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miércoles, 24 de agosto de 2011

Papá y mamá se divorcian

Antonio Robles Morión / Abogado Y Mediador Familiar.
 24.08.2011
LOS conflictos matrimoniales de divorcio traen consigo unos daños colaterales que se ensañan con los más débiles, en este caso los hijos. Hay algo que los cónyuges deben tener muy presente y es que tras el divorcio ambas partes podrán romper sus relaciones, romper con su vida anterior y pasar página en sus vidas, pero lo que no podrán romper ni omitir es el hecho de seguir siendo padres de aquellos hijos que nacieron en el seno del matrimonio. Y de ello no se toma la suficiente conciencia, tanto es así que en un proceso de separación y divorcio contencioso, los hijos se convierten en el arma arrojadiza de ambos contendientes. Llegándose incluso al sufrimiento psicológico de los pequeños, usándose este sufrimiento a favor de quien lo usa y en detrimento de quien lo padece. Este tipo de ruptura conyugal se ha convertido en un problema social emergente en nuestro país.
Los padres, futuros divorciados, no dudan en incluir a los hijos en su conflicto marital. Cuando el conflicto se "encona", cuando el conflicto no tiene salida, la confrontación entre ambos les lleva a utilizar a los hijos tomándolos como rehenes de sus intereses y posicionamientos. El progenitor considerado más fuerte emite su violencia usando a los hijos contra el progenitor más débil. Los sentimientos de acusación y de culpabilidad florecen y la ausencia del progenitor ausente del domicilio conyugal, en la mayoría de los casos el padre, es percibido por el hijo como el expulsado de casa. Llegándose a producir sentimientos de solidaridad con el ausente y resentimiento con la madre que adquiere el rol de la parte fuerte a quien acusa de privarle del contacto con el padre. Hay que decir que el maltrato psicológico hacia los hijos puede darse incluso sin que la parte actora tenga conciencia del daño que está ocasionando. Cuando el conflicto llega a los tribunales se origina una desigual posición entre el padre y la madre desde el momento en el que el juez asigna la custodia de los hijos. La tendencia generalizada es la asignación de la custodia de los hijos menores a la madre, y este hecho priva al padre y a los hijos de vivir mutuamente el precioso proceso de crianza. A lo largo de todo el conflicto de separación y de divorcio el maltrato en el seno familiar se ensaña siempre con los más débiles, los hijos. Una vez pasado el traumático episodio del pleito judicial y cuando las partes se encuentran ya divorciadas, nadie termina contento ni satisfecho con lo vivido, ni con la decisión judicial impuesta por el magistrado, ni tan siquiera el abogado que ha actuado de buena fe y que ha seguido la petición de su cliente con las actuaciones que se han tenido que realizar para ganar. Se ha entablado una lucha en la que los hijos han sido sacrificados para satisfacer el resentimiento de los contrincantes.
Por todo lo expuesto es la mediación familiar el procedimiento extrajudicial que puede resultar de gran ayuda para que en las rupturas matrimoniales con hijos resulten plenamente satisfactorias las decisiones tomadas. Decisiones que se toman con la ayuda de un experto en mediación familiar, y con unas técnicas que hacen empatizar a los contrincantes mirando del presente al futuro, dejando a un lado el pasado, los reproches y frustraciones y así poder llegar a acuerdos que voluntariamente sean aceptables, duraderos en el tiempo y con una ejecución a la que se comprometen las partes del conflicto matrimonial. Priorizando el interés por los hijos a los que están obligados a proteger. De esta forma se tratarían temas tan importantes como conocer la opinión de los hijos, hacerlos partícipes de las decisiones a tomar, el cómo repartirse el cuidado de los mismos, los acuerdos económicos a adoptar para la educación y formación de los pequeños, y las distintas responsabilidades. Acuerdos que en definitiva si se toman consensuada mente, sin la carga emocional y traumática de un pleito judicial, y con la ayuda de las técnicas de mediación familiar resultan más fáciles de cumplir tomando conciencia los progenitores de que ellos se podrán divorciar, pero nunca podrán dejar de ser los padres de sus hijos.
http://www.diariodejerez.es/article/opinion/1048705/papa/y/mama/se/divorcian.html

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