El padre del menor era un padre de visitas, un padre de vacaciones exclusivamente, un padre que no mantiene las obligaciones que por la ley natural son impuestas a cada progenitor desde el nacimiento de sus hijos. Estos visitantes no disponen en muchas ocasiones de muchos medios económicos, pero sí disponen de tiempo libre, y pueden dedicarse más de pleno a la relación de pareja que al cuidado de sus hijos, y entre otros motivos, porque es la propia justicia quién en beneficio de los menores sentencia que el padre para cumplir con sus deberes y obligaciones parentales, debe pagar una pensión de alimentos a la madre y ésta será la encargada de custodiar al menor. Es decir, es como si el padre pagase una guardería, donde la directora es la madre.
Si Ángel Cruz, el padre de Gabriel Cruz hubiera mantenido las obligaciones de los cuidados de su hijo, no hubiera podido quizás mantener la relación con la pareja, la novia que ha estrangulado a su hijo, al parecer por celos, Ana Julia Quezada.
En la imagen aparecen el padre y la madre (Patricia Ramírez) del asesinado Gabriel Cruz.
En 2014 ya avisamos del peligro al Gobierno, y aún no tenemos respuesta. Los niños de padres separados no tienen la misma protección que los niños adoptados, aunque su régimen de vida sea el mismo. Un padre o madre custodio, y un tercero, del que la familia no tenemos ningún tipo de información.
Puede tener una orden de alejamiento de sus hijos, y convivir tranquilamente con nuestros nietos.
Hoy Gabriel no sería noticia. Descanse en Paz
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