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Albacete, 17 feb (EFE).- El hombre juzgado en Albacete por propinar un tortazo a su hijo, hechos por los que el fiscal pide diez meses de prisión, ha negado en el juicio haber pegado al niño y ha asegurado que sólo hubo una "reprimenda por un excesivo gasto de teléfono móvil" que el menor había realizado.
"No hubo ningún maltrato, ni en esa ni en otra ocasión", ha insistido el procesado, identificado como J.I.L.B., según ha relatado a los periodistas su abogado, Cristóbal Picazo, al final del juicio, celebrado a puerta cerrada en apenas quince minutos y en el que el menor no ha testificado, acogiéndose a su derecho a no declarar en contra de su padre.
El abogado del acusado ha lamentado que desde que ocurrieron los hechos, hace ahora unos tres años, el acusado no ha podido tener contacto con su hijo por la medida cautelar de alejamiento.
Ha explicado que su defendido se encontraba "muy afectado" por lo sucedido y ha insistido en que "solo quiere lo mejor para su hijo".
Su cliente, sin antecedentes penales y sin ninguna denuncia previa por ningún hecho similar, se encuentra también afectado por la petición de diez meses de prisión, pero, sobre todo, "porque ha supuesto una orden de alejamiento y la privación de ver a su hijo y esto, lógicamente, le afecta mucho".
El letrado ha explicado que el niño tenía unos once años cuando ocurrieron los hechos y que denuncia se interpuso unos 15 días después de que hubieran sucedido los supuestos hechos, en el mes de marzo de 2007.
A su juicio, "en el fondo" se trata de un conflicto de pareja que ha acabado en los tribunales.
Por su parte, la madre del menor y ex mujer del acusado, Gracia María Ortiz, ha mostrado su intención de "solucionar las cosas lo mejor que se pueda" y ha manifestado que su hijo "está bien" y lo único que quiere "es llevarse bien con su padre".
Ha agregado que la medida de alejamiento ha sentado mal al niño, "porque, al fin y al cabo, a los padres siempre se les perdona".
Ha explicado que su hijo decidió denunciar el tortazo el día en que el padre presentó una denuncia contra ella por no dejarle verle.
El acusado sí ha seguido viendo a la otra hija de la pareja con normalidad, ya que la orden de alejamiento afectaba sólo al niño que le acusaba de haberle dado la bofetada.
El juicio ha quedado visto para sentencia.
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