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miércoles, 16 de marzo de 2011

Admite que acusó a su ex de maltrato, sabiendo que era falso, porque “estaba bebida”

La acusada alega que la agredieron en su casa y tuvo la “sensación” de que era su ex marido, que estaba en Ferrol según dijo la Policía
CEUTA
Cristina Marzán
ceuta@elpueblodeceuta.es
El representante del Ministerio Fiscal en la ciudad solicitó ayer la pena de 16.200 euros de multa para una mujer que ocupó el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal por un delito de denuncia falsa contra su ex marido por malos tratos. Hechos que ella misma reconoció bajo el alegato de haber estado “bebida” y tener la “sensación” de que había sido él, que estaba en Ferrol, tal y como acreditó la Policía.
Una denuncia falsa de violencia de género fue la que sentó ayer en el banquillo de los acusados a una mujer que admitió el delito que le imputaba el portavoz del Ministerio Público, por el que pide una condena cuantificada en 16.200 euros para la imputada.
Petición que no compartió la letrada de la defensa al entender que su cliente había reconocido que se había
equivocado al estar bajo los efectos del alcohol y presentar un cuadro psiquiátrico alterado tras el proceso de divorcio hacía cuatro años. Aún así, será la magistrada del Juzgado de lo Penal número uno de la ciudad quien resuelva el conflicto en la posterior sentencia.
Los hechos denunciados tuvieron su origen en la agresión sufrida por la acusada el pasado uno de diciembre, alrededor de la una de la madrugada, cuando una persona se presentó en su domicilio y le propinó un puñetazo en la nariz que le produjo la fractura de la misma, según la versión dada por la misma. Acto seguido, llamaría a la Policía Local denunciando el incidente de violencia de género contra su ex marido al que dijo haber visto y luego desmintió. “Creía que era él, había bebido y no puedo explicar por qué, en ese momento, tuve la sensación de que era él cuando hace cuatro años que ya no estamos juntos”, declaró ante el tribunal.
Uno de los agentes que acudió al domicilio tras recibir la alerta del 112 acreditó que la acusada llevaba el rostro ensangrentado y que la ropa estaba tirada por el suelo, acreditando lo que parecía un escenario de malos tratos. Pero tanto este, como otro agente de dicho cuerpo, manifestaron no haber notado indicios de alcoholismo.
Un funcionario del Cuerpo Nacional de Policía, en calidad de testigo, explicó el proceso mediante el cual se había localizado al ex marido de la encausada en Ferrol. “Procedimos a localizarlo en los cuarteles de la ciudad y notamos que pasaba algo raro cuando no estaba en Ceuta, sino en Ferrol. El propio Ejército corroboró que estaba allí y el mismo se personó en un cuartel de la Guardia Civil para identificarse y dar sus huellas dactilares, por lo que no nos cabía duda de que no estaba en Ceuta porque, al ser de madrugada, no había tampoco ningún medio de transporte para haberse alejado”, relató el secretario que dirigió las diligencias policiales añadiendo que “se hicieron tantas diligencias porque la declaración de ella era totalmente creíble”.
Para cerrar los interrogatorios tanto de la Fiscalía como de la defensa, el forense del juzgado comentó que era “difícil” explicar que había ocurrido aquella noche descartando el “delirio” y la constatación de que hubiese bebido ya que ninguna prueba lo había demostrado. Además, de un informe de otra forense se desprendió que la lesión pudo haber sido causada pro un golpe con una puerta. Por ello, el forense alegó que si no se constataba la ingesta de alcohol, no se podía acreditar que la acusada tuviese alteradas sus capacidades intelectuales ya que el “trastorno reactivo” que padecía por la separación no era sinónimo de la perturbación de sus facultades cognitivo-bolitivas.
http://www.elpueblodeceuta.es/201103153101.html

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