mucho ojo con lo que dice
martes 08/03/2011ÁLVARO COLOMER
BARCELONA
Elena Pita, escritora y colaboradora de YO DONA, publica 'No amarás a tu madre' (Ed. La esfera de los libros), novela donde relata el sufrimiento de una madre y un hijo separados por la justicia. Inspirado en múltiples casos reales investigados por la periodista a lo largo de los años, este libro reflexiona, en primer lugar, sobre los errores del sistema judicial en lo tocante a la custodia de los hijos y, en segundo, sobre el funcionamiento de esos centros de tutela donde muchos críos pierden la infancia.
'No amarás a tu madre' denuncia el funcionamiento de algunos procesos judiciales en el tema de la custodia de los hijos. ¿Cuál fue su intención a la hora de escribirlo? Empecé a gestar este libro después de investigar varios casos en los que los padres batallaban por la custodia de unos hijos absolutamente inocentes. Llegué a la conclusión de que el sistema judicial destrozaba la vida de muchos niños, les rompía la infancia. La novela relata el sufrimiento de una madre que está a punto de perder a su hijo por culpa de las malas artes legales del padre y que poco después se enfrenta a un proceso judicial en el que se le acusa de ordenar el asesinato de ese mismo padre. Mi novela es pura ficción, pero se alimenta de casos reales que pueden encontrarse en las hemerotecas. Aun así, todo es fruto de mi imaginación. He mezclado varios casos y los he ido limando hasta convertirlos en una única historia que contenga todos los elementos habituales en los juicios de custodia: violencia, machismo, injusticia...
También critica los encuentros tutelados entre padres e hijos.
Actualmente hay muchos casos en los que los niños son obligados a reunirse con sus padres en los llamados 'puntos de encuentro', y en numerosas ocasiones esos niños no quieren ver a sus padres porque han vivido situaciones de violencia con ellos o porque, simplemente, no conocen a esos hombres, ya que desaparecieron de sus vidas cuando nacieron y ahora, muchos años después, solicitan la custodia. Eso no sólo es injusto, sino también dañino para el hijo.
Su novela lanza una crítica feroz contra el llamado Síndrome de Alienación Parental (SAP).
Es que ahora todos los hombres usan el tema del SAP para conseguir la custodia de unos niños que no quieren saber nada de ellos. Si un hijo dice que no quiere estar con uno de sus progenitores, enseguida se alega que tiene SAP y no se valora la posibilidad de que simplemente no quiera ver a su padre o a su madre porque tuvo que soportar su violencia, verbal o física, durante años. Yo he conocido el caso de un padre que alunizaba en el salón de casa y que, aun así, consiguió la custodia de su hijo alegando que la madre había puesto al niño en su contra. Además, el SAP no está reconocido ni por el Colegio de Psiquiatras ni por el de Psicólogos. Es una figura jurídica que agiliza los procesos y que se admite sin hacer exámenes médicos rigurosos.
También lanza dardos contra las asociaciones de padres que, según la narradora, ejercen presión sobre 'el omnipotente sustrato machista de la sociedad'.
Es que esas asociaciones han sido las que consiguieron que el SAP fuera admitido como categoría jurídica. Mi investigación me ha llevado a la conclusión de que esas asociaciones manipulan a la justicia.
La novela arranca con una descripción de la llegada del hijo de la protagonista a un centro de acogida. Es un capítulo desgarrador. ¿Cree que deberíamos replantearnos el funcionamiento de este tipo de centros?
Los niños sometidos a procesos de custodia necesitan una atención psicológica real, no un proceso burocrático ejercido por un gabinete psicotécnico frío y calculador. Yo he escuchado a un miembro de un gabinete de esos decir que darían una custodia al padre porque éste tenía 'más tirón social'. ¡Qué argumento es ese! Los peritos o psiquiatras que se emplean en muchos juicios están tan acostumbrados a casos de custodia que no analizan con detenimiento a cada niño. Y lo más fácil es enviar a esos chavales a centros de acogida hasta que se resuelva el caso, sin valorar que en esas instituciones les harán perder parte de su infancia. En mi opinión, los juzgados de familia tratan a muchos niños como si fueran maletas que es mejor arrinconar.
Su trayectoria literaria viene caracterizada por novelas ('Amor sin decir Amalia' y 'No amarás a tu madre') o relatos (como los incluidos en las antología sobre malos tratos 'No sólo duelen los golpes' y sobre inmigración 'Inmenso estrecho') que abordan temas claramente sociales. ¿Podría explicarnos cuál es su idea de la literatura?
Yo siempre estoy buscando temas para mis novelas, cuentos o reportajes. Lógicamente, hay cosas muy hermosas sobre las que escribir, pero, cuando me sumerjo en un gran proyecto, necesito creer en él. Y no es fácil creer en algo. Sólo me meto a fondo en aquellos asuntos que me llegan al alma y mi formación periodística me inclina hacia los temas que configuran eso que hoy llamamos sociedad.
http://www.elmundo.es/yodona/2011/03/08/actualidad/1299581792.html
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