Abuelos de segunda

Un abuelo de Valladolid protesta en los Juzgados para pedir la custodia de sus nietos. / Á. S
Lucía Fox Ortega

26/09/2010
Se habla mucho de los derechos de unos y de otros, pero se habla muy poco de los derechos de los abuelos paternos –quiero aclarar este punto, ya que los maternos, en nuestro caso, ha sido todo lo contrarío, han podido disfrutar casi a diario sin ser perseguidos, como nosotros–, unos derechos esenciales para cualquier abuelo, sea del padre o de la madre, a participar en la vida de su nieta. Entiendo que las madres tiren más a sus padres, es lógico, pero tiene que entender que somos iguales que sus padres y que queremos disfrutar lo mismo que ellos de nuestra Nadia. No se puede o no se debe dejar con unos abuelos cinco días a la semana con algún que otro fin de semana –abuelos de primera– y a nosotros ni siquiera un rato –abuelos de segunda. Me pregunto, si es justo, ¿qué hay que hacer para tener las mismas oportunidades, los mismos derechos que ellos?
Puede parecer que mi hijo no tome parte en este asunto, nada más lejos de la realidad, gracias a él y a su interés aún la hemos podido tener en alguna ocasión –eso sí, observados y vigilados en todo momento por Esperanza. Creo que mi hijo es también víctima de la situación, es conocedor de las leyes tan injustas con aquellas personas que, por su carácter, son nobles y huyen de la confrontación, y de esto se aprovechan personas como su mujer. Esperemos que algún día llegue la custodia compartida de una vez por todas y, si llegara el momento, que él tuviera los mismos derechos que ella.
Hoy me siento discriminada como abuela y como madre. Espero algún día disfrutar de mi nieta mucho tiempo y conseguir ser abuela de primera al igual que los son los abuelos maternos.
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