Reunión de los lunes

Nos reunimos todos los lunes a las 20,30 horas en la C/Vinaroz nº31, entrada por C/Pradillo, MADRID ¡TE ESPERAMOS!

miércoles, 13 de abril de 2011

La lucha de una madre adoptiva

por Paula Ballesteros
MIÉRCOLES 13 DE ABRIL DE 2011
No se es madre sólo por traer al mundo un nuevo ser. El mal llamado instinto maternal se nos adjudica solo a la mujer dotada por la naturaleza para gestar, obviando que la genética nada tiene que ver con los sentimientos y con la capacidad de sacrificio por un hijo. Los sentimientos no se pueden medir, ningún rasgo externo identifica a las personas que los tienen de las que carecen de ellos. La polémica social sobre la necesidad de que en los casos de separación los menores se adjudiquen a la madre, se desmonta totalmente con un poco de reflexión.
Muchas madres son capaces de luchar hasta límites insospechados por sus hijos, pero ese reconocimiento no descarta a los padres. Naturalmente me refiero a los que por sus hijos sufren y luchan. También hay madres capaces de abandonar a sus hijos, incluso asesinarlos; frente a madres, abuelas, padres que representan lo mejor de lo que el ser humano es capaz de hacer.
La ley debería garantizar que solo las personas capaces de luchar por el bienestar de un niño, accedieran al derecho a tenerlo, pero las leyes están en manos de personas y los sentimientos no influyen cuando se trata de aplicarlas. Bienestar Social, cuya máxima es el "bien del menor", ha convertido su actuación en un campo de minas del que casi nadie sale entero, desde que los niños y sus familias son la mercancía de la que se surten estos negocios privatizados y financiados con dinero público.
Decir esto es fuerte, pero no describe con suficiente claridad la realidad de los centros tutelados. Familias necesitadas de ayuda son desposeídas de sus hijos. Niños presos y apartados de su entorno sin saber por qué sufren ese castigo… y también madres que sin serlo dan toda la ternura y amor a un niño en acogida, como la mejor de las madres. No, la naturaleza no tiene nada que ver con los sentimientos, y cuando éstos se despiertan nada es capaz de silenciarlos.
Las familias en lucha por sus hijos, sufren el silencio de las administraciones a las que reclaman. Ningún presidente de Junta quiere saber qué está pasando en el secuestro institucional de menores, Los defensores del Menor viven el sueño de los justos considerando que todas las cárceles de menores no merecen su vigilancia y responsabilidad, la Fiscalía del Menor tiene bastante con pedir una sentencia justa a asesinos como el Rafita y procurar que tenga medios de subsistencia pagados por la sociedad.
Mientras todos se hacen la foto, los carroñeros del dolor reciben subvenciones por cada niño secuestrado, porque no se le puede dar otro calificativo. Cualquier padre con su hijo secuestrado tendría los servicios de las fuerzas del orden y la atención de los ciudadanos atentos a la solución del caso. Las familias con secuestro institucional pasan desapercibidas, silenciado su dolor y el de sus menores atrapados en las garras de una ley que justifica ante la opinión su función. No es cierto y aunque existan profesionales con vocación y ética que desarrollen su función por el bien del menor, frente a estos están los que ven en los niños y sus familias necesitadas de ayuda una fuente de ingresos en la que los sentimientos no tienen nada que ver.
Actualmente cientos de personas reclaman saber su origen, son niños robados a sus padres en los mismos hospitales a los que sus verdaderas madres les parieron. No sirve achacar toda ­la culpa de esta barbaridad a Franco: sucedió en esa época, pero quienes comerciaron con vidas humanas fueron señores , aparentemente respetables, enfermeras y religiosas con escapularios. El hábito no hace al monje como la ley no garantiza justicia y honestidad.
Hoy les dejo la carta de una madre de acogida que lleva luchando por su hija, a la que brindó hogar y amor como cualquier buena madre. Es ejemplar y ejemplarizante la contienda que mantiene con la administración por esa hija que le quitaron para formar parte de los miles de niños cuyo único pecado es suponer una cifra en la subvención que recibe el centro donde está tutelado (preso).
Ella, como el resto de familias en esta situación pueden contarlo mejor que cualquier pluma, ellas lo sufren como protagonistas de un drama que nuestra sociedad consiente, dormida en el sueño de la justicia que Bienestar Social supone hace por nuestros menores.
No dejo de preguntarme en cada caso que me llega ¿para qué sirven los Defensores del Pueblo, del Menor, presidentes de Juntas y Fiscalías? Deben estar muy ocupados procurando que los delincuentes menores de edad tengan derechos. Quiero agradecer su colaboración, imprescindible para la elaboración de este artículo, a PRODENI, una asociación volcada en ayudar y denunciar casos como el que sigue.

21 REFLEXIONES DE UNA MADRE BIOLÓGICA Y ADOPTIVA
Por Soledad Perera
(Este escrito nace de una carta dirigida a la consejera
de Bienestar Social, Juventud y Vivienda del Gobierno de Canarias,
donde tiene lugar esta historia)
No le voy a insistir sobre Piedad. Llevo tres años solicitándole por escrito a usted y al Jefe del Servicio de Menores, que permitan que la niña recupere los contactos con su mundo afectivo de La Orotava. Nunca ha habido una sola respuesta. Ni por consideración, ni por caridad, ni por derecho...ni por humanidad. Por lo tanto, creo que ni Piedad ni mi familia le importamos a usted, ya que nosotros formamos parte importante y satisfactoria del pasado y de los recuerdos de la pequeña y ni siquiera por respeto a su persona, ha habido una sola contestación a nuestras peticiones, ruegos, ni súplicas. Por lo que me concretaré a exponerle en síntesis, una serie de cuestiones que tienen mucho que ver con todo lo que gira alrededor de este delicado mundo de la infancia, de Piedad, y de muchos otros menores.
Las reflexiones y preguntas que planteo en estos primeros 21 apartados siguientes, surgen de mis vivencias y experiencia en este mundo tan complejo. Cada reflexión plasmada en diferentes apartados se ampliará en su momento y serán un tema específico a desarrollar con todos los argumentos y colaboración que tenga a mi mano, siempre con una finalidad constructiva.
En algunos párrafos sustituiré la expresión "menor" por "niño" ya que considero que ésta última posee más entidad.
1.- Familias acogentes. Casos puntuales, sin que por ello el acogimiento pierda la finalidad del acto: Renuncia o no rehabilitación por parte de la familia biológica, conformidad para la preadopción de la familia acogente. La inflexibilidad de la Administración que no permite aceptar a las familias acogentes como futuras familias adoptantes (poniéndole trabas a la hora de pasar por la idoneidad para la preadopción) en determinados casos concretos, pudiendo evitar, sin esta negación, un desgarro de vínculos y sentimientos a ambas partes, sobre todo al niño, es incomprensible. Es un tema a estudiar que rompe en la actualidad muchas esperanzas y genera muchos traumas. Cierto que existe listas para las diferentes modalidades y los conceptos son distintos, pero, habiendo predisposición, siempre el interés del niño está por encima de todo lo demás. La Dirección General, según parece, se quita de encima a estas familias acogentes y dispuestas, utilizando la misma metodología en general, metodología que raya en muchos casos en prepotencia.
En cuanto a las familias acogentes que prestan su servicio con cariño y entrega, que han aportado una etapa de felicidad al menor que han tenido en su hogar, mientras la familia biológica ha resuelto una situación difícil, (finalidad clara del acogimiento temporal) creo que, según las circunstancias, no tiene por qué el menor, romper del todo y radicalmente los contactos con esa familia que le ha dado una vida digna en un tiempo determinado, porque, simplemente, supone un tremendo desgarro que hay que evitar por encima de todo por el bien del niño. Para que no queden lagunas en su mente ni penas en su corazón. Igual que preparan a las familias acogentes también pueden hacerlo con las familias biológicas: una simple carta de vez en cuando, o un encuentro. -Compartir, término muy utilizado por la institución, conlleva una amplia aplicación-.
2.- Sistemas de personal rotativo en los centros. La Administración insiste en que los niños no se deben aferrar a una figura estable mientras convivan en un centro. Esto hace que el sistema rotativo del personal de los centros sea constante. Esa figura estable puede aportarle seguridad a un menor que aunque, posteriormente, sea adoptado no tiene por qué romper su vínculo con el pasado (su casa de acogida, el personal, en definitiva, ha sido su hogar, forma parte de sus recuerdos). ¿Cómo se le va a imponer borrar a un niño de su memoria una etapa que formó parte de su vida? Además, esa carencia de un referente de afectos, condena a los niños y niñas cronificados en centros de menores a carecer de esa figura de por vida, volcándolos a la total inseguridad y ausencia de autoestima.
3.- ¿Qué hay de sustento en la afirmación de que los niños de 7, 8 y 9 años y aún mayores, están condenados a dejar su infancia, adolescencia y parte de su juventud en un centro, cuando es cierto que hay muchas familias dispuestas a aportarles un hogar? ¿Qué interés hay en perpetuar su orfandad? ¿Por qué a la opinión pública se le da a entender que no hay personas dispuestas a darle un hogar si no es así? Da la impresión que la finalidad de la negación dé como resultado que, tristemente, sean carne de instituciones.
4.- ¿Cuánto se abona a las ONG, entidades privadas o instituciones oficiales por niño al mes en un centro de menores o en una casa de acogida? ¿Quién lleva el control de ingresos, gastos, auditorias, inspecciones, calidad de comida, ropa, atención médica, psicológica, etc.? Hay grandes profesionales en los centros y muchas veces se encuentran limitados ¿Por qué? Los niños no son dueños temporalmente ni de su ropa, ni de sus juguetes. El concepto compartir, en este caso, se lleva a extremos. ¿Cuál es la razón?
5.- ¿Cuántas veces en la vida de un pequeño internado tiene que cambiar de centro por el límite de edad permitida en la ley que establece esta norma? ¿Cuántas veces tiene que empezar de cero e ir a otros centros con diferentes compañeros, amigos, educadores, personal de referencia, colegios y ambiente? ¿Por qué hay niños que desde que nacen, y existe ya una renuncia por parte de la familia biológica, tardan dos o tres años o, incluso más, en ser dados en adopción, perdiendo el amor personalizado fundamental de los primeros años de su vida? ¿Por qué se mantienen a niños o a niñas en un centro toda una vida a cambio de un par de visitas anuales de sus progenitores?
6.- ¿Existe en cada centro un representante legal de los menores, un abogado, un tutor, que pueda dar fe de las necesidades de cada niño y de su estado y/o carencias? ¿Puede hablar un niño libremente, dar su opinión sobre lo que observa a su alrededor, sin ser castigado o reprendido? ¿A quién recurre un niño si todo el sistema trabaja bajo las mismas consignas? Cuándo acude un Fiscal, el Diputado del Común u otra figura institucional, ¿por qué siempre se avisa con suficiente antelación de la visita? Se supone que cada día es propicio, si no estuviera el director, ¿hay un equipo competente preparado para sustituirlo? creo y me atrevería a afirmar que sí. Los sistemas tan cerrados y herméticos suelen padecer de defectos de forma y de fondo creándose un buen caldo de cultivo para el fracaso del buen funcionamiento del proyecto.
7.- ¿Se trabaja en equipo desde la Dirección General y el personal de los centros, estos últimos auténticos conocedores de la realidad del niño, de su día a día, para un óptimo resultado en su futuro? ¿Los niños son considerados grupos o conjuntos sin entidad propia que se enmarcan y etiquetan bajo consignas o se supone que son seres individuales, ciudadanos con derechos, sujetos y personas, merecedoras cada uno de ellos de un trato específico dependiendo de sus circunstancias, vínculos, salud, necesidades, oportunidades, etc.? ¿Cuál es el sistema más fácil y cuál el que garantiza más estabilidad al menor? ¿Por cuál se opta? ¿Bloques o individuos? Ya existen en España Comunidades que se han decantado por considerarlos seres individuales con diferentes necesidades. ¿Seguiremos su ejemplo o persistiremos en la tradición del rebaño?
8.- ¿Se trabaja lo suficiente con las familias biológicas, antes de declarar el desamparo, en los casos que no sean de flagrante maltrato y abandono, para que éstas, con la ayuda de los Servicios Sociales, puedan mantener a sus hijos bajo su núcleo familiar? ¿La misma ayuda económica y psicosocial que se recibe en los centros no se puede aplicar en los mismos hogares de origen? ¿Será ésta la razón de que los centros en Canarias estén repletos de niños junto a las escasas oportunidades de una nueva vida que se les da a éstos?
9.- ¿Qué técnicas se utilizan en los centros de menores en cuanto a educación? Llegan informaciones de casos de extrema rigidez, disciplina y duros castigos que pueden traumatizar a cualquier niño de por vida ¿Qué personal está facultado, que conozca el entorno del menor que acaba de sufrir una rotura de vínculo y llora desesperadamente, para sustituir una compañía humana y noches de apoyo, por gotas para dormir u otros medicamentos o medidas? ¿Niños con posibles deficiencias psíquicas más o menos leves, se les atiende lo suficiente para mantenerlo dentro de un entorno normalizado o son apartados a otros grupos donde la recuperación o la terapia se hace más difícil? ¿De dónde llegan las órdenes? ¿Por qué no salen a la luz pública los reglamentos internos de estos centros, cuantas reglas son contrarias al código penal, a los derechos del menor, y cuantas de estas normas (la mayoría) no cumplen los requisitos de la educación y sí del adiestramiento...?
10.- ¿Qué hay de la rigidez, inflexibilidad, hermetismo y silencio administrativo de la Dirección General y de la Consejera de Bienestar Social, a la hora, en teoría, de tener que responder al ciudadano que ha iniciado un expediente administrativo de acogimiento o adopción, desde el momento que se convierta en figura non grata para la Administración porque intente ejercer sus derechos plasmados en la figura del menor? ¿Hasta dónde es legal ese silencio administrativo que raya en la crueldad? Sra. Consejera usted es muy partidaria de hacer "llamadas" en bloques en las campañas de acogimiento pero, para que éstas tengan una respuesta positiva ante los solicitantes, éstos tienen que tener un buen concepto del trato que van a recibir, del fin y de la información fidedigna que se les aportará. Hay muchos casos en Canarias, aparte del de Piedad y muchas experiencias negativas de ciudadanos y para contrarrestar esta realidad hay que ser más cercana a la sociedad.
11.- El silencio administrativo en una situación límite, como la que conlleva la protección y el futuro de un menor que se tiene bajo su amparo, es o parece una especie de maltrato, ya que no hay mayor desprecio que el silencio en situaciones tan desgarradoras e inhumanas como éstas. Bienestar Social y Protección al Menor deben de saberlo. ¿Cuesta mucho hacerlo o prefieren abocar al interesado a la desidia, la impotencia, al abandono? ¿O, llanamente, no cogerse las manos? ¿O esperar que desfallezcan los solicitantes, física y psicológicamente, para luego, incluso, poner como excusa, sus lamentables estados?
12.- La figura de acogedor temporal, provisional, permanentes y/o padres preadoptivos, según la administración, en muchos casos, se les hace saber que no son nadie, ni tienen ni voz ni voto, aunque hayan dado su vida y más, para ofrecer protección y estabilidad al menor que han tenido bajo su cuidado, dándole cariño y aportándole seguridad. No es humano el trato que se recibe por parte de algunos componentes de la Administración hacia estas personas que, conocedoras de buscar unos padres y/o acogentes para un menor sin familia, nunca a un hijo para ellos, se les trate, en casos concretos, con la mayor de las indiferencias y desprecio. La rotación del personal también afecta a la Dirección General y estos solicitantes "agotados ya" no saben a quien dirigirse y se encuentran perdidos en medio de un marasmo de expedientes que los técnicos no aciertan a saber quien los custodia. ¿De verdad que Menores no tiene nada que ver en la decisión de muchos españoles de adoptar fuera de las fronteras nacionales? ¿Por qué no hacen realidad el tiempo legal que en teoría debe estar un niño en preadopción, y permiten que los trámites burocráticos, lentos e interminables, pongan en peligro la felicidad y estabilidad de un niño o de una niña?
13.- Existen sentencias como la 124/2002 del Tribunal Constitucional que concede a los padres preadoptivos y acogedores un status jurídico para ser parte legal en los procedimientos en los que se juega el futuro del menor que tienen bajo su amparo. Otras como la del Tribunal Supremo, referente a un caso de Toledo, que especifica lo que significa EL INTERES SUPERIOR DEL NIÑO, en su aplicación, es decir, sus vínculos, afectos, necesidades, circunstancias, etc., esto está por encima de cualquier interés por muy legitimo que sea. ¿Saben los solicitantes que tienen derecho a conocer la totalidad de los informes que figuran en su expediente administrativo y su poder para rebatirlos? ¿Se les informa de todo ello por el bien del menor? Pero basta, como mínimo, poner como base LA CONVENCION DE LOS DERECHOS DEL NIÑO.
14.- Centros de Menores, personal cualificado, psicólogos, sociólogos, educadores, asistentes sociales, auxiliares, cocineros, limpiadores, conductores... ¿están todos en riguroso status laboral legal? ¿Está bien remunerada su labor? ¿Y los que están fijos en la Dirección General y responden, al parecer, señalamientos políticos (algunos), a pesar de su condición de funcionarios, pueden estar años en su puesto y ser impunes e inmunes a posibles irregularidades graves? Estos "profesionales" deben de ser antes Profesionales sin más, como demuestran serlo muchos; personas preparadas y dignos trabajadores al servicio de un fin tan loable como el mundo de la infancia, cerca de la lealtad y lejos de la manipulación y el oscurantismo.
15.- ¿Puede un miembro del personal de una Casa de Acogida o de un Centro actuar libremente, dentro del buen hacer, respondiendo a su ética y moral, a la hora de defender el interés del menor, sin ser coaccionado, acosado o amenazado de alguna manera? ¿Está preparado este personal para defender, lejos de las consignas impuestas, el interés del niño, por encima de todo?
16.- ¿Por qué parece existir la consigna de que un niño no puede volver nunca a una familia que tuvo atrás? ¿Se tiene miedo o temor de que ese niño o niña hable de sus experiencias traumáticas, de sus soledades en la noche, del resultado de la aplicación de técnicas conductivas que ahorren tiempo al personal y a los profesionales, para alcanzar cuanto antes una meta, aunque el sufrimiento del menor sea irreparable? ¿Miedo a que alguna otra institución "revise o repase" los expedientes de adopción o acogimiento, seguramente en correcta tramitación?
17.- Cuando un Juzgado dicta una sentencia dándole valor a los informes que emite el equipo psicosocial del Juzgado o de la Dirección del Menor, y esta ejecución fracasa claramente, ¿en vez de apuntalar la situación, por parte de Menores, y forzar al niño a ajustarse en un lugar y entorno no apropiado ni rehabilitado por que no se lucha para evitarlo? ¿Cuántas veces la Dirección General se dirige al Juzgado para decir por escrito y fundamentar una "sentencia de imposible cumplimiento", liberando así al niño de un fracaso descomunal en su vida y de un sufrimiento innecesario? ¿Reacciona la Administración cuando ve peligrar su patrimonio o cuando se arriesga el futuro del niño? ¿Suele la Administración abandonar y dejar bajo los pies de los caballos a padres preadoptivos o acogedores en medio de un conflicto, por muy injusto que sea?
18.- En la Comisión de Menores que se ocupa de decidir quién, cuándo y en qué modalidad sale un menor en adopción¿hay representantes también de las casas de acogida y/o de un equipo eficaz especializado en estudiar cada expediente y conocer a fondo, in situ, a cada niño o niña y sus circunstancias? Todas y cada una de sus circunstancias: actitud, adaptabilidad, salud, relación con compañeros, necesitad más o menos acuciante afectiva, síntomas psicosomáticos, situación jurídica... ¿Por qué en el caso de Piedad, después de que la que suscribe estuvo en una lista de ocho años de espera, mientras Menores (precisamente el mismo Jefe de Servicio actual consideró a la niña susceptible a adopción y formalizó la Resolución) buscaba una madre para un menor desamparado, me asignan a una niña que estaba en medio de un procedimiento judicial, razonable o no, pero en medio, sin duda alguna. Jamás cambiaría yo ahora mi pasado, pero a pesar de ello, ¿Por qué siguen manteniendo esa actitud de prepotencia cuando ustedes, responsables de esa situación, la tenían que haber resuelto jurídicamente y solucionado mucho antes, por el interés de la niña, ya que contaban con un desamparo firme de hacia más de dos años y un historial desgarrador? ¿Por qué, Sra. Consejera, a pesar de mi larga lucha por conservar la estabilidad de Piedad, tanto usted como el Jefe de Servicio de Menores, sabiendo el terrible daño que se le ha hecho a la niña y a esta familia, continúan dándonos la espalda y manteniéndola sumergida en el más injusto de los silencios? ¿Usted, realmente conoce el Caso Piedad? Porque usted llegó en la siguiente legislatura acabante de llevarse a Piedad de este hogar y jamás nos ha escuchado, ni a Prodeni ni a esta familia ¿Por qué se escudan bajo la consigna de la "confidencialidad del menor" para silenciar hechos y situaciones lamentablemente tan graves?
19.- Cuando abren las puertas a un joven, que ha permanecido su vida en un centro y cumple 18 años y cruza el umbral a la civilización para enfrentarse a la lucha del día a día, ausente de autoestima y seguridad, solo y desprotegido, y por las causas que sea, que tiene muchas desgraciadamente, acaba ante un Juez, ¿alguien de Menores acude a acompañarlo al banquillo de los acusados a explicar cuál y cómo han transcurridos sus días y cómo, lamentablemente, se ha visto abocado a ser una víctima de la sociedad que prima en este sistema?
20.- El dialecto utilizado por la Dirección General de Protección al Menor y a la Familia, a la hora de querer quitar del medio a una familia acogedora, siempre suele ser el mismo. Se repiten expresiones como: no colabora, es posesiva, no responde a las normas, no conserva el perfil inicial, etc. No dudo que pueda ocurrir este hecho aisladamente, pero en la mayoría de los casos, estos términos son utilizados para presentar ante un Juez un informe que logra fulminar de hecho e ipso facto a los acogentes, sin que se escuche como se debería a éstos. Dejando indefensos a los acogedores y victorioso el "prestigio" en teoría, de un sistema que aplica y aprovecha su autoridad con ventaja, conscientemente.
21.- Concesiones como las de O`Belén, Mundo Nuevo y otras ONG o entidades privadas, ¿se realizan, por mucho que reclamen las imperiosas necesidades del momento, con todo el conocimiento, cumplimiento del protocolo y las garantías suficientes para avalar la protección del menor por encima de todos los demás intereses? ¿Se llevan a cabo auditorías, inspecciones y otros controles económicos sobre las gestiones y buen aprovechamiento de los fondos concedidos a éstas? ¿Existe un seguimiento por parte de equipos de profesionales objetivos y que no respondan a consignas que protegen al adulto para garantizar el desarrollo adecuado, humano y próspero de estos menores que ya carecen de entrada, de las ventajas y oportunidades de una familia? ¿Los informes que emiten estas entidades en general suelen coincidir con los de la Dirección General? ¿Por qué entidades privadas? ¿Qué está haciendo que esto crezca y crezca y se bifurque en disparatadas y arriesgadas soluciones?

Con posterioridad a este escrito, se han celebrado juicios contra Soledad y sobre Piedad, con un resultado lamentable. Ella misma nos lo resume en la segunda parte de su testimonio.
Según proclamaba Cicerón: summa lex, summa iniuria (la aplicación estricta de la ley puede llevar a la mayor injusticia).
Decirles que intentaré ir a ese juicio (el cuarto por la misma causa penal –desobediencia- en tres años…suspendidos, o anulados pero a los que he tenido que asistir y sentarme en el banquillo de los acusados) con dignidad y orgullo, no con prepotencia y desafío, actitudes que nunca he practicado porque no me nacen.
Mi organismo, mi salud, y todo lo que pueda acarrear una situación límite como ésta están resentidos, pero mis principios y criterios los tengo claros, mi conciencia también. Me siento tranquila porque protegí y amparé a una niña que aprendió a ser feliz a nuestro lado. Que dejó de tener miedo a la oscuridad y supo lo que era el calor de una familia. Su dicha fue efímera como la vida de las mariposas y su condena impuesta legalmente es ahora la de vagar por laberintos institucionales y, quizás más adelante, repetir el patrón de conducta que las propias instituciones le han reforzado como ejemplo.
En este país, o concretamente en este archipiélago, algunos a la hora de aplicar lo que entendemos por justicia castigan a aquel que respetó los sentimientos, los vínculos, los afectos… la salud, de un niño o una niña, amparándose en derecho como pudo y con la desventaja que, siendo parte legal en el procedimiento, jamás fue escuchado ni citado, como fue mi caso.
Todos, absolutamente todos los documentos que se presentaron durante el largo proceso referidos a la pequeña hablaban de su enorme arraigo con esta familia y anunciaban el fracaso y el grave riesgo al que la abocaba un cambio de situación. En todo momento, ante los mandatos de entrega, se presentaron los documentos necesarios, fuesen recursos de reposición, apelación, amparo y los informes médicos y de especialistas además los de la propia Dirección General del Menor que caminaba a nuestro lado e, incluso, nos adheríamos mutuamente en la defensa del caso.
Otra cosa es que todos estos Documentos que figuran en el procedimiento civil no se hayan tenido en cuenta antes ni ahora para el tema penal. Tal vez si hubiésemos sido unos tremendos delincuentes se hubiesen apreciado, valorados o tenidos en cuenta.
El ensañamiento que estoy sufriendo, en mi opinión, es un castigo público por no haber cedido de entrada a entregar a la pequeña como si se tratase de un paquete de mensajería y, sobre todo, por acudir en un momento límite, a los medios de comunicación. La pequeña había entrado en nuestro hogar en la modalidad de preadopción y esto supone la despedida de sus compañeros del centro de menores y la entrada en el seno de una familia, en la gran mayoría de los casos, para siempre. Los peores pronósticos se han cumplido y el tiempo, una vez más, ha sido el mejor testigo y el juez implacable.
Todo este calvario empezó en el 2005 y a cuatro años de su comienzo no sólo tengo que sufrir por Piedad imaginándome como se despierta cada día, lo qué se le pasa por la cabeza, como son sus largas noches de soledad repletas de interrogantes, cuántas veces se pregunta por qué la abandonamos…no sólo a esa tortura estamos condenadas sino, por si es poco, la propia Justicia, ésta que no ha procesado a quien la abandona, castiga a la que la protegió y la hizo feliz e intenta hacerle pasar un sufrimiento irreparable a mi otra hija pequeña, tan feliz siempre como lo fue Piedad.
El Tribunal Supremo, en su conocida y reciente sentencia sobre la niña en preadopción de Toledo, dejó claro lo que significa EL INTERES SUPERIOR DEL MENOR a la hora de su aplicación y contempla cada punto de lo que nosotros defendimos y respetamos que fueron entonces ignorados para Piedad (circunstancias, vínculos, afectos, salud…) pero ya este Interés Superior existía antes y se suponía que era esa su interpretación. Por la arbitrariedad hasta entonces de su aplicación surge la necesidad de especificar cuáles son esos puntos para que no existan lagunas ni haya contradicciones a la hora de su aplicación. También insiste en que dicho interés está por encima de cualquier otro por muy legítimo que sea.
A pesar de la enorme repercusión, del clamor y de la respuesta positiva de esta sociedad apoyándome a seguir en pie luchando por lo que creo justo, a pesar de esas de más de treinta mil firmas recogidas, del pronunciamiento público hasta hoy de 15 ayuntamientos de Tenerife, a pesar de la modificación de la Ley de Adopción y Acogimiento que se está trabajando en el Senado a partir de casos emblemáticos como el del Niño del Royo y Piedad…a pesar de todo ello, algunas instituciones siguen estando ciegas, sordas y mudas.
Estimados amigos NO me siento delincuente y duele mucho que me traten como tal. Procuraré, una vez más, sentarme en ese banquillo amargo y frío, con dignidad, y ojalá tenga fuerzas para desde ahí seguir defendiendo los derechos de los más desprotegidos y vulnerables, de los niños y niñas que las instituciones les dan la espalda y les vetan los días luminosos y la estabilidad. Niños y niñas que pasarán su adolescencia cuestionando al adulto que decide por ellos y repitiendo patrones de las personas de referencia que aplauden determinados poderes.
Niños que llegarán algún día a ser adultos y, desgraciadamente, en su gran mayoría, tendrán que sentarse en el mismo banquillo que yo y pocos Jueces, pienso que estarán dispuestos a escuchar de qué forma transcurrió su infancia y adolescencia y a cuánto tiempo se concretó en sus vidas una etapa sólida y un afecto estable, digno de sus personas.
1.- Pinchando AQUÍ puedes enviarle un correo
a esta madre preadoptiva y unir tu firma
a la de cientos de personas que respaldan su causa.
2.- Pinchando AQUÍ puedes descargarte
el libro 'Peregrina mía', en el que Soledad Perera
cuenta en casi 500 páginas todo el caso.
http://www.eldigitaldemadrid.es/articulo_c/general/2108/la-lucha-de-una-madre-adoptiva

No hay comentarios: