J. H., son las iniciales del padre cuyo hijo manifiestan fue fruto de lesiones causadas en la cara como consecuencia de que supuestamente su profesora clavará un lápiz en su cara. La madre fue quien denuncia a la profesora. El niño tenía entonces 4 años en el momento que sucedieron los hechos en el pasado mes de Enero del año 2014 en el colegio Virgen de la Fuensanta de La Alberca (Murcia).
Los padres obtuvieron difusión mediática en el asunto, de hecho la imagen que aparece en la entrada es la del padre con su hijo en brazos, y ahora una sentencia de la Audiencia Provincial ratifica el fallo del Juzgado de Instrucción que absolvió a la docente del menor de 4 años.
Cita la noticia que en los hechos hubo de acudir una tarde los agentes de la Policía pues entre el padre y la madre del menor, y la profesora, se organizó una disputa, y que de dicha disputa la profesora denunció a los padres de este menor. Con lo cual hay dos denuncias, la denuncia que interpone la profesora a los padres, y la denuncia de los padres a la profesora.
Sí sería interesante conocer quién denunció antes, y también hay que destacar que la profesora cuenta con la ayuda del sindicato STERM-Intersindical, que es precisamente quien interviene en la noticia visualizando el daño que se produce contra la persona denunciada antes de que sea declarada culpable. En este caso fue absuelta, pero el daño moral provocado contra ella, su honor e imagen, será difícil de borrar.
Hay otro hecho significativo que es importante señalar, y es que si para esta profesora supone un daño difícil de evaluar, imagínense el daño que repercute sobre los denunciados por violencia de género, los cuales no solo sufren desde el inicio de la denuncia que su presunción de inocencia queda por completo anulada, pues son de inmediato localizados, detenidos y encerrados en un calabozo, sino que además, después una vez son puestos a disposición judicial los jueces -suelen como norma estándar- establecer unas medidas provisionales, las cuales si encima hay hijos de por medio suponen por otro lado que como además la mayoría de jueces y magistrados sentencia bajo el machismo, coloca a los hijos bajo la guarda y custodia provisional de la madre, y permite en muchos casos que la madre use esta denuncia de violencia de género para impedir el contacto de los hijos con el padre.
Estas denuncias falsas, o instrumentales, son usadas con mucha frecuencia en los procesos de divorcio o separación, ya que de forma automática tras la denuncia la justicia interviene y dispone unas medidas que en caso de solicitarse a través de un proceso civil tardarían mucho meses o incluso un año, dependiendo de la carga del juzgado. Y con dicha medida la madre (porque es la madre quien resulta beneficiada) -como citamos antes- obtiene por un lado la guarda y custodia de los hijos y el cobro de una pensión de alimentos por parte del padre, y de igual forma el padre al no ser despojado de la custodia de sus hijos, es expulsado de la vivienda familiar, aparte de ser apartado del contacto con sus hijos, y tachado como maltratador desde el primer momento que la mujer interpone la denuncia.
Por desgracia de las consecuencias más dolorosas y graves son víctimas los hijos, quienes en muchos al final, y a pesar de que el padre consigue demostrar que fue víctima de denuncias falsas, la madre logra el objetivo de anular por completo la relación paterno-filial, y nos encontramos con menores que asumen rechazo a su figura paterna por la manipulación parental de la madre, favorecida con esas medidas acordadas de forma provisional tras la interposición de la denuncia.
Fuente:
http://www.lacronicadelpajarito.es/region/absuelta-una-maestra-un-colegio-alberca-acusada-agredir-a-un-alumno
http://www.laverdad.es/murcia/v/20140123/region/investigan-presunto-caso-agresion-20140123.html
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