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lunes, 18 de julio de 2011

CHRISTINA HOFF SOMMERS

Lunes, 18 de Julio, 2011
Profesora de filosofía de la Universidad de Clark desde 1980. Especialista en ética y teoría moral contemporánea, ha publicado sus artículos en revistas especializadas y en grandes rotativos como Wall Street Journal, New York Times, Washington Post, Boston Globe, USA Today, Chicago Tribune y un largo etcétera. Asimismo, su presencia ha sido constante durante años en diversos programas televisivos y radiofónicos, y periódicos como Boston Globe, Washington Post o Times (Londres) han dedicado reportajes a su personalidad y su obra.
En 1994, Christina Hoff Sommers publicó Who Stole Feminism? How Women Have Betrayed Women [“¿Quién robó el feminismo? O de qué forma las mujeres traicionaron a las mujeres”], libro que marcó un hito en la interpretación de uno de los fenómenos sociológicos más importantes de nuestro tiempo.
En ese libro, Sommers fue la primera en establecer una distinción fundamental entre el 'feminismo igualitario' [equity feminism] y el 'feminismo de género' [gender feminism]. Como ella explica, el feminismo igualitario tiene su origen en las creencias liberales clásicas de que todas las personas deben ser iguales ante la ley y disfrutar de las mismas oportunidades. Sobre la base de ese principio, el feminismo igualitario sólo formula una petición en nombre de todas las mujeres: una situación de imparcialidad y exenta de favoritismo. En cambio, el feminismo de género se caracteriza por ser elitista, egoísta, ginocéntrico y misoándrico, y por ahondar la división entre los sexos. Sommers se declara sin ambages feminista igualitaria y dedica todo su libro a combatir los errores y desenmascarar las falacias del feminismo de género.
A Sommers le preocupa especialmente la presencia masiva de feministas de género en los más altos niveles universitarios. Con gran paciencia, demuestra que las teorías impartidas en la universidad consisten, más que en conceptos científicos, en sistemas de creencias orientados al proselitismo. A ese respecto escribe irónicamente que, para ser coherentes, algunas de esas instituciones universitarias impregnadas de ideología feminista de género deberían estampar la siguiente advertencia en la portada de sus boletines de información para los padres:
"Ayudaremos a su hija a descubrir hasta qué punto ha vivido en complicidad con el patriarcado. La animaremos a reconstruirse mediante el diálogo con nosotras. Podrá convertirse en una persona encolerizada y crónicamente ofendida. Muy probablemente, rechazará los códigos religiosos y morales que ustedes le han inculcado. Se distanciará de su familia y sus amigos. Cambiará su aspecto exterior e incluso su orientación sexual. Es posible que acabe odiándolo a usted (su padre) y compadeciéndola a usted (su madre). Cuando haya completado su reeducación con nosotras, ustedes habrán perdido sin duda decenas de miles de dólares y, muy posiblemente, habrán perdido también a su hija."
En efecto, como la Dra. Sommers observa, tras la “colonización” de las universidades estadounidenses por el feminismo radical, "existe un gran número de profesionales en puestos remunerados con títulos laborales tales como 'experto en equidad sexual', 'experto en prejuicios sexistas' y 'asistente para casos de acoso', todos ellos encargados de corregir los 'desvíos de género'". Las alumnas de las aulas feministas se saturan de falsas estadísticas sobre la victimización de la mujer; aprenden todo sobre la forma en que los hombres mantienen subyugadas y aterrorizadas a las mujeres. En tal atmósfera, no sólo la equidad, sino la lógica y el aprendizaje objetivo resultan gravemente perjudicados. Los mismos pilares de la cultura occidental, de la literatura, del arte y de la ciencia, se consideran sospechosamente afines al patriarcado. La meta no es el debate intelectual, sino persuadir al alumnado de la opresión ejercida por los hombres sobre las mujeres.
Sommers critica las investigaciones viciadas del feminismo de género y sus conclusiones tendenciosas. Su tesis básica es simple: nada bueno puede esperarse de un modelo de investigación cuyo único objetivo es alcanzar conclusiones preestablecidas. Meticulosamente, demuestra la falsedad de las conclusiones obtenidas por las investigaciones de género respecto de temas tales como los trastornos de los hábitos alimenticios de las jóvenes (anorexia), la violación, los malos tratos domésticos y las diferencias salariales entre los sexos. En general, señala, los resultados de esas pseudoinvestigaciones se utilizan para justificar la asignación de unos recursos cuyas principales beneficiarias son mujeres privilegiadas de las clases medias y altas, al tiempo que se desatienden las necesidades más apremiantes de las mujeres de los estratos socioeconómicos más bajos [Erin Pizzey insiste también frecuentemente en este aspecto clasista del feminismo].
A propósito de la superficialidad de las investigaciones del feminismo de género y de la consiguiente falta de base de sus grandes alardes propagandísticos, Sommers menciona en su libro anécdotas como la siguiente:
"En su libro Revolution from Withim, Gloria Steinem* informa a sus lectores de que 'sólo en este país, unas 150.000 mujeres mueren cada año por anorexia'. Esta cifra supera en más de tres veces el número anual de defunciones por accidentes de tráfico. Steinem remite a sus lectores a otro best-seller feminista, The Beauty Myth de Naomi Wolf*. Y en el libro de la Sra. Wolf se presenta nuevamente esa estadística, junto con la indignación de la autora.
¿Dónde obtuvo la Sra. Wolf esos datos? Su fuente es el libro Fasting Girls: the Emergence of Anorexia Nervosa as a Modern Disease de Joan Brumberg, historiadora y exdirectora de estudios de la mujer en la Universidad de Cornell. Por su parte, la profesora Brumberg atribuye la cifra a la Asociación Americana contra la Anorexia y la Bulimia.
Llamé a la Asociación Americana contra la Anorexia y la Bulimia y hablé con su Presidenta, la Dra. Diane Mickley. "Han tergiversado nuestros datos", dijo. En un boletín informativo de 1985, la Asociación había hecho referencia a la cifra de 150.000 a 200.000 casos (no defunciones) de anorexia nerviosa."
*[estrella de primera magnitud en el firmamento feminista]
En efecto, la “guerra de géneros” requiere un constante flujo de historias de horror que pongan de manifiesto la perfidia de los hombres y el sufrimiento de las mujeres. Es, ante todo, una guerra de propaganda, destinada a manipular las emociones y galvanizar a las tropas. Lo de menos es la veracidad de esa propaganda, como Sommers pudo constatar también en este caso:
"El 4 de noviembre de 1992, Deborah Louis, Presidenta de la Asociación Nacional de Estudios de la Mujer envió este mensaje a la Junta Directiva del Boletín Electrónico de Estudios de la Mujer: 'Según el último informe del March of Dimes, la violencia doméstica contra las mujeres embarazadas causa más anomalías congénitas que todas las demás causas juntas.' [La cifra fue citada después por Patricia Ireland, presidenta de la Organización Nacional de Mujeres (NOW) en un programa televisivo y repetida en todo el país por cientos de periódicos]
Llamé al March of Dimes para obtener una copia del informe. Maureen Corry, directora del Programa de Promoción Educativa y Sanitaria del March negó tener conocimiento de tal informe. 'Nunca hemos visto esa investigación con anterioridad', indicó.
Empecé a indagar y averigüé que periodistas de todo el país estaban citando tal estudio inexistente."
Por último, Cristina Sommers destaca las tendencias autoritarias del feminismo de género, que no tolera que ningún grupo o sector de mujeres disienta de sus principios. Las mujeres que respeten a los hombres incurren automáticamente en la enemistad de esas feministas, por hallarse supuestamente en terreno contrario. De ese modo, la misoandria se convierte, paradójicamente, en misoginia. En realidad, como Sommers insiste repetidamente en su libro, el feminismo de género no reserva sus descalificaciones más duras para los hombres, sino para las mujeres que no comparten su intolerancia y sus destructivas creencias. Las feministas de género hablan en nombre de las mujeres, pero no representan a las mujeres, concluye Sommers.
En otro reciente libro, The War Against Boys ["La guerra contra los chicos"], publicado en junio de 2001, Sommers critica la explotación por parte de algunos sectores de una supuesta crisis de autoestima de las niñas y adolescentes. Según determinados estudios de expertos universitarios, las chicas experimentarían ese problema y, en consecuencia, necesitarían una ayuda excepcional en una sociedad que, a juicio de sus autores, favorece a los chicos. El problema con los chicos es que son chicos. Es preciso hacerlos más similares a... las chicas. [Tal vez sea esa la razón por la que algunas feministas prefieren para las chicas instituciones docentes no mixtas, que consideran importantes para fomentar la autoestima y el éxito profesional, al tiempo que consideran las instituciones escolares para hombres (las academias militares, por ejemplo) como marco de comportamientos degradados.]
Esos argumentos no resisten el análisis más superficial, dice Sommers en su libro. Sommers analiza la obra de los principales expertos universitarios y demuestra su falta de rigor científico. No existe crisis de las chicas, que están sacando mejores resultados académicos que los chicos y cuya autoestima no es inferior a la de ellos. Los chicos poseen actualmente menos preparación para la lectura y escritura y tienen menos probabilidades de cursar estudios superiores.
Así pues, la supuesta "crisis de las chicas" es un invento de determinados sectores feministas que, con la excusa de ayudar a las chicas, han implantado en numerosos colegios y universidades una serie de políticas que penalizan todo lo masculino. Sin embargo, son los varones los que necesitan ayuda para equipararse académicamente a las muchachas, los que necesitan amor, disciplina, respeto y orientación moral. Necesitan comprensión, pero no necesitan que se les rescate de su masculinidad.
En 1996, Christina Hoff Sommers publicó el artículo A feminist Camelot ["Un Camelot feminista"], título alusivo a la "Corte" feminista de que se rodearon el Presidente Clinton y su esposa en la Casa Blanca para elaborar su programa de gobierno social y familiar. Sommers menciona a las asesoras y promotoras de distintas iniciativas de política familiar y social, y hace referencia a las investigaciones en que se han basado. Los siguientes párrafos de ese artículo son buena muestra de la estrategia utilizada por el feminismo de género para acaparar puestos y recursos:
"Una vez que las investigaciones se han liberado de las "normas masculinas", sus resultados ponen de manifiesto las "desigualdades" de que son víctimas las mujeres en nuestra sociedad sexista. Entre tales desigualdades, la Oficina de Salud de la Mujer (OWH) menciona las siguientes:
  • Según las estimaciones, el 30% de las intervenciones hospitalarias de urgencia corresponden a mujeres y se deben a lesiones causadas por la violencia doméstica.
  • El homicidio es la principal causa de mortalidad de la mujer en el lugar de trabajo.
  • En 1991, el homicidio fue la segunda causa más importante de mortalidad entre las mujeres de 15 a 24 años.
  • El suicidio, en 1991, fue la tercera causa más importante de mortalidad entre las mujeres blancas de 15 a 24 años.
Las estadísticas sobre homicidios y suicidios fomentan una imagen de las mujeres estadounidenses como seres amenazados y vulnerables. Ahora bien, según la Oficina de Estadísticas Laborales, en 1994 fueron asesinados en el lugar de trabajo 887 hombres, pero sólo 184 mujeres (83% de hombres frente a 17% de mujeres). Y aunque es cierto que el homicidio es la segunda causa más importante de mortalidad entre las mujeres de 15 a 24 años, es engañoso sugerir que el grupo más perjudicado son las mujeres. En 1991 fueron asesinadas 1.128 mujeres de 15 a 24 años; pero la cifra de asesinatos para los varones de ese grupo de edad ascendió a 8.251. La estadística sobre el suicidio induce también a error, ya que, en 1991 se suicidaron 602 mujeres blancas de 15 a 24 años y 3.476 hombres blancos de ese mismo grupo de edad. El promedio total anual de defunciones por todas las causas para ese grupo de edad es, aproximadamente, de 8.000 casos para las mujeres y 25.000 para los hombres.
La Oficina de Salud de la Mujer no explica por qué se omiten las defunciones de varones o por qué las defunciones de mujeres son resultado de "desigualdades" o de discriminación de género, ni tampoco qué tienen que ver esas luctuosas cifras con la problemática sanitaria.
Quizás lo más parecido a un dato estadístico sobre la especial vulnerabilidad de la mujer sería la afirmación de que "según las estimaciones, el 30% de las visitas a las salas de urgencias hospitalarias corresponden a mujeres y se deben a lesiones causadas por la violencia doméstica". Sin embargo, estudios fiables han demostrado que la cifra correcta a nivel nacional se sitúa en torno al 2%."
Sin comentarios... Por desgracia, hace ya tiempo que, también fuera de los Estados Unidos, el feminismo de género nos tiene habituados a este tipo de "investigaciones" y "encuestas" de embudo. Lo que todavía no tenemos son Christinas Hoff Sommers que las pongan bajo la lupa.
Christina Hoff Sommers
Ámbitos de investigación Feminismo y cultura estadounidense
Adolescencia estadounidense
Moralidad en la sociedad estadounidense
Experiencia profesional Profesora en las universidades de Massachusetts en Boston (1978-1980), Pittsburgh (1987-1988) y Clark (1986-2001)
Libros The War Against Boys, 2000
Vice and Virtue in Everyday Life, 1996
Who Stole Feminism? How Women Have Betrayed Women, 1994
Right and Wrong: Basic Readings in Ethics, 1985
Artículos en: Boston Globe
Chicago Tribune
Philadelphia Inquirer
San Francisco Chronicle
Wall Street Journal
Washington Post
USA Today
Journal of Philosophy
New Republic
New England Journal of Medicine
Times of London
Times Literary Supplement
TV y radio ABC Nightline y 20/20
CBS 60 Minutes y CBS Evening News
CNN Crossfire
MSNBC Equal Time
Comedy Central, Politically Incorrect
Oprah Winfrey Show
Conferencias Conferencias en organizaciones profesionales, escuelas superiores y universidades en todo el país (EE.UU)
Formación académica Doctorado en Filosofía, Universidad de Brandeis
Licenciatura, Universidad de Nueva York
Información de contacto Teléfono profesional
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