LA entrada en vigor la Ley del Aborto refleja, una vez más, el desprecio de los socialistas por la opinión de los ciudadanos, puesto que se nos ha impuesto una reforma sin demanda social, sin consenso y en contra de lo prometido en campaña electoral. Se trata de una reforma fraguada a espaldas de la mayoría de españoles, especialmente de los votantes socialistas, puesto que ésta medida no estaba en su programa electoral y en contra de la opinión de millones de familias que salieron a la calle reclamando ser escuchadas. Nada de eso importó al señor Zapatero, pero lo más grave es que lo que proteger a la mujer, es lo que menos le ha importado. Las menores entre 16 y 18 años no tendrán que informar a sus padres de su decisión de interrumpir su embarazo limitándose a alegar que hacerlo les supone un conflicto. La reforma defendida por la ministra Bibiana Aído es la ley más radical de Europa, puesto que instaura el aborto libre y gratuito hasta las 14 semanas y deja la puerta abierta a abortar pasado ese plazo. Del mismo modo, reduce a sólo tres días el periodo mínimo de reflexión de la mujer: este plazo, que es el más corto en las legislaciones europeas, supone a mi juicio una grave contradicción en materia de respeto y protección a la mujer por parte de un Gobierno que ha hecho de la Igualdad y la defensa de los derechos de la Mujer una de sus banderas. Pero como en tantas otras cosas, el feminismo de Zapatero es falso. En España, ya era legal el aborto en determinados supuestos y siempre protegiendo a la mujer, sin embargo, partir de ahora, y gracias a esta modificación legal, las mujeres vuelven a estar desprotegidas. El falso feminismo socialista sigue situando a la mujer en el papel de víctima permanente, favoreciendo su posición de depositaria de errores ajenos antes que impulsando vías como su formación en valores de responsabilidad y una educación sexual rigurosa y seria, apartada de las frivolidades y de los gestos cara a la galería. Por otra parte, la reforma disminuye las garantías de la menor gestante, impidiendo a los padres ejercer su derecho a formar a sus hijos y prescinde del apoyo familiar ante un hecho de gran trascendencia.
Desde el punto de vista jurídico, la Ley del Aborto impulsada por Zapatero contradice además la jurisprudencia del Tribunal Constitucional: convierte una despenalización en un derecho y desprotege totalmente el derecho a la vida del no nacido, lo que resulta incompatible con el art.15 de la Constitución Española que reconoce que "todos tienen derecho a la vida". Por eso desde el Partido Popular hemos solicitado la suspensión de la Ley, habida cuenta que las consecuencias de la aplicación de la misma va a provocar efectos y consecuencias ciertamente irreparables para la madre y claramente para el no nacido. Desde el Partido Popular seguiremos luchando para que se imponga el derecho de una mujer a ser madre de un modo pleno y consciente, frente a la ideología socialista de salón y el falso feminismo.
http://www.elalmeria.es/article/opinion/741627/ley/aborto/falso/feminismo.html
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