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sábado, 4 de diciembre de 2010

Cuando un padre secuestra a su hijo: El servicio fiscal objeta

Sábado, 4 de Diciembre, 2010
David Kocieniewski
The New York Times/Siglo21
Para los padres de niños desaparecidos, cualquier pizca de información que pudiera conducir a un secuestrador es preciosa.
A tres años de una espantosa búsqueda de su hijo secuestrado, Susan Lau recibió un indicio. Su distanciado esposo, que se había fugado con su hijo de 9 años de edad de Brooklyn, aparentemente había presentado una declaración de impuestos mencionando al hijo como exención.
Los investigadores actuaron rápidamente para buscar el domicilio donde su reembolso fiscal había sido enviado. Pero el Servicio de Recaudación Fiscal (IRS, por sus siglas en inglés), no fue muy comunicativo.
“Básicamente dijeron olvídenlo”, dijo Julianne Sylva, una investigadora en casos de secuestro de niños que ahora es subfiscal de distrito en el Condado de Santa Clara, California.
El gobierno de Estados Unidos, el cual según su propia admisión tiene datos que pudieran ser útiles en el rastreo de miles de niños estadounidenses desaparecidos, dice que las leyes de privacidad del contribuyente restringen la divulgación de información contenida en las declaraciones fiscales.
“Haremos lo que podamos dentro de los confines de la ley para facilitar la ejecución de la ley en la búsqueda de niños secuestrados”, dijo Michelle Eldrige, una portavoz del IRS.
Las leyes de privacidad, promulgadas hace una generación para evitar los abusos de la información confidencial del contribuyente de la era del Watergate, tienen excepciones específicas que permiten al IRS entregar información en casos de manutención infantil y para ayudar a las agencias federales determinar si un solicitante califica para beneficios federales basados en el ingreso.
Pero debido a los lineamientos en el manejo de casos criminales, hay varios obstáculos para los padres e investigadores que buscan a un secuestrador de niños; aun cuando el contribuyente en cuestión sea un fugitivo y esté sujeto a una orden de captura por delito grave.
Unos 200,000 secuestros familiares se reportan cada año en Estados Unidos, y la mayoría de ellos se origina en disputas por la custodia entre esposos separados. Unos 12,000 duran más de seis meses, según estadísticas del Departamento de Justicia, e involucran a padres secuestradores que asumen identidades falsas y viajan por el país para escapar de la detección.
Pero, aunque parezca contrario a lo que se pudiera pensar, una cifra importante presenta uno de los documentos más invasivos de la burocracia, una declaración de impuestos federal. Un estudio dado a conocer por el Departamento del Tesoro en 2007 examinó los números de Seguridad Social de 1,700 niños desaparecidos y los familiares sospechosos de secuestrarlos y encontró que más de un tercio habían sido usados en declaraciones fiscales presentadas después de que tuvieron lugar los secuestros.
Criminólogos dicen que es poco claro qué motiva a un secuestrador infantil a presentar una declaración fiscal: confusión, desesperación financiera por un reembolso o un intento de evitar agravar los problemas criminales dejando de pagar impuestos. Cualquiera que sea la razón, los detalles en una declaración sobre el paradero de un secuestrador, su historia laboral y domicilio postal pueden ser cruciales para los detectives y padres que buscan a un niño desaparecido.
“No tiene mucho sentido”, dijo Harold Copus, un agente del FBI retirado que investigó casos de niños desaparecidos, sobre por qué los secuestradores ofrecen esa información. “Pero si estuvieran pensando claramente, no habrían secuestrado a su hijo en primer lugar”.
La ley prohíbe al IRS entregar datos de las declaraciones de impuestos a menos que un secuestro por parte de un padre esté siendo investigado como delito federal y un juez de distrito estadounidense ordene la divulgación de la información. Pero la vasta mayoría de los casos de padres secuestradores son investigados por fiscales estatales y locales, no como delitos federales, dicen investigadores y activistas en los casos de niños desaparecidos. Aun cuando el FBI interceda en casos de padres secuestradores, rara vez se admiten las solicitudes de datos del IRS.
Cuando el estudio del Departamento del Tesoro identificó cientos de sospechosos de secuestro que habían presentado declaraciones de impuestos, por ejemplo, una juez federal en Virginia se negó a emitir una orden autorizando al IRS a entregar sus domicilios a investigadores. La jueza, Leonie M. Brinkema, declinó discutir su decisión.
Los activistas a favor de niños desaparecidos dicen que los jueces federales a menudo argumentan que los casos de padres secuestradores corresponden más bien a tribunales familiares que a tribunales criminales.
“Existe esta sensación de que como el niño está con al menos uno de sus padres, realmente no es un problema”, dijo Abby Potash, directora de Team Hope, que aconseja a padres que están buscando a un hijo desaparecido.
El hijo de Potash fue secuestrado por un familiar que lo retuvo por ocho meses antes de que fuera recuperado. “Pero cuando uno es el padre que se queda atrás, es devastador. Te están robando la niñez de tu hijo o hija”.
En el caso de Lau, la búsqueda de su hijo desaparecido se prolongó durante dos años después de que el IRS rechazó la solicitud de los investigadores de la declaración de impuestos de su ex esposo. El niño eventualmente fue encontrado en Utah, después de que su foto apareció en un volante distribuido por grupos de niños desaparecidos, y se reunió con su madre a los 15 años de edad, después de cinco años separados.
Funcionarios del IRS se apresuran a señalar que han trabajado estrechamente con los activistas en defensa de niños desparecidos en algunas áreas. El programa “Imagínelos en Casa” del IRS ha incluido fotos de miles de niños desaparecidos en formatos enviados por correo a millones de contribuyentes desde 2001. Más de 80 niños fueron recuperados con la ayuda de ese programa.
Sin embargo, los intentos para cambiar la ley para dar a la agencia fiscal más libertad han fracasado en la última década. Dennis DeConcini, un ex senador demócrata de Arizona, cabildeó a favor del cambio en 2004 en nombre de un grupo de defensa infantil pero dijo que nunca cobró fuerza porque algunos miembros del Congreso temían que cualquier divulgación de los datos del IRS pudiera conducir a una erosión gradual de la privacidad del contribuyente. En años recientes, mucha de la legislación que involucra a niños desaparecidos se ha enfocado en secuestros internacionales.
Un problema que han enfrentado los defensores de los niños desaparecidos al proponer legislación es determinar cuánta información debería pedirse al IRS que divulgue de la declaración de impuestos de un supuesto secuestrador. ¿Esa divulgación debería solicitarse sólo si el número de Seguridad Social de un niño fuera enlistado en una declaración? ¿Los investigadores del secuestro infantil deberían recibir sólo el domicilio donde se envía un reembolso fiscal? ¿O la ubicación de un empleador que ha retenido impuestos sobre un supuesto secuestrador?
Griselda González, que no ha visto a sus hijos desde 2007, tiene una ligera esperanza que algún tipo de información pudiera reunir a su familia. Diego y Tammy Flores tenían sólo dos y tres años de edad cuando su padre se los llevó de su casa en Victorville, California, para una visita de una semana y nunca regresaron. Después de que González reportó su desaparición, se emitió una orden de detención por secuestro a nombre de su padre, Francisco Flores. Los registros financieros de Flores sugieren que había planeado sus acciones durante meses – retirando dinero de varias cuentas de banco y del plan de retiro 401(k) y tomando una segunda hipoteca – así que González duda que él incluyera a los niños como dependientes en una declaración de impuestos.
Pero le molesta que algunas leyes federales parecieran más preocupadas por la privacidad de un fugitivo que por la seguridad de sus hijos.
“Cuando te quitan a tus hijos, la parte más difícil es por las noches, al pensar en ellos yendo a dormir”, dijo. “Te preguntas quién los está arropando, quién los abrazará si tienen una pesadilla o los llevará al baño si despiertan. Y te preguntas si has hecho todo lo posible por encontrarlos.
“Sería bueno saber que uno lo ha intentado todo”, dijo.
Los defensores de los niños desaparecidos ven a los datos del IRS como un recurso potencialmente poderoso.
“Hay cientos de casos que esto pudiera ayudar a solucionar”, dijo Cindy Rudometkin, de la Fundación Polly Klaas. “Y aun cuando ayudara a solucionar sólo un caso, imagine si ese niño que regresa a casa fuera el suyo”.
http://siglo21.com/2010/12/cuando-un-padre-secuestra-a-su-hijo-el-servicio-fiscal-objeta/

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