EL GOBIERNO VASCO HA ASUMIDO EL SERVICIO, QUE, HASTA AHORA, OFRECÍA KIDETZA
El local de la calle Larramendi atiende también a quienes antes acudían al de Irun
ARANTZAZU ZABALETA - Miércoles, 20 de Enero de 2010 - Actualizado a las 07:56h.
DONOSTIA. Casi 70 familias y un total de 83 niños acuden desde el día 11 al nuevo punto de encuentro habilitado por el Gobierno Vasco en Donostia. Son padres separados que, por orden judicial, deben cumplir con un régimen de visitas a sus hijos y que, por conflictos entre la pareja, requiere de un espacio neutral y supervisado.
Hasta diciembre era la asociación de padres y madres separados, Kidetza, la que ofrecía este servicio en dos locales en Donostia e Irun, para lo que recibían subvenciones desde el Gobierno Vasco. Sin embargo, el Departamento de Asuntos Sociales decidió ofrecer este servicio directamente y eliminar, por lo tanto, las subvenciones a Kide-tza. La decisión levantó cierta polémica con la asociación, que criticó también irregularidades en el concurso público abierto por el Gobierno Vasco para gestionar el nuevo punto de encuentro.
Así, Kidetza anunció a finales de noviembre que, sin las subvenciones, no contaba con medios para mantener abiertos sus puntos de encuentro y que, por lo tanto, los cerraría a principios de diciembre. En principio, el nuevo local preparado por Asuntos Sociales y el equipo que lo gestionaría no estaban disponibles hasta el 1 de enero, por lo que buscaron una solución de urgencia para ofrecer el servicio a las familias a lo largo de diciembre de manera provisional. Fue la asociación Orain la que asumió el encargo en un local habilitado en Morlans, en Donostia.
"Fue de un día para otro", recuerda Belen Peñalba, de Orain, que explica que fue complicado empezar a trabajar con decenas de familias sin conocer sus expedientes ni su situación con, además, su comprensible enfado por el improvisado cambio de local y de profesionales con los que trataban habitualmente.
Para no complicar más las cosas y, aunque las nuevas instalaciones de Larramendi estaban preparadas el 1 de enero, continuaron ofreciendo el servicio en Morlans hasta el final de las vacaciones navideñas y el traslado se materializó el pasado día 11, una vez resuelto el concurso público y adjudicada su gestión a la asociación Bizgarri, con experiencia en puntos de encuentro familiares en Bizkaia. De todos modos, hasta final de este mes trabajan en colaboración con los profesionales de Orain para arrancar el servicio.
INTERCAMBIOS En las instalaciones tienen lugar encuentros tutelados entre padres e hijos (con presencia ininterrumpida de los profesionales del centro), visitas sin supervisión pero que tienen lugar en las salas del local e intercambios: es decir, el padre o madre con la tutela de los hijos los deja allí a la hora convenida para que los recoja del centro su ex pareja, sin que ambos se encuentren cara a cara. Casi la mitad de las familias que acuden a las nuevas instalaciones lo hacen, precisamente, cuando se dan estos intercambios, según explica el nuevo coordinador del centro, Jon Goikoetxea.
Junto a él trabajan en el nuevo punto de encuentro gestionado por Bizgarri cinco profesionales y otro más que ejerce las labores de mediación. Su objetivo es, principalmente, hacer sentir a los niños de las parejas rotas que llegan a las instalaciones lo mejor posible. Para ello, en las nuevas instalaciones adaptadas en la calle Larramendi hay una sala de juegos para los más txikis, con juguetes, libros y cuentos, además de otras salas con mesas y sillas para chavales mayores que charlan allí con sus padres o madres.
IRUN Las familias que acuden a las nuevas instalaciones proceden de toda Gipuzkoa. Precisamente, miembros de Kidetza criticaron también que, al hacerse cargo el Gobierno Vasco de este servicio, desaparecía la posibilidad de realizar esos encuentros en Irun. Desde el Departamento de Asuntos Sociales reiteraron que, de momento, se mantendrá un único local en Gipuzkoa, el de Donostia, y que si fuera necesario por el volumen de familias o por la distancia, se plantearía más adelante la posibilidad de abrir otro que, de todos modos, podría ubicarse en otra localidad más alejada de Donostia para ofrecer una mejor cobertura a las familias de todo el territorio.
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