R. VALLE
-¿Para que sirve la recién creada unidad de genero del pacto por el empleo «Gijón Innova?
-La unidad de género que constituimos el Ayuntamiento de Gijón, Comisiones Obreras, UGT y la Federación Asturiana de Empresarios es una apuesta por desarrollar las cuestiones de la ley de Igualdad que tienen que ver con el empleo. Una apuesta que se hace de manera muy consciente y entendiendo que la igualdad en el empleo es algo que no solamente es un derecho evidente de las mujeres sino que, además, es una necesidad de nuestro sistema productivo. La incorporación laboral es un hecho ya entre las mujeres menores de 34 años, donde las tasas de actividad en Asturias son un poquito superiores a las de los varones, pero este deseo de las mujeres de incorporarse al mercado laboral tiene que ir acompañado de un cambio de cultura en algunos sectores productivos. Se necesita ir integrando a las mujeres en los sectores donde no han estado suficientemente presentes para conseguir que puedan ajustar esos desequilibrios que se van a producir en el mercado laboral en los próximos años como consecuencia del descenso de la población.
-¿Una labor preventiva de futuro antes que una discriminación positiva de presente?
-Conviven las dos cosas. El derecho de las mujeres al trabajo en igualdad, y eso significa la posibilidad de trabajar en todos los sectores, la posibilidad de avanzar hacia la igualdad salarial, la posibilidad de conciliar vida familiar y laboral, de evitar que las mujeres sean discriminadas en los procesos de promoción profesional, coincide con una necesidad del sistema productivo de incorporación plena de las mujeres para compensar la reducción de población activa que se va a producir en los próximos años. Muchas empresas van a pasar de gestionar unas plantillas muy homogéneas, con trabajadores que cumplen el perfil de varones y adultos, a gestionar lo que se llama la diversidad: plantillas de hombres y mujeres, con personas de distintas edades y probablemente con distintos orígenes.
-El concepto de conciliación tuvo su trascendencia en actuaciones de este mandato como el impulso a las escuelas infantiles y el programa «11x11». ¿Algún proyecto más?
-Son dos programas públicos importantes y junto a ellos hay que ver cómo a través de los convenios en las empresas se pueden ordenar y regular de la mejor manera posible derechos que permitan tanto a hombres como a mujeres conciliar sus responsabilidades laborales con las familiares. Este último aspecto puede ser objeto de desarrollo a través de experiencias como la de la unidad de género.
-Un juez de Gijón acaba de dictar un auto muy llamativo en el que impone la guarda y custodia compartida a un matrimonio de la ciudad en proceso de divorcio. ¿Es la mejor opción para la familia?
-La custodia compartida parece la medida más justa en cuanto plantea que se repartan al 50% las responsabilidades en relación con los menores y también al 50% las obligaciones y los derechos. No obstante yo opino que siendo una fórmula que puede ser buena en algunos casos, sobre todo si se produce de común acuerdo, es menos buena cuando se produce sin que exista acuerdo previo entre padre y madre. La guarda y custodia tiene que ver con la atención cotidiana de los hijos y la ley del Divorcio, con buen criterio en mi opinión, plantea que se aplique de manera excepcional en el caso de que no haya acuerdo entre los dos cónyuges. No es tan evidente pensar que la custodia compartida es lo mejor para los menores. Sí es lo mejor para ellos que la ruptura de la convivencia de la pareja sea dialogada y tenga quien tenga la custodia se mantenga el mayor contacto con los hijos. Si no hay acuerdo entre la pareja la custodia compartida puede ser muy negativa para la educación y para la convivencia.
-¿Acuerdo y una situación económica que lo favorezca? No todas las familias pueden permitirse tener varias viviendas
-Es una opción que socialmente no es asumible por todas las familias. Y en caso de perjudicar, perjudicaría a la parte más débil desde el punto de vista económico.
-¿La custodia compartida es un triunfo de los hombres?
-Se está reivindicando básicamente por parte de las asociaciones de hombres separados. Ese es el ámbito de reivindicación y no otro. No la piden otro tipo de asociaciones ni es la opción que se vea como mejor entre las organizaciones de mujeres. No quiero demonizar la custodia compartida porque puede ser una opción legítima, válida y positiva pero en lo que no coincido es que se quiera establecer esa opción como el modelo generalizable y bueno para todo el mundo. La custodia compartida puede ser muy positiva en el caso de parejas que hayan tenido una convivencia muy igualitaria donde se compartieran las responsabilidades familiares y se posibilitó el desarrollo profesional de ambos miembros de la pareja pero cuando la realidad no es esa sino que, y es lo habitual, es la mujer quien renuncia a una promoción profesional o quien elige estar a tiempo parcial para cuidar a sus hijos la custodia compartida puede ser una opción más lesiva para la parte más débil.
-¿Y la realidad es que no hay esa convivencia igualitaria?
-Hay algunos datos evidentes. El permiso de maternidad se puede compartir entre padre y madre a partir de la sexta semana después del parto. Este derecho está reconocido desde hace once años y a día de hoy el número de mujeres que lo ejercen es del 97%. Si miramos el número de personas que abandonan el mercado de trabajo por cuidado de hijos, el 94% son mujeres. Igual que las excedencias por cuidado de hijos. En el caso de personas que trabajan a tiempo parcial para combinar trabajo con cuidado familiar estaríamos hablando de un 96% de mujeres en España. Esto es así, no hay una situación de igualdad, Y no se puede hacer de la separación el punto cero a partir del cual la pareja se va a desenvolver de manera igualitaria. Eso es hacer trampa. La igualdad se tiene que producir desde el inicio de la vida de pareja. Si así fue, bienvenida la custodia compartida. Si no se ha producido, y como las mujeres ejercen en mayor medida el cuidado y la vinculación afectiva de los hijos es mayor con ellas, en esos casos la custodia compartida puede vivirse por las mujeres y sus hijos como una imposición injusta. A mayores tampoco deberíamos dar a este tema una dimensión que no tiene porque se calcula que sólo es del 10% el porcentaje de hombres que piden la custodia compartida y quienes la piden individual para si mismos es mucho menor todavía. La demanda social está más en la línea de que la custodia la mantengan las mujeres. Eso puede cambiar en el futuro pero hoy por hoy es así y la aplicación de las leyes debe respetar estos procesos sociales.
-¿Cuál es su reflexión sobre la aplicación de la ley del aborto?
-La aplicación en Asturias es ejemplar. Desde el mismo día en que entró en vigor la ley estaban establecidos todo el conjunto de dispositivos en los que la mujer puede tener información y asesoramiento y organizados también los servicios tanto públicos y privados que van a intervenir, con todas las garantías, en el caso de que una mujer decida practicar una interrupción voluntaria del embarazo. Esto es respetar el estado de Derecho, es respetar los derechos de las mujeres y poner los servicios públicos a disposición del Estado de Derecho. Desde luego lo que están pretendiendo hacer las comunidades autónomas del PP, que no sólo no han organizado los servicios sino que están planteando una negativa ideológica a aplicar la ley, es directamente no acatar el Estado de Derecho. Y eso en un país democrático y en partidos que juegan en el marco democrático no hay derecho y hay que criticarlo con toda crudeza.
-¿Se distingue entre mujeres de primera y segunda categoría según su lugar de residencia?
-Totalmente y eso no se puede tolerar. No vale que cuando hay una ley que no me gusta, yo no la aplico. Recuerdo que cuando el PP gobernaba en España y el PSOE en algunas comunidades, jamás se negó a la aplicación de una ley del Estado. El PP lo hace de manera habitual, lo hizo con la asignatura de ciudadanía, con la subida del IVA y ahora con la ley del aborto. Eso sitúa al PP en una posición de no respetar las reglas del juego democrático. No es aceptable.
-Nunca hubo tanta información en temas de violencia de género y nunca hubo tantas víctimas, dos de ellas en Gijón. ¿Casualidades de las estadísticas o el resultado de un trabajo mal encarrilado?
-Las cosas se están haciendo bien desde el punto de vista de arbitrar recursos. ¿Qué falla? La realidad es que no mueren las mujeres que ponen denuncia sino las que no la interponen. En muchos casos vemos que son mujeres que iniciaban un proceso de separación y, en ese momento, se agudiza la tensión y se produce el asesinato. Por eso la asignatura pendiente está en explicar a las mujeres que hay que denunciar las situaciones de violencia de género porque esa denuncia pone en marcha todo el dispositivo de protección de la víctima. Si el conocimiento de los hechos no llega a las instituciones la posibilidad de poner en marcha esos dispositivos de protección queda absolutamente anulada. Se necesita labor divulgativa. La denuncia es necesaria para protegerlas más que para castigar a los agresores.
«La denuncia es necesaria para poder proteger a las víctimas de violencia de género más que para castigar a los agresores»
Perfil
Begoña Fernández
Mierense nacida en diciembre de 1963, Begoña Fernández Fernández es concejala del Ayuntamiento de Gijón desde 2007. Sus responsabilidades municipales incluyen las áreas de Empleo, Juventud e Igualdad. Antes de iniciar su carrera política municipal, Begoña Fernández fue diputada regional por el PSOE, directora del Instituto Asturiano de la Mujer en los años de creación de la Casa Malva y el Consejo Asturiano de la Mujer y presidenta de la Asociación de Mujeres Progresistas de Asturias.
http://www.lne.es/gijon/2010/07/15/custodia-compartida-opcion-valida-generalizarse/942587.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario