La justicia española maltrata a los niños cuando coloca por encima de ellos los derechos de su madre fomentando la sustracción parental

Lunes, 20 de Febrero, 2017

La realidad supera a la ficción en muchos casos. Uno de ellos el del gallego Javier Somoza, quien tras conocer a la rusa, Valentina Suraeva, aprendió que es vivir un auténtico calvario en vida.

En España la justicia otorga un derecho no escrito pero plasmado bajo la realidad, a la madre de los menores, sobre la cual considera que prevalece el derecho de la madre a ser feliz, por encima del derecho de los hijos. Y es que llegamos al extremo, de oír en los juzgados que si la madre es quien ostenta la guarda y custodia de los menores, ésta mantiene el derecho de elegir su lugar de residencia. Y no podía ser menos, pero dicho derecho no puede conculcar el derecho de los menores a ser cuidados y atendidos también por su figura paterna.

Él es un directivo de la banca, y se enamoró de una mujer 13 años más joven que él, con la cual formalizó matrimonio y se casó. La rusa exigió Javier tras el matrimonio que para convivir en España con él debía de expulsar de su vivienda a los tres hijos cuya custodia recaía sobre él, y además debía también asignar a la mujer un sueldo mensual y la compra de un apartamento a nombre de la mujer, y sin hipoteca.

Valentina usó el semén de su marido depositado en un banco de semén para tener un hijo con el hombre, y del cual ahora vive gracias a Javier Somoza y a pesar de impedir el contacto entre padre e hijo. Para la obtención de la muestra llegó incluso al soborno del director del centro de inseminación. El señor Somoza se ha gastado 23.000 euros en pagos a Valentina a cambio de ver a su hijo de 4 años y medio, pero la rusa

impide de momento la relación y exige otra cifra similar a la anterior citada, 1,4 millones de rublos.

La noticia informa que la custodia del menor recae sobre la madre, y que en la vista de este próximo 28 de Febrero, van a intentar la retirada de la patria potestad del menor a Javier Somoza.

• Ella se convirtió en una Natasha, como los rusos conocen a las femmes fatales que se casan y tienen hijos con occidentales para conseguir de ellos su dinero y una vida acomodada.
• Falsificó la firma de su esposo para poder inseminarse el esperma que él había depositado meses atrás en un hospital ruso con la intención de tener un hijo juntos
• Para evitar que el padre vea al chaval se ha instalado en Myski, un pueblo perdido en mitad del sur de Siberia, más próximo a Mongolia, China y Kazajstán que a la capital de su país, Moscú.

Aparte del caso de este coruñes, la noticia también cita al Colectivo de Padres y Madres contra la Sustracción Parental, y a otros padres víctimas también de la sustracción parental permitida y tolerada en España, siempre y cuando es la madre quien sustrae a los hijos.

• Heber Serrano es granadino, tiene 37 años. Conoció a  Natalia, en 2002, cuando estudiaba filología eslava en Moscú. Un año después ella se mudó con él a España y tuvieron un hijo en 2005. Al año siguiente se casaron.  Ella le amenazaba con llevarse al niño y con denunciarle por violencia machista. Pero él se marchó de casa y la Justicia le dio a Heber la custodia de su hijo.
• Rafael Reyes es cordobés pero vive en Málaga. Tiene 37 años y es ingeniero informático. En 2003 conoció a una rusa llamada Olga durante el Erasmus que ambos hacían en Finlandia. Dos años después los chicos se casaron en Moscú y registraron la boda en España, donde se instalaron. En 2006 nació su hija, Emma.

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Fuente:
El calvario de Javier Somoza, el gallego rehén de la ‘natasha’ rusa que usó su semen congelado
http://www.elespanol.com/reportajes/grandes-historias/20170217/194480989_0.html