14.08.11 - ÓSCAR GARCÍA
Leo con suma tristeza unas declaraciones en contra de la custodia compartida porque, según dice, «actualmente no existe todavía corresponsabilidad en el cuidado de los hijos» puesto que muchas veces «el varón no se ha implicado en la crianza y educación de los menores». Creo que se equivoca, ya que son muchísimos los hombres que se han implicado en la crianza y educación de sus hijas e hijos desde que han nacido, dando papillas y biberones, cambiando pañales, pasando horas y horas en el parque, ayudándoles en las tareas del cole... Debido a que la actual legislación sobre divorcio prevé la custodia compartida en casos muy excepcionales y otorga en el 98% de los casos la custodia en solitario a la madre, muchos de estos padres han debido abandonar su hogar y convertirse en meros visitadores y suministradores de recursos económicos. Como es muy bien sabido, la pérdida de uno de los padres como referente habitual es un hecho altamente traumático en el desarrollo infantil, aumenta las probabilidades de fracaso escolar, desadaptación social y problemas psicológicos, amén del esfuerzo sobrehumano que debe realizar el padre custodio (generalmente la mujer) para la crianza en solitario de los hijos, y la desolación psicológica y económica en que suele acabar el padre que debe abandonar el hogar. La custodia compartida es la mejor forma de proteger el interés del menor y de que se siga relacionando con ambos progenitores en igualdad de condiciones, además de fomentar la corresponsabilidad entre éstos, evitando el mantenimiento de los roles tradicionales de género y favoreciendo la igualdad.
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