ARGENTINA
Aseguraron que la familia política lo discriminó y le impidió ejercer su derecho de paternidad.http://www.elesquiu.com/notas/2014/3/13/policiales-317236.asp
Uno de los tantos reclamos que Rodrigo (centro) realizó por su hijo.
El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, apoyó la lucha de Rodrigo Álvarez Parma al emitir un dictamen donde consideraron que el mismo fue discriminado por una dificultad en el habla y por ello le impidieron ejercer sus derechos como padre.
El mencionado, lleva adelante acciones en la justicia debido a que luego de que naciera su hijo, la madre de éste comenzó a impedirle el contacto y luego se lo llevó de manera ilegítima a Santa Cruz, quedando de por medio un juicio para determinar el régimen de tenencia.
Luego de llevar el caso ante el INADI, la asesoría letrada del organismo de derechos humanos se expidió asegurando que existen pruebas de que las denunciadas (la madre y la abuela del menor) tuvieron un “acto o conducta discriminatoria” contra Rodrigo, valiéndose de una leve dificultad en el habla para evitar que tenga contacto y comunicación con su hijo.
El problema en el habla de Rodrigo comenzó cuando era pequeño y padeció meningitis. De todos modos, esto no le impide desempeñarse normalmente en sus actividades cotidianas ni en su ambiente laboral. La relación entre el joven y la madre de su hijo siempre fue desaprobada por los padres de ésta, por lo que luego de los problemas para tener contacto con el pequeño se inició en el Juzgado de Familia Nº 2 el correspondiente juicio. En medio de ello, la mujer se mudó al sur del país sin autorización.
“Da bronca”
En diálogo con El Esquiú.com, Rodrigo Álvarez Parma explicó que si bien “la sentencia del INADI” le servirá para adjuntar al expediente cuando éste “baje de nuevo“, permitiéndole más adelante llevar a cabo otro juicio por daños morales, para él lo primordial es recuperar a su hijo.
“Tengo una sentencia que dio la jueza de primera instancia de la guardia provisoria que nunca se cumplió, el nene me lo tenían que dar y todo se dilata, el expediente sube, baja y da vueltas. Necesito que los jueces del tribunal de cámara fallen, sino no puedo hacer nada”.
La última vez que Rodrigo tuvo contacto con su hijo ocurrió en septiembre del año pasado, en un encuentro extrajudicial que duró 7 días. “Desde ese entonces que no sé más nada de él, sigue creciendo y hace dos semanas cumplió los dos años. Su madre no aparece y la situación es desesperante, me da bronca que no se haya cumplido con lo que dijo la justicia acá”, expresó.
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