Los abuelos son el recurso más habitual para cualquier padre o madre separado, y sobre todo en las vacaciones, en donde los horarios de los adulto no suele coincidir con el tiempo de descanso de los hijos.
En los casos de padres separados el problema se agudiza. La psicóloga, García Urbina, advierte que pueden derivarse conflictos entre los padres y los abuelos debido a que los abuelos suelen ser más permisivos con los nietos, y ello después crea costumbres, y los niños no son tontos, saben perfectamente con quien tratan, pero intentarán al máximo salirse con la suya.
Es muy distinta la situación de un padre separado a la de una madre separado, y ello es debido a que la falta de hábitos condiciona una adaptación forzosa a un nuevo sistema. El artículo no lo cita, no nos estraña, pero no podemos obviar el hecho de que en la mayoría de separaciones quien ostenta la guarda y custodia es la madres, y el padre es un mero espectador que de visitas ve a sus hijos 4 días al mes. Se encuentra en un escenario en el cual llega el verano y recoge a los menores para iniciar una convivencia con ellos fuera de lo normal, y aún siendo periodo de vacaciones lo mismo que el resto del año (esos 4 días al mes se distribuyen en fines de semanas alternos, por lo cual no dejan de ser días de descanso) por fuerza durante la convivencia se darán otras situaciones y circunstancias distintas estre los menores y el padre. Para comenzar pasamos a un escenario en el cual al padre le pueden salir agujetas, y entandamos ésto como algo de lo que normalmente no está acostumbrado. Los niños constituyen una fuente de energía inagotable, y es muy distinto pasar con ellos 2 días cada dos semanas que periodos bastante más prolongados, pues en los menores también se desarrollarán otras actitudes, y estas son muy probable que choquen con la del padre. Ellos están acostumbrados a los cuidados de la madre y de los abuelos maternos, y por regla general la madre suele ser más permisiva. lo cual muchas veces genera una fuente de conflicto, y sobre todo cuando su edad sobrepasa los 5 ó 6 años.y va acercándose a la preadolescencia, que es donde más problemas suele haber. De hecho muchos menores expresan un rechazo a la figura paterna. por la diferencia que existe entre la forma de educar del padre y de la madre, y ello dado las circunstancias de conflicto que en la mayoría de casos existen entre el padre y la madre, supone que la madre se aliene con el menor y el rechazo al contacto con la figura pataerna se produzca. Por descontando que el padre ha de trabajar también en verano, y necesita de la ayuda de los abuelos paternos, y por descontado que los problemas que se deriven sobre el padres se pasarán de igual forma a los abuelos.
Los 'abuelos-canguro', al rescate
http://www.larioja.com/la-rioja/201507/08/pros-contras-figura-abuelo-20150708111016.html
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