Afirmar a un cliente, a un padre que llega sin conocimiento ninguno sobre el tema, que no puede pedir la custodia compartida porque los jueces no la van a conceder, seguro, es engañar a una persona, que además se encuentra pasando, muy probable, por los momentos más duros de su vida. Hay padres que llegan destrozados, y suponen que van a ver a una persona que va a ayudarles, y confían en lo que dice ese profesional, y luego se sienten engañados.
La custodia compartida no es la panacea ni la solución para evitar el daño que la ruptura de sus padres provoca en los menores, pero sí es la solución menos mala. Se puede debatir sobre el tema, y argumentar que en determinados casos la custodia compartida no funciona, pero sin citar que la custodia materna es la vía que presentan los juzgados como alternativa a la custodia compartida el argumento se traduce en una posición del feminismo.
La casa o vivienda "nido", se cataloga a aquella en donde el menor reside de forma habitual, y es el padre y la madre quien cambia de domicilio. Manifestar que no funciona, es tirar balones contra los menores de nuevo. Si alguien debe hacer esfuerzos son el padre y la madre de los menores. Muchas personas que critican ahora esta vía, no han hecho la menor objeción cuando el padre no solo es apartado de la vida de sus hijos, pasando a ser un visitante, sino que al ser expulsado a la calle, en las mejores ocasiones ha dispuesto de la opción de regresar como un crió de 15 años que se escapa, de nuevo a la vivienda y al amparo de sus papás.
El autor del escrito es Jesús Moreno, socio-director de Moreno-Chocano Abogados
Fuente:
http://www.lawyerpress.com/news/2016_01/1301_16_011.html
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