El lógico que tras la separación sentimental de dos personas que se han querido se produzca resentimiento, que se genere un odio, rencor o despecho. Pero lo que no es lógico es que tanto las leyes como la práctica judicial permitan a la madre usar a los hijos para saciar su sed de venganza, sin embargo es lo que sucede en muchos hoy día. Los más perjudicados siempre son los menores. Puede que estar madre logre amargar la vida a su ex pareja, puede que incluso llevando la situación al extremo destruya la relación de los hijos con el padre, que el padre vea como sus propios hijos rechazan el contacto e incluso la comunicación con él, pero nada comparado con el maltrato infantil que se cierne sobre el futuro de los niños, pues incluso manejando ese presente, los niños en su interior viven un infierno, ya que para ellos es su padre, y en muchos casos una persona a la cual no solo han querido, sino que quieren, pero el condicionante de la madre a que si no desprecian a su padre obtendrá sus reproches genera un conflicto de lealtades en los menores difícil de enfrentar por ellos, y en otras ocasiones son manipulados y llegan realmente a creer que su padre es ese monstruo que la madre ha creado.
El testimonio de esta mujer refleja como la madre primero dispone de tal poder, y luego como depende de ella cambiar la situación, la cual cuando cambia al primero que beneficio es a los hijos, e igualmente a propia madre.
Articulo fuente escrito por Viviana Figueroa
Fuente:
http://www.upsocl.com/colaboracion/como-me-cambio-la-vida-cuando-por-fin-deje-de-sentir-resentimiento-por-el-padre-de-mi-hijo/
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