Sábado 27 Agosto 2011
El estado civil de las personas genera cambios drásticos en su estilo de vida. Pero la semana pasada se supo que estas transformaciones se evidencian también en la báscula. Un estudio hecho por investigadores de la Universidad del Estado de Ohio, Estados Unidos, encontró que las mujeres aumentaban de peso al casarse y los hombres, al separarse. El estudio fue hecho con una muestra de más de diez mil hombres y mujeres entre los 14 y 22 años, que fue monitoreada desde 1974 hasta 1994. Si bien ambos sexos ganan peso al cabo de dos años de matrimonio frente a los solteros, las mujeres subieron más que los hombres. Curiosamente, luego de dos años de separación, son los hombres quienes se ponen encima más kilos que ellas. El estudio no exploró las razones, pero Zhenchao Qian y Dmitry Tumin, investigadores del trabajo, señalan que en el caso de ellos, luego del matrimonio, las esposas influencian a sus maridos a seguir un estilo de vida más saludable, lo que resultaría en un peso corporal más ajustado al ideal. Los divorciados, en su nueva calidad de solteros, regresarían a un régimen de alimentación menos saludable debido a que no contarían con el soporte de una organización familiar que les provee comida casera y saludable. En el caso de las mujeres, la razón serían los hijos y la crianza, una etapa de la vida en la cual ellas dejan a un lado su imagen corporal, mientras que las mujeres que nunca se han casado son más obsesivas con su figura. Estos resultados fueron mucho más visibles en personas que tenían 30 años al casarse o divorciarse.
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