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martes, 18 de agosto de 2009

Hombre, de entre 35 y 45 años. Divorciado y que se ha quedado sin trabajo......«están al inicio del recorrido hacia la pobreza»


Hombre, de 40 años y sin trabajo
La crisis motiva un cambio en el perfil del usuario del Albergue Covadonga, que acoge ahora a personas mucho más jóvenes y que «están al inicio del recorrido hacia la pobreza»

17.08.09 - OLAYA SUÁREZ GIJÓN
Hombre, de entre 35 y 45 años. Divorciado y que se ha quedado sin trabajo, normalmente del sector de la construcción. Es el perfil del usuario del Albergue Covadonga. La crisis económica ha motivado un cambio del perfil de personas que acuden al centro benéfico gijonés. «Cada vez viene gente más joven a la que se le ha acabado la ayuda del paro y que además tiene alguna carga familiar o ha perdido su vivienda por un divorcio o un embargo bancario», explica Mónica González Rodríguez, trabajadora social del albergue.
Hasta hace pocos meses, la mayoría de los usuarios presentaban problemas de drogadicción o de alcoholismo. «Ahora se aprecia una mayor afluencia de personas a las que podríamos denominar 'normalizadas'. Esto es, que llevan poco tiempo viviendo en la calle y no presentan problemas psíquicos ni de adicciones, simplemente están en paro y buscan trabajo. Están al inicio del recorrido hacia la pobreza», afirma la trabajadora social.
Según recoge la memoria anual de la institución benéfica, el pasado año hicieron uso de sus servicios de alojamiento 924 personas, un 9% más que en 2007, que sumaron 13.318 estancias, lo que representa un incremento del 12% respecto al año anterior.
Este verano, y como sucede en casi todos los periodos estivales, «aumentan los usuarios, sobre todo en comidas, no en pernoctaciones». El cierre por vacaciones de los albergues de Santander, El Ferrol y León explica que hasta Gijón se desplacen transeúntes desde otras comunidades autónomas limítrofes. «La demanda en verano es diferente, es gente de paso que viene a comer o a cenar. Sin embargo, en el invierno se trata de personas que vienen con una precariedad total y que necesitan urgentemente un alojamiento», comentan los responsables de la instalación.
50 camas disponibles
El centro cuenta con 50 camas: 20 para mujeres, 30 para hombres y cuatro reservadas para casos de emergencia. El 83% de los usuarios del Albergue Covadonga son varones, si bien la presencia femenina es cada vez más habitual por la «carencia de recursos residenciales y asistenciales para mujeres».
Un 51% de las personas que visitaron el centro en 2008 están en la franja de edad de los 40 a los 59 años y el 70% tiene un bajo nivel de estudios. El 22% de la población atendida era inmigrante, mayoritariamente de la Unión Europea -con prevalencia de los nacidos en Rumanía y Portugal-. Entre los inmigrantes africanos predominan los marroquíes. Y entre los sudamericanos, Brasil es el país más presente.
A pesar de que en los últimos meses la crisis económica parece haberse agudizado, el número de usuarios del Albergue Covadonga no se ha disparado, como se preveía en este contexto. «Hay mucha gente nueva que antes no venía, pero también hay otros muchos que han empezado a cobrar el salario social y han dejado de venir a comer o a dormir. Esto hace que se nivelen las cifras y que no se hayan disparado por la crisis», explica la trabajadora social.
El servicio de comedor sirvió 31.127 menús en 2008. Para atenderlo, es imprescindible la colaboración de los cerca de 90 voluntarios con que cuenta el centro y que se ocupan tanto de dar las comidas como de gestionar y repartir entre los más necesitados la ropa que les llega de donaciones. «La solidaridad forma parte de la sociedad y más en estos tiempos, por lo que no podemos hacer como que no pasa nada. Nos vemos en la obligación moral de ayudar a quien más lo necesita», comenta una de las voluntarias mientras sirve un plato de comida.
En sus 21 años de existencia, el albergue ha abierto 5.800 nuevos expedientes. 5.800 casos de dramas, necesidades e historias personales que a veces tienen final feliz . El cartel que cuelga en la entrada del edificio resume su filosofía: «Acoge, cuida y conforta».
http://www.elcomerciodigital.com/aviles/20090817/gijon/hombre-anos-trabajo-20090817.html

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