Viernes , 08-01-10
Acabar con la violencia de género, conseguir que la cifra de 55 mujeres muertas el año pasado en España (una en Castilla y León) a manos de sus parejas o ex parejas llegue a cero, como paso previo imprescindible para lograr la efectiva igualdad entre hombres y mujeres es el «objetivo básico» que persigue el proyecto de Ley contra la Violencia de Género en Castilla y León, que ayer recibió el visto bueno del Consejo de Gobierno.
Una norma «multidisciplinar e integral» que eleva al máximo rango legal «la obligación de los poderes públicos de dar una respuesta efectiva» a este problema social de primer orden, que salta más allá del ámbito familiar, a la vez que reconoce una serie de derechos a las víctimas, así como a las personas dependientes que viven con ellas, según destacó el consejero de Familia e Igualdad de Oportunidades, César Antón.
En este sentido, hizo especial hincapié en que la prevención, a través de la educación y sensibilización, será clave «para fomentar cambios de actitudes en nuestra sociedad». Antón subrayó como «fundamental» la «educación en valores para transmitir una educación en igualdad», empezando desde niños, pero llegando también al terreno social o laboral, además de mejorar la cualificación de los profesionales, cuya «labor será crucial para la detección y atención».
Precisamente, la educación «como pilar básico» es una de las novedades del texto, compuesto por 46 artículos y un título preliminar,que comienza su tramitación en las Cortes con el objetivo de ser aprobado definitivamente entre junio y octubre con «el máximo consenso posible» -el PSOE no lo enmendará en su totalidad, aunque propondrá modificaciones-, tras contar en su elaboración con una «gran participación e implicación», al recibir las aportaciones de 46 entidades, asociaciones de mujeres, sindicales, empresariales o colegios profesionales.
«Concepto amplio y avanzado»La norma también destaca porque define un «concepto muy amplio y avanzado» de la violencia de género, tanto física, como psíquica, emocional, sexual o económica, que «no sólo se limita a la manifestación entre parejas o ex parejas, sino a todas las relaciones en que se manifieste: familiar, social o laboral», destacó Antón para hacer frente a nuevas situaciones. Además, se llevarán a cabo programas específicos para grupos vulnerables como inmigrantes.
El texto aborda la violencia de género desde dos ámbitos: la prevención y la atención para dar una respuesta efectiva a las necesidades existentes, a la vez que incide en la coordinación de las medidas de las administraciones, en la línea de los acuerdos firmados por Castilla y León con otras comunidades. Además, «define, clarifica y establece» la red de asistencia a víctimas (la región dispone de 207 plazas en 19 centros en los que entre enero y septiembre fueron atendidas 277 mujeres y 283 menores).
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