La mala utilización de los hijos

Jueves, 13 de Marzo, 2014

Rosa Villacastín
Carlos Seguí y Patricia Conde

Se queja Carlos Seguí de que su ex mujer, Patricia Conde, no le deja ver a su hijo Lucas, de diez meses, y que lo que parecía una ruptura amistosa se está convirtiendo en un enfrentamiento a cara de pocos amigos debido a los impedimentos de Patricia para que Carlos pueda ver con normalidad a su pequeño.
Una historia como otras muchas en las que prima por encima de cualquier otro sentimiento la incapacidad de los progenitores para consensuar un régimen de visitas que facilite el normal crecimiento y desarrollo del niño, que es de lo que se trata.
Frente a los argumentos del padre, Patricia escribe en su blog de una prestigiosa revista que el motivo por el que a Carlos se le impidió ver a su hijo es que el niño se puso enfermo de repente y tuvo que llevarlo a urgencias. ¿Y qué? Más lógico que darle con la puerta en las narices hubiera sido que la presentadora llamase a su ex pareja para comunicarle que el niño estaba enfermo. Lo que hubiera impedido el espectáculo de ver a Carlos en la puerta de la casa de Patricia hecho un manojo de nervios, al ver que nadie contestaba a su llamada.
No entiendo este sentimiento de propiedad que desarrollan algunas madres y algunos padres respecto a sus hijos, sobre todo después de que se produce la ruptura sentimental. Lo que demuestra que más que buscar la felicidad de los pequeños lo que pretenden es humillar y doblegar a la parte contraria, negándoles lo que más quieren, el cariño y la cercanía de sus hijos. Actitudes totalmente reprobables, vengan de donde vengan, ya que está sobradamente demostrado que para lograr la estabilidad emocional que todo menor necesita en sus primeros años de vida y hasta que se pueda desenvolver por si mismo, lo mejor es que mantengan una relación de cercanía tanto con el padre como con la madre.
Sorprende sobre todo que quienes actúan tan egoístamente sean personas -hombres y mujeres-, preparadas, juiciosas, independientes económicamente y conocedoras de los trastornos que estas guerras de guerrillas pueden ocasionar a sus hijos. Lo dicen los expertos en temas de familia: si los padres se sienten incapaces de llevar a cabo un buen acuerdo, para eso están los mediadores, sean abogados o no, capaces de poner la lógica y el sentido común donde los padres solo ponen emociones y resentimientos.

http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/extrarosa/2014/03/13/la-mala-utilizacion-de-los-hijos.html