Hoy mi hijo Jorge cumple 9 años. Y yo, su padre, no puedo estar a su lado. Como muchos sabéis, la madre finalmente cumplió su promesa de alejarlo de mí si solicitaba la custodia compartida, y después de varios intentos, los consiguió con el visto bueno del Juzgado nº 15 de esta ciudad. La jueza, en un principio no le concedió a la madre la autorización para llevarse al menor a Lanzarote, con un hombre con el que se casó a finales de 2014, alegando que el interés del menor estaba por encima de sus intereses personales, y valoró que no se podía cambiar de domicilio, colegio y no debía alejarle del padre y de su familia paterna y materna. Pero seis meses más tarde, la madre se separa y se va a vivir a un pequeño pueblo de la costa del País Vasco con un empresario, que le ofrece trabajo. Ella acababa de dejar voluntariamente un empleo y contra toda coherencia, la jueza le permite llevarse al niño y alejarlo del padre y de toda su familia, abuelos, tios, primos, amigos, tanto maternos como paternos. En mi opinión, el interés de la madre se antepone al interés superior de mi hijo, que se ve obligado a vivir y estudiar exclusivamente en Euskera, en un pueblo alejado de ciudades, hospitales, universidades, y sobretodo, alejado de su padre y toda su familia materna y paterna. La jueza justifica que estará mejor allí que en el Colegio Iberia, que estará mejor en ese pueblo que en esta isla, y que solvencia económica de la madre justifica esta decisión que cambia la vida de mi hijo. Todo eso está por encima de los derechos del padre, y de la opinión del menor, evidentemente no escuchada. Ni tan siquiera un informe psicológico del menor, aconsejando el no cambiar de domicilio, de idioma, de costumbres, de arraigo familiar, fue tomado en cuenta por la señora jueza, que sólo tardó 15 días en resolver el cambio de domicilio pero tardó casi seis meses en otorgar un nuevo régimen de visitas al niño para poder ver a su padre. Todavía no es firme, a día de hoy, por lo que no puedo acudir a la Audiencia en apelación, donde confío se hará justicia. Pero el tiempo corre en contra de mi hijo. Todos los Juzgados, Audiencias y Tribunal Supremo están luchando por la igualdad entre progenitores, por la custodia compartida, por evitar alejar a los niños de ninguno de sus padres. Pero en mi caso, pedir la custodia compartida cuando ya pasaba 15 dias al mes con mi hijo, se convirtió en una pesadilla para mi hijo que se ha visto alejado de su padre, su familia, su tierra, y obligado a estudiar en un idioma diferente, a un cambio radical de costumbres y de identidad. Ahora sólo puedo verle dos días al mes, que la madre convierte en día y medio con los vuelos. LLevo casi un año esperando justicia, pero ésta no llega y sólo os pido que compartáis esto, que espero que llegue todo lo lejos que pueda, que algún periodista lo publique, y aunque seguramente no llegue a nada, a mí me ayudará mucho. Todos sabéis como soy como padre. Y ningún padre ni madre merece vivir esto. Y ningún niño debería sufrir esta situación y verse alejado de su padre ni su madre.
Feliz cumple, Jorge. Te quiero.
Gracias a todos.
Fuente:
Mcarmen García García
Eduardo Aleman
https://www.facebook.com/eduardo.aleman.125/posts/10207706187067587
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