Un hombre dispone también de formas para abortar, pero una mujer también dispone de elementos para atribuir la responsabilidad del hijo que espera a ese hombre. Sin embargo los leyes y políticos vigentes no protegen los derechos de los menores desde siquiera el momento de su nacimiento.
Muchos son los menores que nacen y son registrados como de padre desconocido, y muchos menores que son registrados a nombres de un padre que realmente no es su padre, y la madre conoce perfectamente ese hecho. Hoy día disponemos de pruebas que pueden proteger los derechos de los menores. hablamos de la prueba de ADN, una prueba que realizando en Madrid para averiguar la identidad del dueño que los perros que depositan sus heces en lugares inadecuados, y sin embargo cuando nacen los menores no son obligatorias.
Por otro lado los hombres no pueden decidir que su hijo nazca, todo el poder de decisión lo ejerce la madre, ella decide si desea tener el niño o no, a su antojo y conveniencia. Encontramos mujeres que se han quedado embarazadas sin que el hombre con quien se ha acostado sea consciente de ello. Las mentiras y los engaños van desde supuesta pastillas que se tomaron, a preservativos pinchados, para después intentar "enganchar" a un hombre junto a sus vidas.
Otros hombres se han encontrado de repente con un hijo fruto de la bondad de una tercera persona. El caso de Álvaro Area es el más reciente mediáticamente, pues seguro que existen otros muchos que desconocemos. La ex pareja de Álvaro mintió e hizo creer a Álvaro que iba a abortar, que el hijo había muerto, sin embargo un trabajador social avisó a Álvaro que su hijo había nacido. El niño fue registrado a nombre de la pareja de entonces de la madre y para colmo entregado en adopción. Álvaro lucha ahora por cuidar a su hijo, por ejercer sus obligaciones paterno-filiales, y sin embargo la justiica de los impide.
Un hombre puede abortar, la mujer aborta, destroza, descuartiza a sus hijos por derecho y gratis, y la justicia aborta los derechos del hijo de Álvaro que no puede ni disfrutar ni disponer de los cuidados y atenciones de su padre.
Fuente:
Mery Jeff Carsons
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