Reunión de los lunes

Nos reunimos todos los lunes a las 20,30 horas en la C/Vinaroz nº31, entrada por C/Pradillo, MADRID ¡TE ESPERAMOS!

domingo, 28 de agosto de 2011

La violencia de los menores a sus padres sigue su escalada

El 18% de los menores que cumplen medidas judiciales de medio abierto ha cometido maltrato hacia sus familiares
Un joven observa un cartel que llama a la no violencia. Javier Albiñana
Viernes 26 de agosto de 2011  
MATUCHA GARCÍA El maltrato del menor hacia su familia se sitúa como segundo delito de los jóvenes malagueños que delinquen y a los que un juez les impone medidas de medio abierto. Si en 2008 no constaba siquiera entre los tres primeros delitos, ahora ocupa la segunda posición tras el robo con o sin violencia que va en descenso, al contrario que la violencia intrafamiliar, que continúa su escalada.
Así, las agresiones de hijos a padres siguen creciendo y si tradicionalmente se asociaban a barrios marginales o zonas deprimidas, como los Asperones, García Grana o Palma-Palmilla, esta circunstancia ha cambiado, saltando de lleno hace tres años a las familias de clase media e instalándose en éstas definitivamente en la actualidad. Un perfil que ha añadido una circunstancia más en estos tiempos de crisis, que es que los miembros de la unidad se encuentran en desempleo, comenta Inmaculada Bocanegra, directora del Centro de Día Almedina, de la Delegación de Justicia de la Junta de Andalucía que gestiona la Asociación Alme y cuyo fin es el cumplimiento de las medidas dictadas por los juzgados de menores.
De esta forma, del total de menores que cumplen medidas de medio abierto el 26,5% ha cometido robo con o sin violencia, tanto dirigido hacia personas como a objetos, situándose por tanto como el primer delito. Le sigue en segundo lugar el maltrato en el ámbito familiar, con el 18% y en alza.
El tercero más frecuente es contra la seguridad vial en el tráfico, con el 16%. Este aumento es debido a la tipificación como delito de la conducción sin los debidos permisos, lo que ha supuesto una subida de éste que anteriormente no estaba recogido como tal, indica Bocanegra.

Perfil del menor

El perfil tipo de estos menores es el de un varón (82%), de entre 16 y 18 años (62%). Es residente en la ciudad de Málaga (77,5%), y pertenece a una familia de clase media con una situación actual de desempleo (33,7%), ya que debido a la crisis económica se encuentran los miembros de la unidad familiar en paro.
Respecto a la estructura mayoritaria, predomina la familia monoparental, estando a la cabeza la madre, normalmente por un proceso de divorcio y, en menor proporción, por estar en situación de viudedad (30,2%).
El motivo por el que acude al centro de día es debido a que se trata de una de las obligaciones del proyecto individualizado de ejecución de medida de Libertad Vigilada (77%), siendo la primera medida judicial que cumple (43,3%). Nunca ha estado interno en ningún tipo de centro (ni de reforma, ni de protección, ni privado) (74,6%). No ha obtenido el Graduado en ESO (91,1%) y no ha superado el primer ciclo de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (65,9%), lo que indica un alto fracaso escolar, abandonando el sistema escolar cuando alcanza el primer o el segundo curso de la ESO. Normalmente ha repetido uno o dos cursos, y ha sido en varias ocasiones expulsado del centro escolar por mal comportamiento. No tiene formación ocupacional alguna (73%). No tiene experiencia laboral (42,5%). No han obtenido ningún tipo de licencia de conducción (el 66% de los casos).
Tras la intervención que supone la medida judicial, no consume habitualmente drogas (78%), si bien, sí las ha consumido previamente (54%), siendo ésta normalmente cannabis. «Todos estos factores dificultan la plena integración social de nuestra población, teniendo sentido el que se refuerce la formación académica, ocupacional y la búsqueda de empleo, además de la potenciación del ocio alternativo como pilares de la intervención en un centro de día», comenta Bocanegra.
Entre los motivos que han llevado al menor a esa situación se da la problemática a nivel familiar, que además es muy diversa: desestructuración familiar, desempleo, problemas de otro tipo como pueden ser enfermedades mentales o drogodependencia de los progenitores, etc. Destaca también la carencia de límites y normas, quizás debido a una falta de transmisión de valores y a una escasa exigencia de obligaciones y responsabilidades, haciendo valer por encima de todo los derechos del menor, sobreprotegiéndolo en exceso e impidiendo un adecuado desarrollo y crecimiento madurativo. Igualmente, no se recompensa el valor del esfuerzo, de la constancia, predominando una excesiva recompensa inmediata y satisfacción de los deseos.
Esta realidad da lugar a episodios violentos que desencadenan en una denuncia de los padres contra su hijo al convertirse la situación en insostenible. En 2010 fueron 365 los usuarios de este centro. La intervención sobre éstos es completa y profesional. Trabajo en grupo, una estructura jerarquizada y reglamentada, tutor personal, refuerzos y correcciones educativas, horarios, evaluación continua e interdisciplinar y una información permanente a los juzgados de la evolución del menor, son algunas de las actuaciones de este equipo de profesionales. El programa busca la reinserción y la corrección de la conducta del menor. El tiempo de permanencia puede oscilar de meses a varios años, según el caso.
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2011/08/26/violencia-menores-padres-sigue-escalada/445792.html

No hay comentarios: