Creemos entender que el autor del texto, Jesús Millán Muñoz, establece como ejemplos una dirección tanto a nivel político como a nivel familiar de personas guiadas en lo profunde de sus semtimientos por un amargo resentimiento hacía un tercero.
Podemos situra otro ejemplo con la ley de violencia de género supuestamente creada para evitar la violencia que se produce de manos de un varón a mujer o pareja. Esta ley se ha creado bajo una dirección feminista que tras sus espaldas no solo carga con años de vida, sino que alberga un odio y rencor hacía la figura masculina que se traduce en este tipo de políticas que amparadas en una fuente de voto traslada sus exigencias a las leyes, produciendo como consecuencias un dolor inevitable que se extiende al resto de la familia, pues miles de hombres son detenidos y encerrados en calabozos solo por la manifestación verbal de una mujer, que habitualmente en un esceanario de separación o divorcio hace uso de esta herramienta queel sistema no solo coloca a su disposición, sino que anima a través de todas las fuentes de difusión a su uso.
Del amor al odio esta más que demostrado que solo hay un paso, pero si cuando acudimos a un juzgado a divorciarnos o separarnos, desde este juzgado lo que se hace es que crea o fomenta un conflicto aún más fuerte y duradera para el resto de los días de la expareja, dichos juzgado constituye la fuente del odio, pues con medidas que discriminan a una de las partes siempre por defecto no se puede pretender apaciguar unoa ánimos que es completamente lógico vengan alterados, pues una separació o divorcio es fruto de desencuentros en la convivencia.
Fuente:
“Síndrome de Aníbal”
http://www.periodistadigital.com/opinion/politica/2015/07/13/sindrome-de-anibal.shtml
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