Reunión de los lunes

Nos reunimos todos los lunes a las 20,30 horas en la C/Vinaroz nº31, entrada por C/Pradillo, MADRID ¡TE ESPERAMOS!

miércoles, 4 de enero de 2012

Maltrato infantil: el genocidio que no queremos ver

Miércoles, 4 de Enero, 2012
Enlace relacionado:
- Una mujer mata con sedantes a sus hijos de 3 y 8 años e intoxica a los otros dos
La imagen corresponde al enlace:
Por Horacio Cristian Cóceres.
El Maltrato Infantil, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es “cualquier acción u omisión de acción que viole los Derechos de los y las niños/as y adolescentes”. Maltrato no implica violencia física sino también el abandono emocional, la explotación laboral, la participación del niño/a y adolescentes en acciones delictivas y la mendicidad entre otras cosas. A partir de aquí observamos que el rol de los padres surge cuestionado en cuanto a su fin, decenas de casos cotidianos nos llevan a pensar que se ha perdido el cuidado de la infancia y la necesidad de protección que ella necesita, protección es acompañamiento, cuidado, guía y necesidad de crecimiento.
La marginalidad en las comunidades pequeñas y locales se da de todas maneras, el loco del pueblo, el mendigo, el pobre, los niños/as y jóvenes son tratados con cierto afecto y ternura, pero muchas veces son objeto de las peores perversiones humanas. En las grandes ciudades estas personas sin identidad resultan casi invisibles y no se las ve, poco a poco pueden ser exterminadas o sus derechos vulnerados sistemáticamente. Según el Psicólogo Social Alfredo Moffat, se está cometiendo un genocidio y para que este sea posible un grupo debe ser catalogado como marginal o invisible. El problema central de la infancia, en nuestra sociedad, es el CONSUMO. Los y las niños/as y adolescentes son, para este sistema, consumidores y objeto económico, de ahí su falta de visibilidad social en el respeto y protección integral de sus Derechos.
Estamos asistiendo a un infanticidio y lo vemos pasar como al final de los tiempos, como parte de nuestra cotidiana realidad. Tenemos que pensar que esto no es casual, no es una moda televisiva o casos aislados, son las consecuencias de años de abandono y de falta de visibilidad de la infancia. De políticas públicas que despreciaron el trabajo comunitario, la dinámica familiar y no entendieron nunca que significa el vínculo primario para un niño/a o joven. Nuestra sociedad es el reflejo de lo que somos HOY en nuestras casas, en nuestras familias y en las relaciones que se establecen, por lo tanto debemos hacernos cargo de este infanticidio que nos invade y que todos y todas miramos azorados.
En el año 2011, 17 niños/as fueron asesinados en Argentina, la mayoría en el marco de la violencia doméstica, a nivel mundial las cifras de asesinatos de niños/as es alarmante. Sin contar quienes fallecieron victimas del cuidado negligente de sus padres, de quienes no tuvieron la protección integral que necesitan.
La muerte de Tomas, de Candela, de Luís, de Nicole, puso de manifiesto una situación que sufre gran parte de la población de niños/as y jóvenes. Algunos casos, salen a la luz, pero cuando se convierten en noticia es demasiado tarde para actuar, para cuidar y proteger.
Según la Organización Internacional Save the Children, Argentina es uno de los pocos países que no cuenta con un banco de datos sobre la cantidad de niños/as y jóvenes maltratados. En nuestro país hay cientos de casos de maltrato infantil, sin embargo no hay estadísticas de los organismos estatales. Esto es falta de previsión y demuestra el fracaso de las políticas públicas de infancia, alejadas de la vida real de esos niños/as y jóvenes que dicen proteger. La política es efectiva cuando cambia, protege y sirve a los y las personas, vecinos/as, ciudadanos/as REALES.
En nuestro país, en el estado de bienestar “los únicos privilegiados eran los niños y niñas”, en el estado actual las VICTIMAS y el cuerpo.
Según la oficina de Violencia doméstica de la Corte Suprema de Justicia en septiembre de este año se registraron 708 casos de violencia doméstica y tres de cada diez denuncias involucran a niños/as (el 85 % de los agresores son hombres), son pocos los casos de maltrato que llegan a denunciarse por lo que los números no hablan del panorama real del país.
Existen tendencias sociales y demográficas que inciden en transformaciones en el plano familiar. Hay más familias monoparentales y divorcios conflictivos. Debido a la crisis económica y la pobreza en la que vive gran parte de la población, se comparte la vivienda, el terreno y los espacios produciendo hacinamiento. Una serie de problemas sociales, como los embarazos adolescentes, el abandono escolar, el desempleo, los chicos de la calle inciden en la calidad de vida familiar y concretamente en los niños/as y jóvenes. La pobreza aumenta la vulnerabilidad al no contar con los mismos recursos frente a los mismos riesgos sociales.
Todos los estudios psicológicos y sociológicos, prueban que el adulto golpeador ha sido en la mayoría de los casos un niño/a o joven golpeado. Etiquetar al abusador como enfermo mental o psicópata solo ha conseguido la evasión de la responsabilidad individual.
Las cifras de la Infancia maltratada son alarmantes y no basta con cruzarse de brazos a esperar que ocurra el próximo crimen. La sociedad entera deberá tomar conciencia e involucrarse y denunciar cualquier abuso del que sea testigo.
(*) Horacio Cristian Cóceres tiene 44 años. Actualmente reside en Luján, aunque durante varios años vivió en Cañuelas (está casado con cañuelense Adriana Perez, con quien tiene tres hijos: Tómas, Barbara y Amparo).
Es Licenciado en Ciencias de la Educación. Técnico Agropecuario. Experto en políticas de Infancia. Participante, expositor y miembro de variados cursos, talleres, seminarios orientados a la problematica de la Niñez, la discapacidad y la educación. Fue Director del Hogar Bernardino Rivadavia de Máximo Paz, y de la ONG internacional Village Childrens SOS.
http://lainformaciononline.com.ar/2012/enero/canuelas_cristian_coceres_infanticidio_maltrato_infantil.html

No hay comentarios: