaco favor a las víctimas en muchas ocasiones, ya que la decisión de recuperar la convivencia con aquel que la había maltratado previamente no es una decisión que adopta desde la plena libertad.
Sin embargo, en otras ocasiones la veracidad del testimonio de la mujer, cuando decide denunciar, queda en entredicho en el mismo acto del juicio oral. Así ha ocurrido recientemente en el juzgado de lo Penal nº 3 de Cádiz, donde se sentó en el banquillo de los acusados un vecino de Chipiona por un delito de quebrantamiento de condena. El asunto se resolvió con una sentencia absolutoria para él y el inicio de un procedimiento judicial en su contra, para ella. De víctima a sospechosa de haber cometido un delito de denuncia falsa. Ella lo reconoció en el juicio. Según recoge la sentencia del juzgado, el hombre fue denunciado en 2010 por su esposa. Le acusó ante la Guardia Civil de haber incumplido la sentencia que le impedía aproximarse a ella desde el 27 de enero de 2010 hasta el 25 de enero de 2013. En concreto, aseguró que en febrero de 2010 y bajo su consentimiento, su esposo accedió a la casa y se instaló en la misma durante diez días.
Una condena anterior
El procesado había sido condenado en 2008 por golpear a su mujer (delito de lesiones) a una pena de seis meses y diez días de prisión, cuya ejecución fue suspendida por tratarse de una condena inferior a los dos años. Además, el juez le impuso una orden que le prohibe acercarse a su pareja durante tres años. Nada más ser denunciado, la Guardia Civil lo detuvo y el juez lo interrogó como imputado. En ese momento, según recoge la sentencia, reconoció que había quebrantado la orden, pero después en el juicio alegó que se había confundido de fecha y que creía que le preguntaban por otros hechos.
Esta contradicción podía ser insuficiente para que le absolvieran. Sin embargo, el testimonio de la supuesta víctima y del hijo de ambos terminaron por cimentar la sentencia a favor del acusado.
http://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20120103/ciudadanos/victima-sospechosa-asunto-violencia-20120103.html?mid=56
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