La tinerfeña Raquel Toledo, de 37 años, tras ser encarcelada en Houston (Tejas).-
Vestida de naranja, como una presa de Guantánamo. Es la última imagen que conservan los padres de la tinerfeña Raquel Toledo, la modelo y administrativa de 37 años encarcelada el pasado martes en una prisión del condado de Brazoria, en Houston (Tejas), por supuestamente haber incumplido, en al menos cinco ocasiones entre marzo de 2008 y octubre de 2009, el acuerdo de custodia compartida que la obligaba a entregar a su marido, el cirujano Robert Krastchmer, a la hija de ambos, Rebeca de 3 años. El caso está ahora en manos del cónsul de España en Houston.
La joven se trasladó a Estados Unidos hace 15 años para estudiar administración y en 2004 conoció al cirujano, con el que tuvo una hija en 2006. El 28 de octubre de ese mismo año, Raquel Toledo presenta una denuncia por maltrato en el departamento policial del condado de Brazoria y es entonces cuando -según la versión de sus parientes- su familia conoce el infierno en el que había estrado viviendo, un film de terror lleno de agresiones y amenazas de muerte, que la obliga a abandonar el hogar con su hija, residir en un piso para mujeres víctimas de maltrato e iniciar una pesadilla en los juzgados.
La familia sostiene que ha gastado ya casi 200.000 dólares (147.000 euros) en defenderla hasta llegar a la conclusión de que han sido engañados. El día en que se decidía su demanda de divorcio (en septiembre del pasado año), el entonces abogado de Raquel Toledo le advirtió de que o evitaba ir a juicio y suscribía un acuerdo amistoso con su agresor a cambio de una pensión de 1.200 dólares (883.000 euros) y la custodia compartida, o perdería a su hija por intento de secuestro y salir del país hacia España (un caso muy similar al que se le imputa a María José Carrascosa).
Raquel Toledo creyó al letrado y aceptó ese acuerdo. Su vida se ha traducido en una serie sistemática de incumplimientos por parte de su exmarido, que ha liderado una batalla judicial por arrebatarle definitivamente a la pequeña. Primero, recibe advertencias del juzgado que restringen su libertad de acción con su hija: no la puede llevar al psicólogo, ni al médico ni puede salir a España, sin conocimiento y autorización del cirujano. Posteriormente tampoco puede salir ya de Houston, le solicitan el pasaporte de la pequeña (que no tiene) y le asignan un abogado distinto para que defienda en exclusiva los intereses de la niña y, por último, su exmarido la denuncia por incumplir la entrega de Rebeca los días 21 de marzo, 11 de mayo de 2008 y los días 26 de julio, 27 de agosto y 10 de octubre de 2009.
El último episodio ha sido su encarcelamiento este martes, por el primero de los incumplimientos, aunque su familia en Tenerife desconoce los términos exactos por los que se decide su ingreso en prisión. El caso está ahora en manos del cónsul de España en Houston, aunque el padre de la tinerfeña, el agricultor Félix Toledo, teme que sea engañado por una versión que no es la correcta.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/espanola/encarcelada/Houston/denunciar/marido/americano/maltrato/elpepusoc/20100226elpepusoc_3/Tes
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