La consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Mercedes Roldós, ha mantenido respecto al caso Aitana que desde su departamento "se ha actuado conforme a los protocolos establecidos y conforme a la legislación vigente".
MIGUEL ÁNGEL AUTERO SANTA CRUZ DE TENERIFE Sin embargo, y según se desprende de lo acontecido en este caso, la investigación trata ahora de esclarecer si hubo precipitación por parte del facultativo del centro hospitalario de El Mojón (Arona) que diagnosticó presuntas lesiones por maltrato y agresión sexual en Aitana, lo que motivó, según su apreciación, la activación del protocolo.
Canarias cuenta, desde hace seis años, con un protocolo de actuación para aquellos casos en los que los médicos de atención primaria, de los servicios de urgencias y los de atención hospitalaria observen indicios o sospechen de un posible maltrato físico o psicológico hacia el que un menor pudiera estar siendo sometido.
Cuando un médico recibe a un paciente menor de edad y observa la presencia de síntomas, lesiones o un cuadro de posible maltrato debe cumplimentar un parte de lesiones y un informe médico que debe registrar por triplicado: una copia para el juzgado de guardia, copia para el archivo del centro en el que se emite y, siempre que sea posible, se archivará otra copia en la Historia Clínica del paciente, y por último se notificará, además, a la Dirección General de Protección del Menor y la Familia, Servicio de Información, Valoración y Diagnóstico, mediante el oficio de notificación, vía fax o por correo.
Si el facultativo observa en el menor que puede estar sufriendo un maltrato de tipo agudo o si sospecha de que pudiera haber sido víctima de una agresión sexual, el médico debe activar el Servicio de Asistencia Familiar de la Policía Nacional o de la Guardia Civil para que se personen en el centro sanitario los funcionarios especializados de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad que deben custodiar y trasladar al menor a un centro de menores, a otro domicilio familiar con garantías de alejamiento del agresor. Además, y ante las referencias que aporte el médico a los efectivos de seguridad, el sospechoso de causar el maltrato o la agresión sexual podría quedar detenido de forma inmediata.
La cumplimentación de los folios en los que debe recogerse toda la información relacionada con el presunto maltrato o agresión sexual es exigente y dispone de multitud de apartados a rellenar "con letra clara, legible y sin tachaduras (ya que puede interpretarse como manipulación)".
Los folios de los que constan los dos documentos siguen un orden con casillas y espacios a rellenar por el médico y, en el caso de lesiones físicas y agresión sexual debe detallarse en los dibujos anatómicos que se encuentran al margen de uno de los folios la localización de las lesiones observadas.
El facultativo debe dedicar bastante tiempo a la cumplimentación de este expediente pues debe describir las lesiones halladas, su tipo, localización, tamaño, número, aspecto y otras características; es importante reseñar si las lesiones son antiguas, recientes o de distintas datas; indicar el estado emocional que presenta la víctima en el momento de cumplimentar el Parte de Lesiones; registrar las pruebas complementarias que se hayan realizado; toma de muestras vaginal, anal o bucal; muestras de sangre; recogida de prendas y objetos.
En el apartado de exploración física general, el médico debe señalar lesiones cutáneas como eritema, erosión, escoriación, contusiones - hematomas, heridas, quemaduras, mordeduras, lesiones oculares, lesiones auditivas, lesiones internas, fracturas luxaciones y contracturas además de realizar y documentar el resultado de una exploración específica de genitales externos, vagina, cérvix, útero y anejos, mamas, periné, anal y perianal, rectal, oral, muñecas y tobillos, así como un apartado en el que se citarán las pruebas de aquellas analíticas que se hayan considerado oportunas.
http://www.laopinion.es/sociedad/2009/12/06/protocolo-correcto-diagnostico-precipitado/259157.html
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