Día del Niño, cumpleaños, Navidad, vacaciones…lo que para muchos es sinónimo de fiesta, para otros es una preocupación. ¿Cómo celebrar estas fechas sin conflictos cuando la relación con tu ex no es la mejor? ¿Cómo lograr que tu hijo disfrute de su día y no perciba tensión entre sus padres?
“No debería haber necesariamente un conflicto porque los padres estén separados. Es más, la gente se separa o divorcia para dejar de tener conflictos de pareja, aunque no siempre lo logra –explica Dora Davison, Psiquiatra y Terapeuta Familiar Sistémica, directora de FamiliaS21, organismo que suele brindar orientación y cursos para padres separados (http://www.familias21online.com/index.php/profesionales/cursos-on-line/el-divorcio). Si después de la separación, los padres mantienen una paternidad colaborativa y respetuosa, bastará con que lleguen a un acuerdo sobre cómo celebrar la fiesta, que puede ir desde pasarlo todos juntos a turnarse cada año”.
Sin embargo, a veces, los acuerdos no llegan y resulta casi imposible ponerse de acuerdo con la ex pareja, en especial, durante los primeros tiempos luego de la separación.
“En estos casos, los hijos suelen ser usados en la pelea conyugal. Los padres pueden competir entre sí para ver quien le hace el mejor regalo o trata de atraerlo a su bando proponiéndole un paseo más atractivo o un festejo más divertido –explica la especialista-. El niño inexorablemente se sentirá ‘tironeado’ entre ambos y en falta con uno ellos”.
Lejos de desesperarse, los padres deben entender que en todas las guerras siempre hay una tregua. “Esta tregua debe servir para reflexionar y entender que ser esposos es muy diferente a ser padres. Los padres continuarán siendo ‘socios’ en la empresa de criar hijos”, asegura Davison.
Por supuesto, nadie dice que la tarea no sea fácil, pero hay que entender que no es necesario ser “amigos”: sólo basta con que se respeten y colaboren entre sí en pos del bienestar de sus hijos.
"Estamos acostumbrados a pensar el divorcio como una ruptura de las relaciones familiares, pero esto no es necesariamente así. Pasados los primeros momentos de caos, rabia y dolor, y a medida que pasa el tiempo, los ánimos se serenan, el dolor o la ira disminuyen y mejoran las relaciones. Con el tiempo pueden volverse amables y cordiales. Cuando esto es así, los niños aceptan la separación dos años después de ocurrida; se acostumbran a dividir su tiempo entre papá y mamá y no presentan dificultades diferentes a las de los niños cuyos padres viven juntos”, sostiene la psiquiatra.
Y aclara: “Pero, nada de esto sucede cuando el resentimiento y las hostilidades aumentan o aparecen deseos de venganza”.
- ¿Qué consejos otorga para que el niño no quede en el medio?
- Sacarlo si quiere intervenir, no involucrarlo. No hablar mal del otro padre, ni descalificarlo en presencia de los hijos, por más enojado o indignado que se esté. Mantener entre los ex conversaciones centradas en las necesidades evolutivas de los hijos, no enredarse hablando del pasado. Hacer acuerdos básicos en función del bienestar de los chicos; aquí no se trata de ganar por separado, porque ambos padres ganan en felicidad cuando los hijos crecen saludables. Cumplir sin excusas los compromisos relacionados son alimentos y visitas. En algunos casos, usar un intermediario (pariente o amigo) puede ser una opción válida para las cuestiones prácticas, aunque no es la mejor.
http://vidayestilo.terra.com.ar/padres-separados-como-festejar-el-dia-del-nino,ae39601135b81310VgnVCM10000098f154d0RCRD.html
“No debería haber necesariamente un conflicto porque los padres estén separados. Es más, la gente se separa o divorcia para dejar de tener conflictos de pareja, aunque no siempre lo logra –explica Dora Davison, Psiquiatra y Terapeuta Familiar Sistémica, directora de FamiliaS21, organismo que suele brindar orientación y cursos para padres separados (http://www.familias21online.com/index.php/profesionales/cursos-on-line/el-divorcio). Si después de la separación, los padres mantienen una paternidad colaborativa y respetuosa, bastará con que lleguen a un acuerdo sobre cómo celebrar la fiesta, que puede ir desde pasarlo todos juntos a turnarse cada año”.
Sin embargo, a veces, los acuerdos no llegan y resulta casi imposible ponerse de acuerdo con la ex pareja, en especial, durante los primeros tiempos luego de la separación.
“En estos casos, los hijos suelen ser usados en la pelea conyugal. Los padres pueden competir entre sí para ver quien le hace el mejor regalo o trata de atraerlo a su bando proponiéndole un paseo más atractivo o un festejo más divertido –explica la especialista-. El niño inexorablemente se sentirá ‘tironeado’ entre ambos y en falta con uno ellos”.
Lejos de desesperarse, los padres deben entender que en todas las guerras siempre hay una tregua. “Esta tregua debe servir para reflexionar y entender que ser esposos es muy diferente a ser padres. Los padres continuarán siendo ‘socios’ en la empresa de criar hijos”, asegura Davison.
Por supuesto, nadie dice que la tarea no sea fácil, pero hay que entender que no es necesario ser “amigos”: sólo basta con que se respeten y colaboren entre sí en pos del bienestar de sus hijos.
"Estamos acostumbrados a pensar el divorcio como una ruptura de las relaciones familiares, pero esto no es necesariamente así. Pasados los primeros momentos de caos, rabia y dolor, y a medida que pasa el tiempo, los ánimos se serenan, el dolor o la ira disminuyen y mejoran las relaciones. Con el tiempo pueden volverse amables y cordiales. Cuando esto es así, los niños aceptan la separación dos años después de ocurrida; se acostumbran a dividir su tiempo entre papá y mamá y no presentan dificultades diferentes a las de los niños cuyos padres viven juntos”, sostiene la psiquiatra.
Y aclara: “Pero, nada de esto sucede cuando el resentimiento y las hostilidades aumentan o aparecen deseos de venganza”.
- ¿Qué consejos otorga para que el niño no quede en el medio?
- Sacarlo si quiere intervenir, no involucrarlo. No hablar mal del otro padre, ni descalificarlo en presencia de los hijos, por más enojado o indignado que se esté. Mantener entre los ex conversaciones centradas en las necesidades evolutivas de los hijos, no enredarse hablando del pasado. Hacer acuerdos básicos en función del bienestar de los chicos; aquí no se trata de ganar por separado, porque ambos padres ganan en felicidad cuando los hijos crecen saludables. Cumplir sin excusas los compromisos relacionados son alimentos y visitas. En algunos casos, usar un intermediario (pariente o amigo) puede ser una opción válida para las cuestiones prácticas, aunque no es la mejor.
http://vidayestilo.terra.com.ar/padres-separados-como-festejar-el-dia-del-nino,ae39601135b81310VgnVCM10000098f154d0RCRD.html
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