Moral de Calatrava (Ciudad Real), 17 ago (EFE).- Unas treinta mujeres han mostrado esta tarde, en Moral de Calatrava, su apoyo a Araceli Rozas García, quien reclama a la justicia que "un punto de encuentro" que le permita poder ver a sus dos hijas menores, así como su custodia, actualmente en poder del padre, ya que considera "injusta" la sentencia del divorcio.
"Lo único que pido es que me dejen ver a mis hijas, que yo no he tenido orden de alejamiento para que me las nieguen ni sentencia de malos tratos", ha afirmado Araceli Rozas, quien considera que ha sido "una buena madre para mis hijas y lo seguiré siendo hasta que me muera".
Araceli Rozas García, madre de tres hijas, ha explicado a los medios de comunicación que, tras dos años y medio de divorcio, el Juzgado de Instrucción de Primera Instancia de Valdepeñas ha otorgado la custodia de sus dos hijas menores a su ex marido debido al incumplimiento del régimen de visitas marcado inicialmente.
En este sentido, Araceli ha apuntado que han sido sus hijas menores las que se han negado en reiteradas ocasiones a pasar un tiempo con su padre y, a este respecto, ha afirmado que "no podía obligarlas".
Además ha subrayado que las veces que se cumplió el régimen de visitas fue porque metió a sus hijas en el coche "a la fuerza".
Araceli ha explicado que su matrimonio "comenzó a ir mal por lo que todo el mundo sabe" y, "tras años de aguantar maltratos físicos y psíquicos", decidió "denunciar", algo que hizo tras ser agredida e insultada por su ex pareja en la romería del municipio.
La denuncia de Araceli Rozas acabó convirtiéndose en una sentencia firme, que condena a su ex pareja a seis meses de cárcel, tal y como ha podido conocer EFE.
"Mis hijas lo han visto todo durante cinco o seis años", ha aseverado Rozas, quien esta tarde ha recibido constantes muestras de afecto por parte de las mujeres allí concentradas, que han portado diferentes pancartas reclamando justicia para Araceli.
Ésta ha indicado que desde que entregó a las menores su ex pareja el pasado 30 de mayo, cumpliendo así la sentencia del divorcio -posterior a la sentencia por malos tratos-, sólo ha tenido una oportunidad de ver a sus hijas y ha hecho público su dolor de "vivir en el mismo pueblo", sin poder estar con sus hijas, "que me necesitan".
Por su parte, el ex marido ha afirmado que su ex mujer está imputada penalmente por denuncia falsa contra él y que no está imputado en ningún procedimiento por maltrato a ninguna de sus tres hijas.
Asimismo, el ex marido, en un comunicado remitido a EFE, ha explicado que la custodia de dos de sus hijas le fue retirada a la madre en base a un informe psicológico del Instituto de Medicina Legal de Toledo y Ciudad Real, como consta en la sentencia de divorcio. EFE 1011007
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=82581
"Lo único que pido es que me dejen ver a mis hijas, que yo no he tenido orden de alejamiento para que me las nieguen ni sentencia de malos tratos", ha afirmado Araceli Rozas, quien considera que ha sido "una buena madre para mis hijas y lo seguiré siendo hasta que me muera".
Araceli Rozas García, madre de tres hijas, ha explicado a los medios de comunicación que, tras dos años y medio de divorcio, el Juzgado de Instrucción de Primera Instancia de Valdepeñas ha otorgado la custodia de sus dos hijas menores a su ex marido debido al incumplimiento del régimen de visitas marcado inicialmente.
En este sentido, Araceli ha apuntado que han sido sus hijas menores las que se han negado en reiteradas ocasiones a pasar un tiempo con su padre y, a este respecto, ha afirmado que "no podía obligarlas".
Además ha subrayado que las veces que se cumplió el régimen de visitas fue porque metió a sus hijas en el coche "a la fuerza".
Araceli ha explicado que su matrimonio "comenzó a ir mal por lo que todo el mundo sabe" y, "tras años de aguantar maltratos físicos y psíquicos", decidió "denunciar", algo que hizo tras ser agredida e insultada por su ex pareja en la romería del municipio.
La denuncia de Araceli Rozas acabó convirtiéndose en una sentencia firme, que condena a su ex pareja a seis meses de cárcel, tal y como ha podido conocer EFE.
"Mis hijas lo han visto todo durante cinco o seis años", ha aseverado Rozas, quien esta tarde ha recibido constantes muestras de afecto por parte de las mujeres allí concentradas, que han portado diferentes pancartas reclamando justicia para Araceli.
Ésta ha indicado que desde que entregó a las menores su ex pareja el pasado 30 de mayo, cumpliendo así la sentencia del divorcio -posterior a la sentencia por malos tratos-, sólo ha tenido una oportunidad de ver a sus hijas y ha hecho público su dolor de "vivir en el mismo pueblo", sin poder estar con sus hijas, "que me necesitan".
Por su parte, el ex marido ha afirmado que su ex mujer está imputada penalmente por denuncia falsa contra él y que no está imputado en ningún procedimiento por maltrato a ninguna de sus tres hijas.
Asimismo, el ex marido, en un comunicado remitido a EFE, ha explicado que la custodia de dos de sus hijas le fue retirada a la madre en base a un informe psicológico del Instituto de Medicina Legal de Toledo y Ciudad Real, como consta en la sentencia de divorcio. EFE 1011007
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