Fecha de publicación: 15/10/2010
Dice que nota la crisis en las propinas de cada día
No siente lo mismo cuando le deja a algún niño que le toque la nariz que cuando alguien pretende tocarle las narices. Sobre todo porque Ramón Ambite (60 años) suele estar cada día en la esquina de una calle, pero siempre disfrazado de payaso. Como en la canción de Falete, oculta su fracaso con risas y alegrías. Aunque a veces no pueda soportar más su careta, porque dentro de su pecho lleva un corazón sufriendo, sigue fingiendo ante el mundo un rostro de felicidad. «Llevo haciendo el payaso 26 años desde que me separé de mi mujer», afirma sonriente. -¿Tan fuerte le dio tras su separación? -(Risas). No, lo que ocurre es que siempre me gustó trabajar para los niños, hacerles reír es mi mayor gratificación. -¿Estuvo en algún circo? -Sí, en varios. Recorrí muchos lugares de España, pero nunca salí al extranjero. -¿Qué número hacía? -Pues payasadas, darle globos a los niños. En realidad, la mayoría de las veces yo estaba en la puerta como reclamo para que los niños entraran, dándoles globitos y caramelos. -¿De dónde es usted? -Soy catalán de nacimiento, pero asturiano y gallego de adopción. Ahora estoy viviendo en una pensión en Vigo. -¿Cuándo cambió el circo por la calle? -Hace varios años que me puse a ejercer de payaso yo solo, porque tenía problemas en el corazón y decidí ir a mi aire. -¿Tuvo algún otro trabajo? -Sí, de escayolista, pero me faltaron años de cotización para la pensión. Vivo de las propinas que me dan por los globos, dado que no le fijo precio. -¿Y qué tal le va con las propinas? -Voy malviviendo, por la crisis. Les cuesta echarme unos céntimos. Ahora tengo que estar todo el día en la calle para poder comer y, algunos, ni me llega para la pensión. -¿Algún vicio? -Ninguno, no me los puedo permitir. Bebo agua y no fumo.
http://www.lavozdegalicia.es/vigo/2010/10/15/0003_8785339.htm
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