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lunes, 1 de febrero de 2010

JUSTICIA / OBLIGADO A MANTENER A SU MADRE

Muero antes que darle un euro
La batalla del fundador de Ciutadans en Baleares contra una sentencia que le obliga a pagar una pensión a su madre. Está dispuesto, dice, a morir antes que mantener a quien lo abandonó y le fastidió la vida. Hoy cumple 44 días en huelga de hambre
MARCOS TORÍO
José Antonio Braojos, el fundador de Ciutadans en Baleares, dejó de estar unido a su progenitora el día que la matrona le cortó el cordón umbilical. La que llama asépticamente «madre biológica», María Dolores Gómez Verdugo, le sometió hasta los 25 años a una tutela plagada de maltratos físicos y psicológicos. Desde 1991, no volvió a saber de ella. Se marchó de casa, se diplomó en Turismo y, entre pesadillas reincidentes, encontró la estabilidad trabajando como guía oficial en Mallorca. Tenía una hipoteca por un piso de 27 metros cuadrados en uno de los barrios más deprimidos de la ciudad y la determinación de no ser padre por temor a «la maldad de los genes maternos».


El último bofetón le ha llegado, casi dos décadas después, con el sello de la Audiencia de Palma que le obliga a pagar 350 euros mensuales de manutención y 10.000 más con carácter retroactivo a la mujer que, asegura, le ha arruinado la vida. A sus 43 años, prefiere morir antes de que la Justicia le embargue sus bienes -el minipiso por pagar y un Opel Corsa del 95- y le ate nuevamente a su verdugo con la soga de una pensión alimenticia. La sentencia que lo condena a ello se cimenta en los artículos del Código Civil 142 y siguientes que regulan la alimentación entre parientes y dicen que están obligados recíprocamente a darse alimentos los cónyuges, los ascendientes y los descendientes, una norma que no se modifica desde los tiempos de Alfonso XII.
El 19 de diciembre, al conocer la sentencia firme, se instaló en el aeropuerto mallorquín con un saco de dormir, una manta, el libro Juicio a los jueces, su biografía relatada en la web quierojusticia.es y un cartel: «En huelga de hambre, condenado por haber nacido».
El banco junto a la facturación de equipajes frágiles es desde hace 44 días la ventana de su protesta, una sentencia personal sólo alimentada por agua, azúcar, té y café. Allí recibe a amigos, periodistas, compañeros de trabajo y a su hermana de 39 años, también condenada a mantener con 50 euros mensuales a la madre que la vejó hasta los 36.
Observado con curiosidad por los turistas, ha perdido 13 kilos -está en 69-, pasea encorvado su metro ochenta, los ojos hundidos, el vaquero holgado que estrangula un cinturón de doble vuelta... Ya ha firmado el testamento vital coincidiendo con un corto ingreso hospitalario tras un desvanecimiento. Sus voluntades incluyen la de no ser alimentado cuando pierda la consciencia. «Esto no es un suicidio. Quiero vivir, pero no si para ello tengo que sufrir la indignidad de mantener a quien ha desgraciado la vida de tres personas: mi padre, mi hermana y yo», dice a Crónica rotundo. Las instituciones no se han interesado por su caso, solapado por el de la saharaui Aminatu Haidar.
La vida del ex coordinador de Ciutadans en Baleares contempla sólo tres opciones: el cumplimiento de la sentencia, la revisión judicial de su caso con los malos tratos como defensa o que su «madre biológica», de 66 años, acepte el acuerdo que sus hijos le ofrecen: 2.000 euros y el cobro de la pensión no contributiva, una paga para jubilados sin apenas cotización. María Dolores, impasible, se niega a negociar, pese a que la cantidad que percibiría de las arcas públicas es sólo ocho euros menos de lo que reclama a los suyos. La progenitora no se ha interesado por el estado de su hijo. «Si se muere no será por mi culpa», dijo al letrado de Braojos antes de colgarle el teléfono.
Para los hermanos, su madre sólo está aplicando una máxima que les repetía desde niños: «Debéis alimentarme hasta que me muera, es vuestra obligación por haberos parido y criado». En su vida, apenas ha cotizado más de un lustro, la mayor parte del tiempo cuando, todavía soltera, emigró a Alemania para trabajar en Siemens. Tras la separación, prefirió vender las propiedades que le dejó su marido (un mecánico de aviación que siempre le pasó una pensión para ella y sus hijos) antes que volver a trabajar.
HISTÉRICA Y PARANOICA
Ahí comenzó un via crucis de traslados, mudanzas y alquileres por distintos puntos de la geografía española. Sus hijos la retratan como una persona de gran inestabilidad emocional, histérica, paranoica, delirante, narcisista, rencorosa y desconfiada. Los cambios de domicilio se producían por los supuestos ruidos de los vecinos, la convicción de que alguien había instalado micrófonos en su casa o el miedo a que intentaran envenenarla. María Esperanza, hermana de José Antonio, aún recuerda cómo la dejaba encerrada con llave vigilando que nadie vertiera ninguna sustancia en los botes de la cocina.
Siempre culpó del fracaso de su matrimonio a sus hijos, a quienes inoculaba el odio hacia el padre «tiñoso» -José Antonio Braojos, como él- al que debían visitar para no perder la pensión. Nuevamente, el intercambio mercantil con quienes sufrían el Síndrome de Alienación Parental, el lavado de cerebro contra el cónyuge que abandona el hogar. «Lo acusaba de una falsa homosexualidad convencida de que esa orientación era propia de gente malvada», relata la hija.
La madre biológica no volvió a tener pareja hasta que, cercana a la jubilación, se anunció en los periódicos alemanes de Mallorca. Los españoles, «moros y malos» no entraban en su ideal. Buscaba un hombre germano, joven y con recursos. Lo encontró: 45 años y con trabajo. Era 2006 y vivía en la casa que pagaba su hija, a la que no le permitía tener llaves. Esperanza se vio obligada a denunciarla. Sólo los jueces lograron el desahucio. María Dolores planeó entonces la venganza. Los tribunales han servido el plato frío. Su hijo prefiere morir de hambre antes que su madre «maltratadora y con recursos» la consume.

http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2010/746/1264892404.html

2 comentarios:

Marian Leis dijo...

Yo tengo una madre así... espero que llegado el día no me toque a mí sufrir lo que a este pobre hombre.
No hay derecho.

CUSTODIA PATERNA, Asc. Esp.de Padres con la Custodia de los Hijos dijo...

Marian gracias por el comentario. El debate continua en el foro de la asociación en:
http://custodiapaterna.foroactivo.com/comentarios-a-noticias-f1/justicia-obligado-a-mantener-a-su-madre-t259.htm