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viernes, 11 de mayo de 2012

Igualdad da igual

Viernes, 11 de Mayo, 2012
EN la última remodelación de su Gobierno antes de entrar en barrena (octubre de 2010), Zapatero liquidó el Ministerio de Igualdad y degradó a su titular, Bibiana Aído, a secretaria de Estado dentro del Ministerio de Sanidad, desde donde ella saltaría a la ONU. Han leído bien: su jefe consiguió meterla como asesora en la Entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer, más conocida como ONU Mujeres.
La firmeza de las convicciones de Zapatero es ya legendaria. Cuando ganó por segunda vez las elecciones, en 2008, el feminismo le parecía una política tan esencial y una autoexigencia tan rigurosa que hasta se inventó un ministerio y previamente ya tenía buscada, vía Sanlúcar de Barrameda, a la persona que lo ocuparía. Nadie sabía cómo iba a hacerlo Bibiana de ministra, pero contaba con dos atributos muy del gusto del zapaterismo originario: mujer y joven (muy joven, tenía 31 años cuando la nombró). Como digo, la convicción de que era imprescindible un ministerio para hacer políticas de igualdad le duró un rato. Concretamente, dos años y medio.
A José Antonio Griñán le ha pasado algo parecido. Heredó de Chaves una Consejería para la Igualdad y el Bienestar Social -el propio título ya otorgaba prelación a la igualdad sobre la dependencia y otros servicios sociales- y ratificó a la militante que la venía ejerciendo, la jiennense Micaela Navarro, cuya gestión era elogiada por el mismo Griñán y salía bien parada en las encuestas. Pero llegó el congreso federal socialista y Navarro se alineó con Rubalcaba. También lo hizo la consejera de Salud, María Jesús Montero, aun sin militar formalmente en el PSOE.
Es cierto que Micaela Navarro era el recambio de urgencia auspiciado por los enemigos de Griñán en el PSOE para sustituir a éste en el liderazgo andaluz del partido en el caso -entonces se daba por descontado- de que el PP lograse mayoría absoluta el 25-M. Por ahí parece haberse gestado la defenestración de la consejera. Un ajuste de cuentas en el seno del socialismo. Pero esta represalia de carácter orgánico se ha llevado por delante a la propia Consejería de Igualdad, o sea, al instrumento que se consideraba decisivo para avanzar en la lucha feminista en Andalucía.
Consideren otros aspectos de la cuestión. Uno, lo llamativo que es que la reducción del número de consejeros obligada por la crisis y la austeridad desemboque en la degradación institucional de las políticas de igualdad (ahora asignadas, como casi todo, a la consejera de Presidencia). Dos, que cuando Zapatero quitó el Ministerio Griñán lo criticó por parecerle un paso atrás. Y tres, que Griñán no ha parado de insistir en sus discursos de estos días que la igualdad va a ser uno de los dos o tres ejes de su mandato. ¿Quién entiende esto?
http://www.diariodesevilla.es/article/opinion/1253587/igualdad/da/igual.html

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