La mitad de las 2.853 parejas que se divorciaron o separaron durante el año pasado tiene hijos menores, según ha resaltado el IPFB, que asegura que un estudio de la Universidad de Cambridge demuestra que los hijos de parejas rotas "tienen menos éxito en los estudios, presentan más problemas de comportamiento, obtiene peores resultados y se divorcian en mayor proporción que los demás".
La asociación de defensa de los valores tradicionales que lidera Agustín Buades considera probado que el fracaso escolar es mayor entre los hijos de divorciados y recalca que en este colectivo "el porcentaje de los que cohabitan antes de los 21 años es 4,5 veces mayor" que entre los hijos de parejas casadas.
"Desde el punto de vista de las secuelas psicológicas, para un niño el divorcio de los padres es más perjudicial que quedar huérfano", indica Buades en un comunicado.
"Es cierto -incide el IPFB- que muchos hijos de divorciados salen adelante y su carácter llega a forjarse como supervivientes que son, pero el divorcio no es un suceso menor en la vida de un niño, ni siquiera cuando llega a la edad adulta".
Por ello, esta organización demanda al Govern que convoque a expertos en la materia para diseñar medidas que contribuyan a "aumentar las familias estables en Baleares".
Según los datos difundidos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el archipiélago fue el año pasado la cuarta comunidad española con una mayor tasa de disoluciones matrimoniales, con 2,58 por cada mil habitantes.
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=929743
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