La deuda histórica "emigra" de Andalucía a la Comunidad Valenciana

El presidente de la Generalitat arranca al Gobierno central el compromiso de reunirse y abordar "puntos conflictivos" entre ambas Administraciones y que había provocado tensiones
Presidente de la Generalitat y Delegada del Gobierno en Valenciana se han reunido este lunes para buscar consensos
29 de agosto de 2011

La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Ana Botella, y el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, han acordado convocar la comisión mixta Gobierno-Consell para abordar y tratar de dar una salida a los temas que durante los últimos meses han generado "puntos conflictivos" entre las dos administraciones de modo que "se identifiquen todos los proyectos de esta autonomía con el respeto, la lealtad y la exigencia". Así lo han reconocido ambos dirigentes tras mantener un encuentro institucional en el que Fabra se ha apuntado un importante tanto que se confirmará si finalmente se desbloquean acuerdos, fundamentalmente económicos, que reclama la Comunidad Valenciana insistentemente desde hace años. Fabra ha asegurado va a "evitar tensión" y "siendo responsables con el cargo que se ocupa" para poder "desde las discrepancia y desde la exigencia que se puedan solucionar los problemas de los ciudadanos".

Tanto Fabra como Botella han abordado asuntos de interés en este su primer encuentro (algunos aseguran que el último dada la cercanía de las elecciones y la más que probable salida de Botella) pero sin duda el tema "estrella" ha sido el de la llamada "deuda histórica". En este sentido, el presidente valenciano cree necesario que se compense a la Comunidad por el esfuerzo realizado para atender las necesidades sanitarias, educativas y de bienestar social del millón de ciudadanos más que vive en esta región. Fabra defiende que no se había contabilizado y ha cifrado el coste en los 7.300 millones de deuda histórica que se reclaman. Ana Botella, por su lado, considera que la deuda histórica "se llegó a vender como si fuera una persecución hacia una comunidad", pero ha afirmado que "con el paso del tiempo, todos saben que eso no es así, que es un modelo que tiene explicación". Pero insiste en que su intención es "trabajar desde el entendimiento y para un objetivo común, la competitividad y la calidad de vida de todas las personas".

Así que con esta declaración de intenciones por ambas partes, Alberto Fabra ha agradecido el "tono distendido" en el que se ha desarrollado la entrevista con Ana Botella y apuesta por trabajar a partir de ahora en esta línea para lograr que cuestiones que se habían convertido en "puntos de desencuentro entre las dos instituciones puedan solucionarse y se transmita a los ciudadanos tranquilidad y la idea de que los gobiernos están para solucionar sus problemas". Fabra ha puesto sobre la mesa su intención de tratar de conseguir que no se les vea como "administraciones –la Central y la Autonómica- que no trabajan y que tienen más interés en generar polémica".

Y el nuevo presidente valenciano se muestra optimista sobre un futuro porque ha mostrado su convencimiento pleno en que esta reunión con Botella "dé paso a otras muchas donde solucionar problemas". El presidente valenciano afirma que en este contexto de "cuestiones comunes" entre la administración central y la autonómica el papel de la Generalitat es "exigir lo mejor para los ciudadanos y pedir todo lo fundamental para el territorio valenciano". Además de las cuestiones reseñadas, ambos dirigentes han abordado asuntos sobre competencias, seguridad, Corredor Mediterráneo, financiación y de cuestiones que han sido conflicto entre el Gobierno central y el Consell desde el año 2004. Cuestiones éstas como los recursos interpuestos por la administración central a la Ley de Custodia Compartida, a la Ley de Régimen Económico Matrimonial o al parany.
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