Eulàlia Solé responde a una carta de Josep M.Carpio, titulada "Violència feminista", del día 26/1,en la que explica el origen de la noción de género, y termina diciendo que, a pesar de mal uso que los medios de comunicación dan a estos vocablos lo más importante es que el delito se castiga igual sea cometido por una mujer o un hombre.
Pues mire Sra. Solé, ni lo uno ni lo otro. En España abren los telediarios y las portadas de los periódicos con la frase "una nueva víctima de la violencia de género" sólo y exclusivamente cuando la víctima es mujer y el agresor hombre. No se contabilizan las víctimas masculinas asesinadas o agredidas por sus parejas mujeres.
En lo que va de año han muerto a manos de sus mujeres dos hombres y uno se encuentra grave en el hospital después de ser degollado por su ex pareja. Son datos que no cuentan como víctimas de violencia de género, como sí forman parte de la lista del 2010 las cuatro mujeres asesinadas por sus parejas hombres.
En cuanto a la pena por delito cometido por uno u otro sexo, también hay diferencias sustanciales, hecho avalado por el Constitucional, con penas más duras por el mismo delito para hombres que para mujeres.
Y voy más lejos. Cuando el agresor es hombre desaparece la presunción de inocencia; si la agresora es mujer, siempre se intenta buscar el por qué de su conducta (era una maltratada que se defendía, problemas psiquiátricos…).
Yo creo que ya somos much@s los que vemos, sentimos y padecemos esta desigualdad de género, que con los pobres argumentos en los que se apoyan y se defienden, no ayudan a erradicar tan execrable lacra.
En lo que va de año han muerto a manos de sus mujeres dos hombres y uno se encuentra grave en el hospital después de ser degollado por su ex pareja. Son datos que no cuentan como víctimas de violencia de género, como sí forman parte de la lista del 2010 las cuatro mujeres asesinadas por sus parejas hombres.
En cuanto a la pena por delito cometido por uno u otro sexo, también hay diferencias sustanciales, hecho avalado por el Constitucional, con penas más duras por el mismo delito para hombres que para mujeres.
Y voy más lejos. Cuando el agresor es hombre desaparece la presunción de inocencia; si la agresora es mujer, siempre se intenta buscar el por qué de su conducta (era una maltratada que se defendía, problemas psiquiátricos…).
Yo creo que ya somos much@s los que vemos, sentimos y padecemos esta desigualdad de género, que con los pobres argumentos en los que se apoyan y se defienden, no ayudan a erradicar tan execrable lacra.
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