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viernes, 29 de octubre de 2010

«No he pegado a mi hijo, pero me van a condenar por ello»

La madre juzgada por agredir y lesionar a su hijo de 10 años niega los hechos y afirma que «lo que más pena me da es que no voy a poder verlo en un año y 5 meses»

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21.10.10 -  M. MENÉNDEZ, GIJÓN
Dos mujeres fueron juzgadas ayer, en la sala de lo Penal, número 2, de Gijón, por sendas acusaciones de haber agredido y causado lesiones a sus hijos, menores de edad. En el primero de los casos, M. A. A. se tuvo que enfrentar a la petición del fiscal y de la acusación particular de seis meses de cárcel y una orden de alejamiento de su hijo durante un año y cinco meses.
Según el escrito de la fiscalía, la mujer habría agredido al menor, de 10 años en el momento de los hechos, en dos ocasiones; en la primera, dándole un bofetón y agarrándole por un brazo, mientras que en la segunda, le habría retorcido la muñeca. En sendas ocasiones hubo lesiones que precisaron de atención médica.
La acusación particular la ejerció la letrada Gemma González, quien indicó tras la vista que «las pruebas médicas son lo más importantes, con los informes que se presentaron. Creemos que la actitud de la madre superó el derecho de corrección del menor».
El niño tuvo que testificar desde una sala aparte del tribunal mediante conferencia, con el fin de que no viera el ambiente del tribunal, con su madre sentada en el banquillo. En la vista, además de las personas directamente implicadas en el asunto, testificaron un psicólogo, un técnico psicosocial y un médico forense. La letrada apuntó que todos ellos «coincidieron en que el niño no miente».
Por su parte, la abogada de la defensa, Ana Rueda, pidió la libre absolución de la madre, bajo el argumento de que ésta no le causó lesión alguna al niño y que se las pudo haber hecho jugando. No obstante, durante la vista el forense indicó que la torsión sufrida por el menor era imposible que se hubiera producido con una caída, según añadió Gemma González, abogada de la Asociación de Padres Separados.

«No le hice nada»

La acusada, M. A. A., se mostró ayer muy desesperanzada ante el resultado del juicio. En declaraciones a EL COMERCIO, indicó que «no he pegado a mi hijo y me van a condenar por ello». Y es que está convencida de que será condenada, a pesar de que dice firmemente que «el niño estuvo comiendo en mi casa y luego jugando en el parque. Yo no le hice nada, pero creen lo que dice el crío, que está manipulado por el padre».
La pareja lleva seis años separados y el padre es quien tiene la custodia del menor. Los hechos que se juzgaron ayer habrían tenido lugar durante el régimen de visitas, que no se ha interrumpido en ningún momento. M. A. A. también se mostró a disgusto con algunas de las declaraciones realizadas durante el juicio. E insistió que «me van a condenar por algo que no hice. Todas las declaraciones estaban a favor de mi ex marido. Les vale todo, no tienen escrúpulos. Es increíble la crueldad de la gente».
Apenas repuesta del mal trago pasado en el juzgado, M. A. A. aseguró que «lo que más pena me da es por el crío, porque no le voy a poder ver en un año y cinco meses. El niño lo pasa bien conmigo, pero ahora dice que me tiene miedo. Es muy difícil de demostrar todo esto».

Juicio a otra madre

El segundo de los juicios se desarrolló con la ausencia de la acusada, que, según la calificación del fiscal, habría despertado a su hijo, de 17 años, a las siete de la mañana propinándole golpes y arañazos. El menor -que ahora tiene 19 años- denunció los hechos en las dependencias de la Policía Local. La acusación fue ejercida por el fiscal, que pidió para la acusada nueve meses y un día de prisión, así como una orden de alejamiento de nueve meses y un día.
La defensa fue ejercida por la abogada Sofía Roces, quien informó de que el juicio se podía realizar al pedirse una pena que no incluye el ingreso en prisión de la acusada. De todas formas, la letrada solicitó la libre absolución de su defendida bajo la tesis de que la mujer «actuó en legítima defensa, después de que su hijo la amenazara e insultara». Además, la defensora apuntó que la madre llegó a la casa a las siete de la mañana porque es cuando termina de trabajar.
Roces considera que la ausencia de la acusada en el juicio «redunda en su perjuicio», aunque tiene claro que el tribunal habrá de decidir «ante la versión de cada parte, ya que es la palabra de uno contra la del otro».
http://www.elcomerciodigital.com/v/20101021/gijon/pegado-hijo-pero-condenar-20101021.html

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