Un instante de la entrevista, en la sede del hospital La Colina, en la capital tinerfeña. carsten w. lauritsen
Lunes 14 de noviembre de 2011
–Como pediatra, usted se ha especializado en gastroenterología, hepatología y nutrición, ¿qué parte de responsabilidad cree que tienen los padres en ese alto porcentaje de prevalencia de la obesidad infantil?
–Pienso que esta afección es bivalente: por un lado, la evolución del bienestar social y el mal entendido avance social, y por otro la falta de formación de los padres y los problemas que surgen en las familias. Cuando la familia era, en el sentido absoluto, biparental había un orden, una disciplina, unas costumbres de alimentación. Hoy muchas familias creen que el bienestar viene asociado a comer más, que no mejor. La situación actual de tantas parejas separadas lleva aparejado de forma indirecta que el padre y la madre, para compensar en el niño la separación de la pareja, le den un exceso de alimentación, algo absurdo.
–Digamos que lo premian para contrarrestar la separación de sus padres.
–Claro, y porque les da miedo que los niños dejen de quererlos, con lo que le dan a veces caprichos en forma de comida que no es sana, como golosinas, bollerías industriales, alimentos que favorecen la obesidad. De todas formas, los niños ven en sus padres un ejemplo y, si éstos están obesos, es probable que sus hijos también lo estén. Todo es cuestión de educación y costumbres, en este caso malas costumbres de las familias.
http://www.laopinion.es/sociedad/2011/11/14/parejas-separadas-compensan-hijos-comida/379894.html
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